Cuando las temperaturas son suaves, no hay nada como trasladar parte de la vida a la terraza o al porche de casa. Estar al aire libre siempre nos ayuda a relajarnos y a recuperar esas energías que tanta falta nos hacen en el día a día. Por ello, tener una cocina exterior, aunque sea pequeña, es siempre una magnífica idea.
A la hora de diseñar esa cocina en casa es importante tener en cuenta algunas cuestiones básicas: si se va a colocar en la terraza de un edificio, un patio o jardín; sus dimensiones y también si se trata de un espacio cubierto de alguna forma. Estos criterios son los que darán las pistas para dar forma a la cocina. Luego entrarán en juego cuestiones como la decoración o el estilo.
Una cocina exterior mini
Empezamos, quizá por lo más complicado. ¿Cómo conseguir una cocina de exterior en una terraza de pequeñas dimensiones? Evidentemente, tienes que medir perfectamente porque no solo tendrás que colocar la cocina, también una zona de comedor. Lo más versátil e una pequeña encimera en la que puedas colocar una plancha y unos estantes en la parte inferior que te sirvan como espacio de almacenamiento para vajilla, vasos, etc.
Si tienes algo de espacio, colocar una nevera pequeña, de tipo camper, te ahorrará viajes a la cocina. De lo que seguramente vas a tener que prescindir será del fregadero. Primero, por el espacio. Segundo, porque en terrazas es poco habitual que haya tomas de agua y desagües. En cuanto a la zona de comedor, si la terraza es muy, muy pequeña, opta por muebles plegables. Otra idea es separar ligeramente la encimera de la pared y poner en la parte frontal un tablero con bisagras que se pueda levantar para convertirlo en mesa.
Cocinas exteriores en terrazas grandes y áticos
En ellos tienes muchísimas más posibilidades. Pero hay algunos límites: nada de barbacoas de obra muy pesadas y tampoco si la terraza está techada (salvo que se trate de una pérgola bioclimática, ya que las lamas se pueden abrir). Y es importante planificar una buena distribución que permita tener en ella todo lo necesario. De hecho, es posible tener una cocina igual de bien equipada que la de diario.
Cuando no sea posible hacer una barbacoa de obra, la solución son las portátiles. Estas tienen la ventaja de que cuando no se usan se pueden recoger en un rincón y dejar espacio libre. ¿Y el resto? Si el espacio tiene anchura suficiente, una idea muy atractiva es crear una zona de trabajo en la que puedes poner plancha e incluso vitro y una barra que haga de separación con el resto de la terraza. Y, si hay toma de agua, el fregadero es de lo más práctico.
En cuanto a la decoración, lo ideal es seguir la línea del mobiliario y el estilo de la terraza para que zona de estar, de comedor y cocina estén en sintonía. Pero, además, puedes adornar la encimera con pequeñas macetas con plantas aromáticas o hacer una especie de jardín vertical con ellas.
Cocina en el porche o el jardín
Tener una cocina completamente exterior es un auténtico lujo. La amplitud te permitirá hacer todo lo que quieras y darle el estilo que más te guste. Un consejo: diséñala con tanto mimo como la del interior de casa. En este caso sí puedes permitirte una barbacoa de obra con mucha presencia, en el estilo que quieras, más rústico o más moderno. La alternativa es optar por un horno de leña tradicional y una barbacoa de gas sobre la encimera.
En lo que se refiere al resto de la cocina de exterior, siempre de obra. Son cocinas todo terreno que se pueden hacer en ladrillo visto o revestir con piedra. Y no necesariamente son de aspecto rústico, hay piedras en colores lisos y bloques rectos que quedan espectaculares en este tipo de espacios y, además, les dan un toque moderno y atractivo.
Lo que es importante es que pongas algún tipo de protección frente al sol. Puede ser un tejadillo también de obra, una pérgola bioclimática o una convencional. Lo importante es que permita no solo cocinar, también disfrutar de esas comidas al aire libre.
Más consejos para diseñar una cocina ideal
Además, de valorar las dimensiones y limitaciones del espacio, hay otros consejos que te ayudarán a ter esa cocina exterior en la que podrás pasar ratos maravillosos y preparar comidas para tus invitados:
- Elegir siempre materiales que resistan a la intemperie: encimeras de piedra microcemento o porcelánicos y puertas en acero inoxidable.
- Si es posible, colocar un fregadero amplio y de dos senos, no hay que olvidar que se suelen paelleras, parrilla y recipientes a veces voluminosos.
- La iluminación es muy importante: la zona de trabajo debe tener buena luz para poder usarla con seguridad por la noche.
- Pon la zona de comedor lo más cerca posible, puedes hacer un banco de obra a continuación de la cocina y en los mismos materiales, es práctico y poco voluminoso.
El toque final a esa cocina serán los accesorios. Si es amplia, no dudes en colocar algún jarrón con flores, bandejas con tarros bonitos para las especias o algún farolillo. Al fin y al cabo, los detalles también importan.