Nuestra casa es nuestro santuario y, cuando buscamos esa paz que solo sentimos en el hogar, no queremos ruidos. No hay que olvidar que el ruido no solo incomoda, sino que también puede provocar problemas de estrés y de ansiedad, que altera nuestro sueño y que nos impide concentrarnos. Por eso es importante aislar acústicamente nuestras viviendas.
El problema radica en que ese aislamiento acústico implica una pequeña obra, además de un coste que puede ser elevado si lo que queremos es proteger toda la casa de los ruidos. Pero hay pequeños trucos de decoración que, aunque no insonorizan, sí ayudan a amortiguar esos sonidos que tan molestos nos resultan. Vamos a verlos.
Decoración de paredes que aísla del ruido
En ocasiones los ruidos proceden de vecinos un poco molestos. O de ese portal con el que linda nuestra casa. Y a veces también nos pueden resultar incómodos los ruidos de nuestra propia casa, por ejemplo, si estamos trabajando y escuchamos la tele del salón. Lo más eficaz para aislar las paredes son los trasdosados de pladur, pero son costosos y suponen sacrificar espacio, ya que hablamos de un doble tabique con material aislante en medio.
Si es nivel de ruido no es muy elevado, hay soluciones mucho más económicas, fáciles de realizar y, además, muy decorativas. Elegir una u otra dependerá, sobre todo, de tus gustos, de la habitación que quieras aislar y del estilo de tu hogar. ¿Qué alternativas existen?
- Pintura o papel acústicos: puede parecer imposible, pero existen pinturas que repelen el ruido. En su composición llevan pequeñas esferas de aire que actúan como una cámara y reducen el ruido ambiental. En cuanto al papel, llevan una capa de espuma de poliuretano, aunque por el exterior son como un papel normal.
- Corcho y madera: el corcho es un buen aislante del ruido y es un material maravilloso, por ejemplo, para revestir la pared del cabecero y dar al dormitorio un aire súperoriginal. La madera es otro material natural que ofrece buenos niveles de aislamiento, pero tiene la ventaja de que puedes revestir la pared de mil formas diferentes en colores y en acabados.
- Paneles acústicos: son paneles de diseños muy atractivos y modernos que reducen el eco y la reverberación y absorben las vibraciones. Son comunes en restaurantes, en hospitales o en oficinas, pero para el hogar adquieren formas especialmente decorativas.
Cortinas para aislar las ventanas
Una ventana de calidad protegerá tanto de las temperaturas exteriores como del ruido. Por ello, siempre es una buena inversión. Pero si no quieres gastar demasiado en cambiarlas, la solución, en especial para el dormitorio, es colocar unas cortinas gruesas. Impedirán el paso de luz y de los ruidos, facilitando el descanso. Eso sí, de día, procura tenerlas recogidas para que la luz del sol inunde el dormitorio y le dé un aspecto muy acogedor.
Alfombras, siempre cálidas
Los textiles en general ayudan a amortiguar los ruidos. Ruidos que pueden llegar de cualquier sitio, también desde plantas inferiores. Algunos tipos de suelos, como los laminados, ofrecen protección, ya que entre el forjado y el suelo siempre se coloca una lámina aislante. Pero si el suelo es de otro material o si queremos aislar aún mas nuestro hogar, nada como una buena alfombra.
Con las alfombras, además, podemos dar una aire más personal a cada rincón de la casa, ya que las hay en infinidad de tamaños, formas y colores. Y tienen una ventaja añadida: también amortiguan las pisadas. Por ello, son el mejor aliado para esas zonas de mucho tránsito, como son recibidores o pasillos.
Estanterías, vistosas y prácticas
Si necesitas espacio de almacenaje en casa o te apetece un rincón de lectura, las estanterías son perfectas para dejar los ruidos fuera de la habitación. Eso sí, tendrás que colocarlas en la pared más conflictiva. Si tienen puertas, perfecto. Si no, llénalas de libros, además de evitar ruidos y decorar la casa, te ofrecerán horas y horas de entretenimiento.
Más ideas decorativas para evitar ruidos en casa
Cuando es el ruido interior el que nos incomoda, hay miles de recursos decorativos para rebajar sus niveles. La clave está en los volúmenes y las texturas. ¿Qué quiere decir? Que el sonido rebota en superficies lisas, por lo tanto, hay que ponerle “trabas” y esas trabas pueden ser desde cuadros o tapices en las paredes, lámparas colgantes muy ornamentadas o vigas decorativas si los techos son muy altos, o cojines en camas y sofás.