El dormitorio es ese lugar íntimo y especial de tu hogar. El lugar donde descansas, te relajas y te acicalas cada día. ¿Cómodo? Siempre. ¿Bonito? También. Pero ha llegado la hora de renovarlo y no quieres gastar mucho. Puede parecer imposible, pero no lo es. Con materiales modestos e ideas muy sencillas conseguir una habitación de auténtico lujo está a tu alcance.
Te vamos a explicar algunas ideas para que des ese nuevo aire al dormitorio. Evidentemente, no es necesario que pongas todas en práctica. Todo depende de si buscas un cambio radical o, simplemente, actualizarlo un poco. Por supuesto, son una base, lo ideal es que luego tú elijas como personalizarlas para que la habitación se adapte a tu estilo y a tu personalidad. Vamos a verlas.
Un cambio en las paredes del dormitorio
Seguro que estás pensando en dar una mano de pintura y cambiar el color de la pared del cabecero, o tal vez en revestirla de papel pintado. Es fácil y no te llevará mucho tiempo, pero no es nada original. Si quieres un dormitorio con mucho glamour, la propuesta más atractiva son las molduras. Pero no las clásicas de escayola que se colocan en el techo. Lo que te proponemos son molduras decorativas de poliestireno. Con ellas puedes hacer todo tipo de decoraciones en las paredes.
Este tipo de molduras se fabrican en muchos acabados diferentes, son ligeras y lo mejor es que se cortan con un cuchillo y no manchan. Con ellas es muy sencillo hacer un zócalo en las paredes o decorarlas con cuarterones. Puedes pintarlas del mismo color que la pared, de otro diferente o incluso pintar de un color distinto solo la parte inferior del zócalo o el interior de esos cuarterones. Combinando molduras y colores se consiguen auténticas maravillas.
Renueva el mobiliario de tu dormitorio
Es posible que estés pensando que cambiar los muebles del dormitorio no es precisamente una idea barata. No solo puede serlo, sino que hay ideas realmente vistosas. ¿Qué te parece transformar una vieja puerta en un cabecero? Solo necesitará un buen lijado y una capa de barniz. Otra idea que funciona bien, sobre todo en dormitorios clásicos es sustituir ese cabecero por una barra con cojines grandes colgando de ella. Y si lo tuyo es el estilo boho, un simple tapiz de cuerda.
En lo que respecta a las mesillas, dependerá del estilo de ese cabecero. Unas banquetas de madera bonitas o unas mesitas de latón darán ese toque personal que buscas si eliges algún accesorio de decoración con mucho estilo. Como lo vintage está de moda, haz una incursión por mercadillos y tiendas de antigüedades, seguro que encuentras algo que te guste y te sirva para esas mesillas.
Reciclar muebles es otra idea fantástica. En ese sentido, la pintura a la tiza es un descubrimiento fantástico. Se aplica con facilidad y puede transformar por completo el estilo de los muebles. Y no hace falta que sea un manitas para conseguir resultados estupendos.
Textiles nuevos para tu dormitorio
En ocasiones algo tan simple como cambiar el cobertor de la cama puede tener resultados asombrosos. Las fundas nórdicas, en ese sentido, son ideales. Pon una diferente a la que tienes, coloca un plaid bonito a sus pies, remata con algunos cojines y tendrás un dormitorio completamente diferente. Los cojines, además, te permiten jugar con formas, volúmenes y texturas. No tengas miedo a combinar lisos y estampados o diferentes tamaños.
Juega con los espejos en tu dormitorio
Ya te hemos dado alguna idea para vestir las paredes, pero lo que no pueden faltar nunca son los espejos. Si no tienes ninguno, elige uno grande con un marco que tenga mucha presencia y colócalo en el suelo, apoyado en la pared. Colocar espejos y cuadros en el suelo, sobre estanterías o directamente sobre los muebles resulta decorativo y está muy de moda.
No te olvides de la iluminación en tu dormitorio
Lo primero es retirar cortinajes pesados. Si tienes visillos, déjalos, pero no tapes más las ventanas. La luz natural aporta calidez y hace los espacios más acogedores. Después, da un repaso a las lámparas. Si no te acaban de convencer, tan solo tienes que cambiar las viejas pantallas por otras, por ejemplo, de fibras naturales. Y, si tienes molduras en el techo, aprovéchalas para poner tiras LED, como iluminación ambiental son perfectas.
Lo más sencillo: cambiar todo sin cambiar casi nada
Estamos acostumbrados a ver el dormitorio de una forma determinada y no nos damos cuenta que tal vez no es la mejor distribución. A veces algo tan simple como cambiar la posición del mobiliario tiene resultados increíbles. Prueba a hacerlo. Tal vez te sorprenda darte cuenta que colocando la cama en otra posición te cabe ese tocador que tanto te apetecía tener o que es mucho más fácil moverse por la estancia.
Si esta idea funciona, ya solo te quedará introducir algún elemento decorativo nuevo: ropa de cama, un descalzador o ese espejo que no tenías. De esa manera tan sencilla y tan económica tendrás un dormitorio nuevo, no, pero casi.