La Navidad es sinónimo de regalos. Papá Noel y los Reyes Magos traen a los niños todo tipo de juguetes y a los mayores ropa, cosméticos o algún que otro aparato para casa. Por supuesto, todos son bienvenidos, pero a veces surge un pequeño problema: ¿dónde guardarlos? Si aún hay tiempo, nunca está de más pedir a los Reyes algún organizador o mueble para poder almacenarlos.
Existen soluciones tan prácticas como decorativas que nos ofrecen un espacio de almacenaje perfecto para poder guardar todos esos regalos navideños. Así conseguiremos dos cosas: por un lado, quitar de la vista todos esos juguetes y objetos y, por otro, dar un nuevo toque al estilo de casa, ya que algunas de estas soluciones son realmente bonitas. Vamos a verlas.
Muebles perfectos para guardar los regalos navideños
El diseño nos ofrece ideas realmente atractivas para guardar todos esos regalos. Los que más acumulan siempre son los más pequeños. ¿Pero cómo conseguir ese espacio de almacenaje extra tan necesario? Lo más cómodo para ellos y también funcional son los baúles. En diferentes tamaños y estilos, es muy fácil encontrar alguno que combine con la habitación y no ocupe mucho espacio.
Esos mismos baúles, con un colchón bonito, pueden transformarse en bancos muy útiles. Pero, en este caso, es importante elegirlos de fondo estrecho y no muy altos. La alternativa son los pufs con tapa, ideales para esas habitaciones en las que lo que menos sobra es, precisamente, espacio. Todo ello, sin olvidar esas siempre prácticas cestas.
¿Y en el caso de los regalos de los más mayores? También hay soluciones perfectas para guardarlos y, de paso, renovar un poco el estilo del hogar, que nunca viene mal. Si hay sitio, la entrada o los pies de la cama son un buen lugar para poner un pequeño banco con tapa. Es perfecto para guardar un montón de cosas y, a la vez, muy práctico para descalzarse.
Las mesas auxiliares también con tapa tampoco son mala idea, en este caso, para el salón. Las más prácticas, las mesas de centro con tapa elevable y cajón inferior. Por un lado, porque sirven perfectamente para comer en ellas o para trabajar con el ordenador un rato. Por otro, porque en ese espacio interior podemos guardar y tener siempre a mano la tablet, los cargadores, o el libro electrónico que nos han traído los Reyes Magos. En su defecto, podemos colocar un baúl bonito donde podremos guardar esas mantas o eso cojines con los que nos acomodamos para ver la tele o leer.
Y, si lo que hemos recibido como regalo son colonias, cosméticos o algún pequeño electrodoméstico para el cuidado personal, en el baño resultan muy prácticos los espejos con almacenaje posterior. Pero unas imples cestas de mimbre, unos colgadores o un carrito harán la función perfectamente sin necesidad de cambiar nada. ¿No hay sitio? La parte que hay sobre la cisterna suele ser un espacio infrautilizado, una estantería bonita y ¡listo!
Los carritos o camareras también resultan prácticos para cocinas pequeñas. Pero si el espacio no es problema y además se quiere dar un aire más actual a la estancia, siempre se puede optar por una mesa con almacenaje que, a la vez, sirva de isla. En ella cabrá de todo, desde esa freidora que nos ha traído Papá Noel a ese juego de cuchillos que tanta falta nos hacía y que pedimos a los Reyes Magos.
Otra solución muy práctica: los organizadores
Evidentemente, no siempre tenemos sitio para colocar un mueble adicional. En ese caso, hay que optar por los organizadores, los hay casi para todo y de todo tipo. Uno de los regalos estrella de las Navidades es la ropa y accesorios, así que siempre es buen idea pensar en la mejor forma de colocarla de forma que quepa todo en el armario. Para ello, hay organizadores de para colgar bufandas o pañuelos, para los bolsos, para joyas y abalorios y para zapatos.
No solo para la ropa. En el baño esos organizadores son especialmente prácticos. Los hay incluso tan decorativos, en madera o fibras natrales, que no es necesario guardarlos en el mueble, se pueden colocar en la encimera como elemento decorativo. Lo que es muy importante es que tengan diferentes alturas para que todo lo que guardamos en ellos sea accesible.
¿Y para la cocina? La encimera es un buen lugar si hay espacio y ese pequeño electrodoméstico que nos han traído los Reyes es de diseño. Pero si no lo es o no hay sitio en la encimera, lo más práctico son organizadores extraíbles que se sujetan de los laterales del mueble o se cuelgan de la tapa superior y permiten aprovechar cada centímetro del armario.
La alternativa son las baldas. El almacenamiento en vertical es la solución perfecta en estancias en las que hay mucho que guardar y poco espacio para ello. Sobre los radiadores, en los laterales de las ventanas o incluso en pasillos, pequeñas estanterías nos pueden salvar de más de un apuro, y hay modelos que visualmente son muy ligeros, a la vez que bonitos.