Las mesillas son un elemento fundamental en el dormitorio. Son decorativas y, a la vez, pueden ofrecer un espacio de almacenaje muy útil. Por eso, es fundamental elegirlas con sumo cuidado. No todo dependerá del estilo, también del efecto más o menos rompedor que queramos conseguir en la habitación y, muy especialmente, del espacio disponible. Aunque parezca increíble, un elemento tan aparentemente simple como es la mesilla puede cambiar por completo el estilo de la estancia.
Otra cuestión que debemos tener en cuenta antes de decidirnos es nuestro estilo de vida. Por ejemplo, si nos gusta leer un rato antes de dormir o somos de los que dejamos reloj y otros abalorios en la mesilla para tenerlos a mano al despertarnos. Esos gustos o necesidades también van a determinar el tipo de mesilla perfecta para el dormitorio.
Si el dormitorio es pequeño, opta por la ligereza
Cuando en la habitación no sobra precisamente espacio, el consejo es no sobrecargarlo con una mesilla tradicional con almacenaje. Hay ideas geniales que le darán personalidad propia al dormitorio y todas tienen una línea maestra: el minimalismo. De esta forma, para dar un aire sofisticado a la estancia, unas mesitas metálicas quedarán perfectas.
Ahora, varias ideas para dar un toque atrevido a la habitación. La primera es elegir las mesillas con la tapa en algún color que encaje bien con el resto de la estancia. La segunda, poner dos más pequeñas que se superpongan ligeramente. Y, la tercera, es combinar dos acabados o tamaños diferentes para cada lado de la cama. El efecto de cualquiera de estas posibilidades es superatractivo.
El problema de las mesas es que no te ofrecen espacio de almacenamiento ¿Cómo solucionarlo? Con una alternativa también muy ligera a nivel visual, muy decorativa y, por supuesto, práctica: los cajones volados. Para dar un aspecto moderno a la estancia, escoge modelos de diseño, los hay realmente bonitos, por ejemplo, en formas redondeadas. Combinados con unas estanterías a juego sobre el cabecero y unas lámparas colgantes, podrás presumir de dormitorio chic.
En dormitorios grandes, busca originalidad
Si las dimensiones de la habitación lo permiten, las posibilidades se multiplican. Las mesillas con patas de metal siguen siendo una opción, puedes elegir acabados discretos, en tonos oscuros. Pero si buscas un efecto llamativo y muy, muy atractivo, opta por el cobre o el dorado. Por supuesto, puedes elegir mesillas con algo más de presencia, con tapas anchas o incluso con algún cajón, si son cuadradas.
Hay otras muchas maneras de imprimir carácter al dormitorio con las mesillas. ¿Qué tal combinar dos que sean diferentes en tamaño y hasta en forma? Con ello darás dinamismo a la estancia, pero intenta que haya algún elemento que de algún modo la una, bien un color bien un material. En este sentido, hay ideas muy atractivas. Por ejemplo, una mesilla convencional y otra más grande que a la vez sirva de tocador, un mueble cada vez más de moda. O puedes jugar mezclando piezas curvas (que también son tendencia) con esas otras clásicas de líneas rectas.
Otros consejos para acertar con la elección de la mesilla
Con las mesillas puedes hacer mucho más a la hora de decorar el dormitorio. Una idea que puede sorprender: crear un contraste cromático con la pared. Si lo más clásico es optar por paredes en tonos claros y mobiliario oscuro, hazlo al revés, verás el efecto tan atractivo que tiene. Una pared en un color oscuro con unas mesillas blancas o en madera natural quedará ideal. Eso sí, es una idea solo para dormitorios amplios y con muy buena luminosidad. No olvides que los colores oscuros hacen que los espacios parezcan más pequeños.
Otra posibilidad: unas mesillas vintage, que pueden ser iguales o no. Piezas de anticuario, de rastrillo o incluso esas que aún se conservan en las casas de los abuelos son perfectas. Todo lo que tenga que ver con reciclaje y reutilización está también de moda. Si las piezas están en buen estado, con un simple lavado de cara podrás reutilizarlas sin ningún problema. O, si lo prefieres, siempre puedes renovarlas con pintura a la tiza y un acabado decapé.
¿Qué más debes tener en cuenta? Más allá del estilo, hay unos aspectos que nunca debes pasar por alto a la hora de elegir la mesilla. El primero es la altura, lo ideal es que esté más o menos a la del colchón, pero si la mesilla es ligera puedes atreverte con una algo más elevada, aunque no demasiado para que no resulte incómoda. Y no solo en la altura, hay que elegir siempre modelos que guarden las proporciones tanto del dormitorio como de la cama.
Y un último aspecto importante es ese complemente imprescindible de cualquier mesilla, que es la iluminación. Si se opta por una lámpara, no debe ocupar más de un tercio de la tapa de la mesilla y debe guardar siempre las proporciones con esta. Si la mesilla es pequeña, entonces hay que optar sí o sí por lámparas de pared o de techo. O, en su defecto, una lámpara de pie que sea visualmente muy ligera.