Quién no sueña con tener un vestidor amplio y maravilloso en casa. Y no basta con un espacio adecuado para él, hay otros muchos elementos que harán que sea práctico y bonito, que se transforme en ese lugar que nos enamora cada vez que entramos en él y donde sentirmos como los protagonistas de una de esas series de televisión que destilan glamur.
Tenemos espacio en casa para hacer ese vestidor y hemos conseguido colocar la ropa y los complementos bien organizados en colgadores, baldas y cajones. Es, además, un vestidor práctico donde encontramos todo a la primera. Perfecto. Sin embargo, podemos notar que le falta algo. ¿Algún detalle de decoración que le dé un toque de estilo? Tal vez. ¿Un espejo más grande? Quizá. ¿Y la iluminación? Esa es la clave que puede hacer que tu vestidor sea el de tus sueños.
Una iluminación funcional para el vestidor
A veces pensamos en mil y un detalles y nos olvidamos de uno tan importante como la iluminación del vestidor. Y es esencial porque los colores, las texturas y hasta esa imagen que refleja el espejo se verán de una manera u otra según la luz Por ello, en lo primero que debemos pensar al iluminar el vestidor es en la iluminación general.
Esa iluminación, en primer lugar, debe ser lo más parecida a la luz natural para poder apreciar bien los colores. Es decir, debe ser una iluminación neutra, de alrededor de 4.000 grados Kelvin. ¿Qué más hay que tener en cuenta? La distribución de las luminarias. Si se trata de un vestido alargado y no muy grande, puede servir una única luz en el techo. Si es amplio o tiene forma cuadrada, lo ideal es distribuir varias para que no queden zonas en sombra.
En lo que respecta a la forma o modelo de esas luces, las empotradas o las que son de tipo plafón son las más indicadas porque nunca molestarán a la hora de mover la ropa o los enseres que tengamos en la zona más alta del vestidor. Pero también son muy útiles esos focos pequeños que nos permiten dirigir el haz de luz para iluminar perfectamente cada rincón del vestidor. Un consejo: nunca deben estar a más de un metro de los armarios.
Luces supletorias para el vestidor
Esa iluminación general, de techo, es imprescindible. Pero no es suficiente si queremos tener un vestidor práctico. Necesitamos más, luces supletorias en zonas estratégicas del vestidor, por ejemplo, cerca de los colgadores o dentro de los cajones o los zapateros. Son esas luces las que nos van a permitir encontrar con mucha más facilidad la ropa o los complementos que buscamos.
Colocarlas en el vestidor es muy sencillo. Hay focos de pequeño tamaño que funcionan con baterías y que podemos encender en caso de necesidad con solo pulsarlos. Y también tiras led con las que se puede iluminar a la perfección esos rincones a donde la vista llega con mayor dificultad, como es el fondo de las estanterías.
En lo que respecta al tipo de luz, el consejo es el mismo que en el caso de la iluminación general: es mucho mejor que sea una luz neutra, puesto que es la que permite apreciar colores y tonos en su aspecto más natural. De esta manera podemos evitar alguna que otra sorpresa.
Luces decorativas también en el vestidor
La iluminación decorativa es a veces la gran olvidada. Pero si la prestamos atención en el salón o el dormitorio, ¿por qué no también en el vestidor? Esa luz puede ser neutra, aunque con un toque de calidez, y quedará ideal para iluminar rincones en los que no es tan importante tener una visión perfecta, como puede ser la del descalzador. Pero si elegimos lámparas de pie que sean especialmente bonitas estaremos añadiendo un matiz de estilo que elevará el nivel decorativo del vestidor.
No solo lámparas de pie, si el vestidor es amplio y no va a ser un inconveniente, también se puede colocar una lampara de techo en el centro, apoyándola siempre con pequeños focos para que todo el espacio quede perfectamente iluminado. Y, en caso de contar con una zona de tocador, no te resistas, esos espejos decorados con luces alrededor quedarán espectaculares.
Un último consejo a la hora de iluminar el vestidor. Es cierto que es importante prestar atención a la iluminación artificial, pero si tiene ventanas, hay que aprovecharlas al máximo. Nada de cortinas o, en todo caso, que sean muy ligeras y en colores claros para no obstaculizar demasiado la entrada de los rayos solares.