En la fecha más romántica del año, podemos demostrar a nuestra pareja no solo que la queremos, sino que la conocemos bien. Hay un sinfín de ideas perfectas para sorprender en San Valentín a esos amantes de la decoración que parecen tenerlo todo. Solo es cuestión de echar mano de la imaginación y ser algo originales.
Es importante, por supuesto, tener en cuenta su estilo y el de su hogar. Pero entre todo lo que podemos elegir, hay objetos que nunca fallan y que seguro que sabe apreciar, desde agradables y decorativas mantas para esos días de sofá y peli a ese electrodoméstico vintage que dará un toque único a la cocina. Vamos a ver algunas ideas geniales para regalar.
Qué regalar en San Valentín a un decorador aficionado
No es necesario gastar una pequeña fortuna, dicen que lo que importa es el detalle y, si hablamos de decoración, es cierto. Una pieza pequeña, pero bien elegida, seguro que se convierte en la favorita de esa persona a la que queremos sorprender. El arte y el diseño, en ese sentido, juegan a nuestro favor.
Pero antes de elegir, una última cuestión: si estamos pensando en un regalo de más presencia, más voluminoso, no hay que olvidar el espacio disponible en casa. Con estos aspectos en mente, esta es una pequeña lista que puede ayudar a elegir ese regalo perfecto:
- Un objeto de artesanía: todo lo hecho a mano es tendencia, por eso, con una pieza de artesanía triunfas seguro. Puede ser un tapiz para esa pared ahora desnuda, una pequeña figura de barro o cualquier otro objeto que se te ocurra. Sabes que elijas lo que elijas, esa pieza será única, como tu pareja.
- Una vajilla: si además de la decoración, a tu pareja le gusta la buena mesa, con una vajilla bonita darás en el clavo. Y mucho mejor es que elijas una vajilla para dos, pero de diseño más cuidado y materiales de calidad. Además, podréis estrenarla en esa cena superromántica que has preparado con todo el cariño del mundo.
- Una butaca cómoda: si tu pareja tiene su rinconcito particular, una idea que seguro agradece es una butaca de diseño que, además, sea ergonómica. Eso sí, tendrás que hacer un gasto algo elevado. Si buscas alternativas más económicas, una butaca colgante o una hamaca, son ideas muy originales y, sí, también se pueden colgar en interiores.
- Un botellero o un minibar: es un buen regalo para aquellos que disfrutan con un buen vino o preparando cócteles. Hay piezas realmente bonitas que, además, no ocupan mucho si en casa no sobra espacio.
- Organizadores: para él o para ella. Si es amante de la decoración sabrá que el orden es muy, muy importante. Por ello, nada mejor que regalar esos accesorios tan útiles para tener siempre organizado el escritorio o los utensilios de maquillaje, entre otras muchas posibilidades.
- Un pequeño electrodoméstico de diseño o vintage: la elección dependerá del gusto de la persona que vaya a recibir el regalo y del estilo de la cocina. Cualquiera de las dos alternativas es perfecta. Puede ser un robot de cocina, una cafetera, una tostadora, etc.
- Mantas y cojines: si tu pareja es de esas personas a las que les encanta tumbarse tranquilamente en el sofá y relajarse después de trabajar, no lo dudes, unos cojines cómodos y una manta para esos días más fríos seguro que le gustan.
Y, para sumar algo de estilo al hogar, siempre se pueden elegir espejos y láminas. Eso sí, debes conocer bien los gustos de tu pareja. Los espejos redondos son tendencia y también el arte, así que unas láminas de autor pueden ser el regalo perfecto para San Valentín.
Clásicos que nunca fallan para reglar en San Valentín
Cualquier buen amante de la decoración sabrá apreciar otros detalles que, aunque siendo más clásicos, tengan un toque especial. También hay plantas de moda en decoración, así que una buena idea (siempre que le gusten las plantas, claro) es elegirlas como regalo. La sanseviera es una de ellas y es perfecta para espacios más reducidos, por sus hojas alargadas. Mucha más presencia tienen los ficus o la monstera.
Piezas de decoración como jarrones o cajas son también grandes clásicos. ¿Cómo acertar? Optando por piezas exclusivas. Las hay realmente bonitas, de materiales muy variados y su precio no siempre es elevado. Lo mismo ocurre con esas tan socorridas tazas de desayuno o esas figuritas para adornar muebles y estanterías.
Y, además de todo ello, siempre puedes elegir libros. Libros para leer y decorar o libros para desarrollar esa afición. Hay libros de decoración que son en sí pequeñas obras de arte, de modo que pueden convertirse en ese regalo tan especial que estás buscando para tu media naranja.