¿Tienes dudas a la hora de elegir la decoración del salón o del pasillo? ¿No sabes qué es mejor, si colocar cuadros o espejos sobre el cabecero o sobre el sofá? Son dudas muy frecuentes y, aparte de los gustos personales de cada persona o del estilo que queramos dar a la casa, lo cierto es que a veces es mejor optar por un complemento decorativo o por el otra.
Cada una de las opciones tiene sus ventajas y sus inconvenientes y es importante que las conozcas. Así no errarás en la decisión de elegir entre un cuadro o un espejo para la decoración de ese rincón o esa estancia de tu casa. A veces ni siquiera tendrás que elegir, puesto que ambas opciones son perfectamente válidas o incluso puedes combinarlas para dar un toque de estilo extra a los espacios.
Los cuadros, un must en decoración
Los cuadros son uno de esos elementos que no pueden faltar en la decoración de una casa. Grandes, pequeños, en solitario o en composiciones, en tonos neutros o en colores alegras, realistas o abstractos… La lista de posibilidades es infinita, así que siempre habrá un cuadro que quede perfecto.
Además, un cuadro siempre será fiel reflejo de tus gustos y preferencias, de ahí que sea una forma maravillosa de personalizar la decoración de tu hogar. Y, al hablar de cuadros, piensa que por extensión nos referimos también a láminas o fotografías. ¿Son todo ventajas? No. Vamos a verlo.
Por qué elegir cuadros para decorar la casa
Los cuadros tienen infinidad de ventajas. El arte es una manera ideal de crear un foco de atracción en una estancia, de darle un toque de elegancia o de sofisticación. Además de ello, un cuadro puede aportar esa nota de color que le a veces le falta al dormitorio. Ten en cuenta que puedes jugar no solo con el lienzo o la lámina, también con los marcos. Y no es necesario que gastes una fortuna.
Pero vamos a dar un paso más allá. Los cuadros pueden ayudar a crear ambientes más relajantes en casa, a conseguir que nos sintamos realmente bien en ella, a crear, en definitiva, ambientes muy acogedores. No debemos olvidar, por ejemplo, el efecto que a nivel emocional tienen los colores. Por ello, los cuadros son perfectos para decorar estancias como el dormitorio o la sala de estar.
Inconvenientes de elegir cuadros
No todo son ventajas, como puedes imaginar. La elección de los cuadros es muy delicada. Un error en los colores o las escenas puede arruinar por completo la decoración de toda la estancia. Debes tener muy en cuenta su estilo y optar por piezas que aporten valor, que equilibren la decoración si es muy sosa o demasiado llamativa.
Otro pequeño inconveniente llega a la hora de combinar cuadros. Si tienes pensado hacer alguna composición con ellos puedes dar mucho dinamismo a la decoración. Pero ten en cuenta que también es muy fácil cometer un desastre decorativo si no sabes cómo encajar motivos, medidas o estilos.
Los espejos en decoración
Los espejos son otro de los imprescindibles en cualquier casa. Además, los puedes encontrar en modelos muy diferentes. Y no hay que olvidar que en algunas estancias no son una elección, sino que debe haber algún espejo obligatoriamente, hablamos del baño, del vestidor y en muchas ocasiones, recibidores. A partir de ahí, también hay pros y contras que debes tener en cuenta.
Ventajas de decorar con espejos
Si hay algo que tienen los espejos es que multiplican la luz y los espacios, y esa es una gran ventaja frente a los cuadros. Significa que en estancias pequeñas o que no tengan mucha luz, un espejo es casi obligatorio. Y si es grande, mucho mejor. Pero a nivel decorativo tienen otras ventajas, por ejemplo, si quieres llevar las vistas al interior de casa: con un espejo enfrentado a la ventana los conseguirás sin problema.
Por otra parte, los espejos tienen el poder de dar mayor profundidad y puedes conseguir efectos maravillosos si colocas grandes piezas simplemente apoyadas en la pared o eliges uno con un marco decorativo. También debes tener en cuenta que puedes jugar con acabados envejecidos si quieres aportar un toque de glamur o incluso de color.
Desventajas de los espejos
Son prácticos y decorativos, pero no todo son ventajas, de hecho tienen más limitaciones que los cuadros. ¿Dónde no debes ponerlos? Para explicarlo acudimos al Feng Shui. Según esta filosofía nunca hay que colocar espejos frente a la cama o frente a una puerta. Y tampoco es buena idea colgar varios espejos juntos por que puede alterar las energías del hogar y porque el efecto puede ser demasiado pesado a nivel visual.
Otro inconveniente tiene que ver con el efecto multiplicador de los espejos. Si no eres muy fanático del orden, mejor olvídate de ellos. Y no olvides tampoco que polvo, una marca o un roce también se reflejarán en ellos, en otras palabras, requieren un mayor esfuerzo de limpieza.