A quién le no gusta relajarse al aire libre cuando las temperaturas suben o cenar tranquilamente en esas noches de verano disfrutando de la brisa. Pero si se vive en la ciudad parece complicado. Si tienes en casa una terraza, aunque sea pequeña, tienes un tesoro. Solo tienes que aprender a sacarle partido para tener ese rincón que se convertirá en el preferido de casa, sobre todo con una buena decoración.
En esa terraza pequeña puedes tenerlo todo, o casi todo, desde un espacio para leer hasta una barra para desayudar o tomar algo rápido. Y todo ello, con mucho estilo. ¿Crees que no puedes conseguir una terraza de revista? Toma nota de estas ideas y verás qué fácil es conseguirlo.
Renueva los revestimientos de la terraza
Lo primero es vaciar la terraza. Prestar atención al continente es muy importante. Lo ideal es que las paredes sean en colores claros. De esta manera se gana amplitud vidual y, además, cualquier elemento decorativo que coloques en ella destacará mucho más. No es necesario que sea blanco, un color arena claro es perfecto para una terraza porque nos recuerda a la naturaleza.
En lo que respecta al suelo, lo ideal es que sea también en tonos claros. La madera sintética, la resina, el PVC o el composite son perfectos para ello porque los hay en acabados diferentes. Si no quieres o no puedes cambiar el suelo, opta por una alfombra vinílica o una de fibras naturales.
El mobiliario de la terraza
Es tal vez lo más complicado de elegir. Todo depende del uso que vayas a darle a esa terraza. Si tienes pensado pasar mucho tiempo en ella, lo ideal es que coloques un banco con cojines mullidos y una pequeña mesa. La ventaja de los bancos es que ocupan muy poco y en la parte inferior puedes tener un espacio de almacenaje que te va a venir siempre bien.
Si tan solo quieres tener un rincón para relajarte y disfrutar de las vistas, puedes colocar un sillón colgante. Con una pequeña mesa auxiliar tendrás ese espacio perfecto solo para ti. Puedes completarlo con algún puf cómodo y listo.
En cualquiera de los casos, y este consejo se aplica a todos los muebles, es mejor que elijas colores claros. El resultado será mucho más ligero y la terraza se verá más despejada. Siempre puedes introducir una nota de color con los accesorios, por ejemplo, los cojines o esos pufs que hemos mencionado.
Un espacio para comer
La terraza es mini, pero te apetece tener un pequeño espacio para ese desayuno o esa cena rápida. ¿Es posible? Si. Lo más sencillo es que optes por muebles plegables. Con una mesa y un par de sillas de metal o de madera podrás montar ese pequeño comedor en un segundo y, una vez plegadas, no ocuparán nada. La otra posibilidad es colocar una mesa que se cuelgue de la barandilla, para algo rápido son perfectas.
Los accesorios son importantes
Una terraza pequeña se puede decorar con mucho estilo. La clave está en elegir muy bien los accesorios. Como no vas a necesitar muchos, procura escogerlos bien. Aquí tienes algunas ideas:
- En lugar de mesitas, puedes poner unos pufs de fibras naturales, de ese modo se pueden usar como asientos si hay algún invitado en la terraza. Los hay con tapa que también te darán un espacio de almacenaje extra ideal.
- Si tienes pensado poner una alfombra que no sea de esas mismas fibras naturales, opta por alguna en tonos claros pero con algún motivo geométrico sencillo.
- Si quieres dar colorido a la terraza, una de tipo kilim estará bien, pero en ese caso, los textiles mejor en colores muy claros.
- Puedes decorar el sofá o el sillón con una pequeña manta de verano. Le dará un punto de calidez a la terraza muy agradable y, además, la tendrás a mano para esas noches en las que refresca un poco.
- No te olvides de la iluminación, para disfrutar de las noches veraniegas es importante. Además de esa luz principal del techo o las paredes, coloca unas guirnaldas de luces en la barandilla o el techo. Son ideales para crear un ambiente muy íntimo.
Las plantas, imprescindibles
Las plantas son esenciales en cualquier terraza. ¿Pero cómo encajarlas en una terraza pequeña? Hay diferentes ideas. La más sencilla es colocar unas jardineras pequeñas en la barandilla. Si no tienes mucho espacio, aprovecha entonces las paredes solo tienes que poner unas baldas y en ellas macetas de pequeño tamaño, siempre con maceteros que sean vistosos.
Otra idea muy atractiva es hacer un jardín vertical en una de las paredes. Tiene la ventaja de que no ocupará demasiado y aportará un frescor muy agradable a la terraza. Si no te atreves a tanto, simplemente pon una celosía en uno de los muros y a sus pies una maceta con una planta trepadora. El efecto será muy parecido.