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No es solo decoración: el significado de los adornos de Navidad

Suerte, buenos deseos o prosperidad: la Navidad encierra una profunda simbología que se refleja en cada uno de sus adornos

Independientemente de gustos y estilos, en la decoración de Navidad hay toda una serie de adornos clásicos que no pueden faltar. Estamos acostumbrados a verlos e inconscientemente los asociamos a estas fiestas. ¿Pero alguna vez te has preguntado cuál es su significado? Por que lo tienen. En algunos casos encierran una simbología profunda, en otros, simple superstición.

Conocer qué sentido tienen esos adornos seguramente no cambie nuestra forma de decorar la casa en Navidad. Pero es posible que la miremos con otros ojos. Y, quién sabe, incluso nos anime a última hora a introducir algún que otro elemento en el que nunca antes habíamos pensado. Cuando se trata de atraer suerte y felicidad, nunca es tarde.

El árbol de Navidad, símbolo de vida

La decoración navideña está sujeta a las tendencias, pero eso no quiere decir que en ella se prescinda de esos adornos y accesorios tradicionales, aunque su diseño sea innovador. Nos fijamos en su tamaño, en su forma o en su estilo, pero casi nunca nos preguntamos por qué esos y no otros. Los grandes protagonistas son el belén, cuyo significado es evidente, y el árbol, que es más que un soporte para colgar adornos. 

arbol navidad decorado

El origen del árbol de Navidad hay que buscarlo en los países del norte de Europa. En ellos, el abeto era considerado árbol sagrado porque representaba a los espíritus de la naturaleza, era el árbol de la vida. La leyenda cuenta que San Bonifacio, allá por el siglo VII, predicaba por esas tierras cuando taló un roble. Este, al caer, aplastó a todos los árboles de alrededor excepto a un abeto, del que dijo que era el árbol del Señor.

Pero en sus orígenes como símbolo de la Navidad, el árbol no se decoraba como ahora, sino que de él se colgaban dulces y frutas como manzanas. Y ahí está la explicación de por qué hoy en día uno de los adornos típicos navideños son, precisamente, las manzanas, aunque ya no sean naturales.

Estrellas, campanas y otros adornos: esperanza y deseos cumplidos

Se colocan coronando el árbol de Navidad, pero también en guirnaldas, en centros de mesa y hasta se pueden ver dibujadas en bolas, platos o cristalerías. La estrella es el símbolo de esperanza y se asocia con la suerte. ¿La razón? Que fue una estrella la que dirigió los pasos de los Reyes Magos hasta el portal de Belén.

El sonido de cascabeles y campanas también se asocia a la buena suerte. Además, se considera que ahuyentan a los malos espíritus y dejan fuera a las malas vibraciones, de ahí que se cuelguen de puertas y ventanas. Los ángeles se asocian con deseos cumplidos y, al igual que los corazones, simbolizan el amor, tan importante en estas fechas. Mientras tanto, los pájaros se colocan para a atraer la felicidad.

Muérdago y acebo y su carácter mágico

En creencias paganas, el muérdago tenía un carácter mágico y de protección del hogar. Esta planta es de hoja perenne, es decir eterna, y tiene un fruto rojo, que se asocia a la sangre y a la vida. Se consideraba, además, que alejaba a los malos espíritus, de ahí que se cuelgue sobre la puerta. El acebo tiene características similares, por eso en muchos lugares ha sustituido al muérdago como símbolo para atraer la suerte.

Coronas en la puerta de casa para atraer a la suerte

Es uno de los adornos navideños por excelencia para colocar en la puerta de casa. ¿Pero qué sentido tiene? Hay que remontarse a los celtas para buscar su significado. Entonces se colocaban adornos con hojas de pino o muérdago y velas en el solsticio de invierno para representar la esperanza de la llegada de la primavera. Adaptada al cristianismo, se coloca como recuerdo de que se acerca la Navidad y también para llamar a la buena fortuna.

Calcetines para recoger los regalos

Es otra tradición llegada del norte y, en este caso, su significado es conocido por todos. Los calcetines se dejan en un lugar bien visible para que Papá Noel pueda dejar en ellos sus regalos. ¿Pero por qué? Porque según la tradición San Nicolás, siempre piadoso, dejó dinero en los calcetines de un hombre que vivía en la pobreza para que sus hijas pudieran casarse. No solo los calcetines, esta historia explica también la costumbre de colgar monedas de chocolate.

Iluminación para recibir y acoger

La luz es vida y la Navidad lo es también. Es la luz que daba esa estrella que guiaba a los Reyes Magos. Por eso, antiguamente se colocaban velas blancas en puertas y ventanas como símbolo de hospitalidad. Las velas siguen siendo parte importante de la decoración navideña, aunque con el tiempos e sustituyeron por esas luces de colores.

Los colores de la Navidad: el rojo y el verde

Los adornos más tradicionales son de esos colores. Verde en el árbol, las coronas y los centros de mesa, y rojo en las velas, las bolas o los detalles decorativos. Tradicionalmente, el rojo simboliza la sangre de Cristo, pero poco a poco ese significado religioso ha ido dejando paso a otro muy diferente: buena suerte. De ahí la costumbre de vestir algo de ese color para recibir el año nuevo. Por cierto, la tradición del rojo viene de China. En cuanto al verde, es el color de la esperanza.

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