A la hora de hablar de los aspectos más importantes para una reforma o construcción, elegir el tipo de suelo para el inmueble es uno de ellos, pues instalar uno u otro es determinante para darle la personalidad que queramos al hogar. En los últimos tiempo, la preocupación por el medio ambiente se ha ido convirtiendo en una constante en las decisiones de muchos consumidores en múltiples ámbitos de la vida, entre ellos la decoración y la construcción, y son cada vez más las personas que se preocupan en elegir materiales verdes, siendo las preguntas en torno a los pavimentos y suelos ecológicos de las más frecuentes.
Cuando uno se dispone a elegir un pavimento ecológico y en general de cualquier material, hay que tener en cuenta varios aspectos como el origen natural y renovable de la materia prima que lo compone, la obtención responsable del material por parte de la empresa fabricante, la toxicidad del material, su capacidad de reciclaje o re-utilización o la resistencia al uso diario, además de la distancia de transporte del mismo hasta su ubicación final.
Opciones de suelos ecológicos para tu casa
Y es que cuando se trata de elegir un material, la calidad y el precio son casi siempre cuestiones prioritarias. Y si además se trata de un solado o pavimento, se han de tener en cuenta aspectos fundamentales como la durabilidad, el mantenimiento y la adecuación al uso. Además, en los últimos tiempos han entrado en juego nuevas premisas, como el respeto al medio ambiente, la producción sostenible o el reciclaje de los materiales tras agotar su vida útil. En este sentido, hay varios materiales naturales con un largo recorrido en el mercado como el linóleo, el parquet, el corcho o el caucho natural, por citar algunos de ellos.
- Madera maciza. Sin duda alguna, es el material de referencia para la fabricación de pavimentos ecológicos. Se trata de una fuente renovable, abundante, de resultado duradero y apariencia inmejorable. Sin embargo, existen grandes excepciones respecto a si es ecológico o no, por lo que siempre debe certificarse que la madera utilizada es de origen responsable y comprobarse, por supuesto, el uso de barnices y colas respetuosos con el medio ambiente.
La única manera que tenemos de saber si es de origen ecológico es la certificación. El más habitual es el sello certificado por FSC o PEFC. FSC es una organización cuya misión es proteger los bosques y selvas de todo el planeta, permitiendo extraer madera de lugares habilitados única y exclusivamente para el fin. PEFC es otro organismo certificador/regulador del mundo, por lo que encontrar este sello en la madera es sinónimo de calidad y tranquilidad.
El suelo de madera natural está hecho de madera y, dependiendo del color o vetas que queramos, podemos elegir entre madera de pino, haya, roble, nogal, fresno y muchos otros más. La madera es un material cálido, agradable al tacto y fácil de limpiar, por lo que es ideal para quienes andan descalzos por casa. Cabe añadir que, al ser un material de la propia naturaleza, es el suelo más ecológico y sostenible que podemos elegir para nuestra casa, aunque todo esto también hace que sea más caro que otros como el laminado.
- Bambú. El bambú es una fibra vegetal muy resistente que aporta un diseño muy particular. Este tipo de suelo es adecuado para zonas de mucho tránsito o casas con niños. Su mayor inconveniente está en la distancia de obtención de la materia prima, por lo que tendremos que ir a marcas que o bien fabriquen cerca o que se obtengan de bambú nacional. Su abundancia y muy rápido crecimiento lo convierten en una opción excelente, pues la velocidad a la que se renuevan estas explotaciones es muy superior a la de otras alternativas y, además, son suelos resistentes, incluso a la humedad, y relativamente baratos.
- Corcho. Fabricados en esencia a partir de la corteza del alcornoque, se trata de una opción bastante menos abundante que los anteriores, aunque su origen renovable y sus cualidades de confort son indiscutibles. Estos suelos son resistentes a la humedad, su apariencia es muy natural y ofrecen un gran aislamiento. Es una solución poco conocida pero cada vez mas demandada, pues hay modelos que imitan a madera y quedan increíbles. Además su comportamiento acústico es muy bueno. Eso sí, ha de comprobarse siempre que en su acabado no contenga sulfatos.
- Caucho natural. Se obtiene del caucho de los alcornoques, árboles que son excepcionalmente eficientes en la absorción del CO2 nocivo de la atmósfera. Es un material con muy buenas cualidades medioambientales, además de fácilmente reciclable no una, sino varias veces. Estos suelos están libres también de PVC y halógenos y entre las características más destacables se encuentran su dureza y resistencia, tanto a las manchas como a productos químicos. Son resistentes al fuego, cumpliendo todos los estándares de seguridad, y garantizan una baja toxicidad del humo en caso de incendio. Además, son impermeables y resistentes al agua, aparte de muy fáciles de limpiar y mantener.
Los pavimentos de caucho natural son antiestáticos, de forma que protegen de descargas eléctricas. Se producen en losetas y en rollos, en una amplia gama de colores, tamaños, texturas y calidades. Su uso en rollos de gran tamaño proporciona el aspecto de un revestimiento continuo. Son higiénicos y se mantienen libres de polvo, por lo que pueden ser una buena opción para la cocina. Además, resultan antideslizantes y flexibles, evitando resbalones y golpes. Por otro lado, tienen excelentes propiedades de absorción de ruido, gracias a su elasticidad.
- Linóleo. Este tipo de suelo se basa en la mezcla de aceite de lino con harina de madera o polvo de corcho, tres elementos de origen natural y absolutamente renovable, por lo que, debido a ello y a su antigüedad, es uno de los pavimentos ecológicos más conocidos. Las posibilidades de pigmentación permiten una gran variedad estética y al tratarse de un suelo continuo se evitan juntas indeseables, algo necesario en muchos ámbitos.
- Piedra natural. Se trata de una opción original y estupenda, primero porque hay muchas gama de acabados donde elegir, segundo porque tiene un ciclo de vida muy amplio y tercero, porque es una alternativa perfecta si tienes calefacción por suelo radiante. Con el suelo de piedra natural pasa algo parecido como con el de madera, ya que podemos elegir entre varios tipos de piedra para el suelo: mármol, granito, pizarra, caliza, etc. Si se elige el granito siempre se ha de tener cuidado de que nos certifiquen que no tiene emisiones de gas radón, pues es altamente cancerígeno.