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La mejor combinación para añadir texturas interesantes a tu hogar

Las texturas en blanco y madera rompen la monotonía y aportan vitalidad a la decoración.

Salón decoración texturas blanco madera

Si hay un pareja que se lleva a las mil maravillas en decoración es la que forman el color blanco y la madera. Son la luz y la calidez, dos elementos esenciales para crear ambientes acogedores. Por ello, no puede extrañar que ese estilo nórdico que los lleva por bandera se haya hecho un hueco destacado en las tendencias decorativas desde hace ya algún tiempo.

Pero en una decoración en blanco y madera se corre un riesgo: que resulte demasiado plana, aburrida incluso. Siempre se puede introducir alguna nota de color que dé un poco de alegría a los espacios y rompa esa monotonía. Pero hay una forma mucho más sutil de conseguirlo: a través de las texturas. ¿Cuáles son las claves? Vamos a explicarlo.

Los tejidos, básicos para una decoración con textura

La forma más sencilla de introducir textura en esa decoración en blanco y madera es a través de los textiles. Y, como puedes imaginar, hay mil formas de hacerlo. Hay tejidos que ya de por sí aportan ese relieve que dará un poco de vida a las estancias, sobre todo al salón y el dormitorio. Hablamos, por ejemplo, de ese algodón grueso o del lino, con sus inseparables arrugas. Pero también de la lana o del terciopelo.

Dormitorio decorado en blanco y madera
Textiles para introducir texturas en la decoración

Además de con esas telas, también se puede jugar con otros elementos que también aportan textura. Nos referimos a cojines con fundas de punto XXL, a colchas de hilos trenzados o a alfombras de pelo. Si además de con texturas juegas con diferentes tonalidades de blanco, no necesitarás nada más para subir de nivel esa decoración en blanco y madera.

Texturas en una pared blanca

En el caso de las paredes, hay infinidad de formas de aportar ese toque de textura imprescindible. Un truco que funciona a las mil maravillas es forrar una de las paredes con celosías o con paneles 3D. Los hay de muchos modelos diferentes (ondas, formas geométricas, imitación madera o ladrillo), así que no tendrás problemas en encontrar uno que se adapte al estilo que quieres para tu casa.

Decoración de paredes con paneles texturizados

Hay una alternativa algo más económica: el papel pintado. Puedes encontrar modelos texturizados realmente bonitos y los hay que imitan a otros materiales, como el ladrillo. Otra idea es introducir madera en las paredes para aportar volumen. Un ejemplo son los detalles en palillería, bien adosados a la pared, bien como separadores de ambientes. ¿Y en el baño? Azulejos con relieve.

Madera con textura

También es posible añadir textura a la decoración a través de esas piezas de madera imprescindibles que en muchas ocasiones son los muebles. La primera, darles un acabado envejecido con pintura a la tiza. Es perfecto para ambientes shabby chic o incluso rústicos modernos.

Si prefieres el color natural de la madera, los acabados sin tratar, con sus defectos e irregularidades, son una opción. Pero es cierto que no encajan bien en todos los estilos, son más adecuados en estancias de aire rústico o con un toque boho. En casas de estilo clásico es fácil conseguir esa textura con muebles que lleven algún tipo de ornamentación.

Madera sin tratar aporta textura a la decoración

Pero hay otras formas de llevar texturas a la decoración a través de la madera. Por ejemplo, con muebles de rejilla, que vuelven a aparecer en las tendencias de decoración. O con revestimientos decorativos en alguna de las paredes hechos con este material. Puedes jugar incluso con más de un tono de madera para darle más presencia.

El toque de las fibras naturales

No son madera, pero tienen su color y también transmiten la misma sensación de calidez. Por ello, son perfecta para llevar esa textura que buscas en tu decoración en blanco y madera. La ventaja es que puedes utilizar infinidad de recursos para personalizar con ellos tu hogar. Una idea muy simple pero que funciona a la perfección es colocar a los pies de la cama una alfombra de yute. Si has optado por un suelo y una ropa de cama blancos, marcará un contraste perfecto.

Si el suelo es de madera, puedes optar por otros accesorios de decoración. Ahí están, por ejemplo, esas piezas redondas o esos tapices tejidos con cuerda y que son maravillosos para dar color a paredes blancas. O puedes optar por algún organizador o bandeja de mimbre para la mesilla. Cualquiera de estas ideas, además de muy decorativa, le dará textura y un toque muy personal a la decoración en madera y blanco.

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