El dormitorio es nuestro santuario, el lugar en el que nos relajamos y reponemos fuerzas para afrontar el día a día. Por eso es importante que nos sintamos siempre a gusto en él. Más allá de estilos y tendencias decorativas, hay pequeños trucos que ayudan a crear ese espacio ideal para desconectar de todo.
No es necesario que renueves por completo el dormitorio. A veces lo más sencillo es lo que mejor funciona. Por eso, queremos darte ideas muy sencillas para conseguir un ambiente más cálido y acogedor para tu habitación. Ponlas en práctica y empezarás a mirarlo con otros ojos.
Colores suaves para el dormitorio
Lo habitual es que las paredes del dormitorio se vistan de colores claros. Si es así, perfecto, no tendrás que hacer nada. Solo si las paredes son blancas puedes cambiar a un color pastel muy suave que le dé un toque más cálido a la estancia, por ejemplo, el azul o el verde, colores que invitan al descanso.
El otro aspecto fundamental son los textiles. Hay que aplicar la misma premisa: colores siempre suaves. No importa que sean lisos o tejidos estampados, recuerda que la paleta es inmensa, así que tienes mucho entre lo que elegir. Y ya que hablamos de estampados, los motivos florales siempre ayudan a crear ambientes más relajantes.
Elige los textiles de acuerdo a la estación
Un edredón, por mucho que pueda gustarnos, nos agobiará en verano. Solo hará falta mirarlo para sentir aún más calor. Y lo mismo ocurre si en invierno cubrimos la cama con esa colcha fresquita que compramos en las vacaciones. Lo ideal es tener un juego para épocas de calor y otro para las más frías: lino y algodón para el verano y lana para el invierno.
Cambiando los textiles en cada estación, además, estarás renovando su decoración y su estilo de una forma rápida y muy sencilla. Pero si quieres algo aún más fácil, simplemente opta por cobertores de cama y cortinas en colores neutros y da el toque diferenciador con los cojines, basta con sustituir las fundas. Una alternativa: cambiar el plaid de los pies de la cama.
Accesorios que no pueden faltar en un dormitorio acogedor
Hay pequeños detalles que también ayudan a crear un ambiente agradable y relajante en el dormitorio. El más clásico son las alfombras. En invierno, una simple alfombra de lana nos transmitirá una sensación de calidez de lo más agradable, mientras que para el verano nada como las de fibras naturales.
Otra posibilidad es, si tienes sitio, poner en algún rincón un pequeño sillón que sea extracómodo, así tendrás un lugar en el que relajarte escuchando música o leyendo antes de dormir. O, para el verano, coloca una mosquitera en la cama, dormirás sin la incómoda compañía de los mosquitos y, además, le darás un toque muy romántico al dormitorio.
Un toque personal para la decoración
Hay otros muchos detalles, aún más pequeños, que también harán que te sientas especialmente a gusto en tu dormitorio. Hay miles de ideas, desde un collage con fotos personales que haga las veces de cabecero a unas cestas decorativas o alguna pieza de artesanía que te guste especialmente y con la que te identifiques. Si hay una estancia muy personal en una casa, es el dormitorio, por eso debe ser reflejo de ti y de tus gustos por encima de modas y tendencias.
Que no falten las plantas en tu dormitorio
Si notas que tu dormitorio es frío, pero no quieres hacer grandes cambios, las plantas son la solución perfecta. Además, puedes elegir entre un buen número de especies. Si el dormitorio es amplio, una palmera de interior o un ficus son perfectos. Si es pequeño, puedes optar por plantas colgantes o trepadoras, verás cómo el aspecto de la habitación cambia cuando sus ramas empiecen a abrazar el cabecero o caigan sobre las mesillas.
Una iluminación cálida: ideal para tu dormitorio
La iluminación del dormitorio debe ser suave y cálida para propiciar un estado de relajación que nos invite al descanso. Si aún no lo has hecho, cámbiate al LED. Este tipo de luminarias no solo son más eficientes, también son muy decorativas y permiten graduar la intensidad de la luz y también cambiar el color. De esta manera es mucho más sencillo adaptar la luz a cada momento que pases en el dormitorio y conseguirás ambientes más acogedores.
Un dormitorio acogedor es un dormitorio ordenado
Tienes todo lo anterior y, aun así, notas que tu dormitorio no es tan acogedor como te gustaría. ¿Qué puede fallar? Fíjate en el orden. Tal vez lo que te estresa es ver esa ropa que no has tenido tiempo de guardar en el armario o esos abalorios colocados de cualquier manera en la bandeja de la mesilla.
El desorden provoca estrés, así de sencillo. Por ello, es importante que dediques un poco de tiempo a mantener todo perfectamente colocado. Una vez que tea costumbres, no te llevará más de cinco minutos y lo agradecerás enormemente. Y, en relación con este aspecto, lo ideal es que descargues la estancia de elementos, sobre todo si tiendes al desorden. En otras palabras: muebles y accesorios, los justos para sentirte bien.