Dentro del grupo de verduras y hortalizas, la cebolla es uno de los alimentos que más beneficios puede aportar a nuestro organismo. Por eso es importante que la incluyamos en nuestra dieta de forma habitual.
Pero, ¿qué nos aporta la cebolla? A pesar de que está compuesta por agua en su mayor parte, también tiene otros elementos que son esenciales para la buena salud como calcio, azufre, sodio, potasio u otras vitaminas como la C, E y K.
Y no solo esto, la cebolla también es un excelente bactericida. Pero, si quieres saber todos los usos que puede tener la cebolla para luchar contra las bacterias, te animamos a que sigas leyendo.
¿Por qué usar la cebolla como antibacteriano?
Junto con el ajo, la cebolla es uno de los alimentos que ha probado su eficacia para hacer frente a las infecciones bacterianas. Pero, ¿por qué? Este bulbo tiene efectos antiinflamatorios, expectorantes y antibacterianos los cuales pueden ayudarnos a tratar las infecciones que se alojan en heridas abiertas. Pero también puede ayudarnos a tratar las infecciones que se producen de manera interna gracias a su alto contenido en azufre, el cual nos ayuda a repeler los virus.
Pero antes de comenzar a aplicarla saber que, dependiendo del tipo de cebolla que utilicemos, tendremos unos beneficios u otros. De esta forma, la cebolla morada es una de las que más puede ayudarnos. Esto se debe a que sus antioxidantes son más eficientes que los de la cebolla blanca, aunque ambas actúan como depurativo y diurético natural ayudándonos así a limpiar nuestro organismo.
¿Qué ventajas tiene usar la cebolla como antiséptico?
Si no quieres recurrir al uso de componentes químicos, la cebolla puede ser su mejor aliado. Evitarás tener que recurrir a jabones u otros productos de limpieza que puedan dañar tu piel. Además su precio es muy asequible y puedes encontrarla en cualquier supermercado o frutería.
Por otro lado, es importante saber que se trata de un alimento muy versátil. Y es que podemos darle múltiples usos tanto a nivel de aplicación externa como utilizándola en alguna receta de cocina como, por ejemplo, una sopa de ajo o sopa castellana.
Cómo utilizar la cebolla para las infecciones bacterianas
Como acabas de ver, la cebolla puede utilizarse para tratar las infecciones tanto a nivel interno como externo.
Lo único que debes saber es cuál es el método correcto de aplicación. Te lo detallamos a continuación.
1. Cómo aplicar la cebolla para infecciones externas
Tanto la cebolla blanca como la morada son grandes aliados que pueden ayudarnos a mantener limpias heridas externas. En este sentido lo único que debemos hacer es realizar una especie de cataplasma para situarlo encima de la herida, dejándolo actuar durante unos minutos.
Al principio quizás notes un leve escozor pero este pasará rápidamente y podrás aprovechar todos sus beneficios.
Además puedes elegir cómo quieres aplicar la cebolla: hervida, tostada o cruda. Cualquier método es bueno para conseguir que las bacterias no entren en tu sangre y así evitar posibles infecciones.
2. Cómo usar la cebolla para infecciones internas
Sin embargo, en caso de que quieras prevenir o curar alguna infección bacteriana interna lo mejor es que incorpores este alimento a tu dieta.
La cebolla es un elemento que puede incorporarse en cualquier receta de manera efectiva. Les da un gran sabor a la vez que aprovechamos todas sus vitaminas y nutrientes.
Como acabas de comprobar, este bulbo tiene muchas ventajas para nuestro organismo y sus efectos antibacterianos son algunos de los más importantes. Ya lo sabes, incorpora cebolla a tu dieta y mejorarás tu salud.