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Con la cascara de limón puedes preparar estos alimentos

Conoce los 4 alimentos que puedes preparar con las cáscaras de los limones

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El limón es una fruta que tiene múltiples beneficios para nuestra salud, y es que una sola pieza aporta a nuestro organismo vitamina A, vitamina C, fibra, calcio, fósforo, potasio y magnesio. Además de esta formado en su mayor parte por agua por lo que apenas nos aporta calorías.

Todo esto lo convierte en un excelente diurético que nos ayuda a purificar la sangre, un estupendo antibiótico para combatir enfermedades e infecciones y una gran solución para mejorar el aspecto de nuestra piel gracias a la presencia de antioxidantes.

Además se trata de un alimento al cual podemos sacar partido de todas las formas posibles. Podemos utilizar tanto la pulpa como la cáscara para llevar a cabo remedios naturales o distintos tipos de recetas y precisamente de esta última es de la que vamos a hablarte hoy.

Si quieres saber cómo sacarle el máximo provecho a la cáscara del limón y realizar distintas recetas te aconsejamos que sigas leyendo.

Utiliza las cáscaras de los limones para hacer esto

Seguro que más de una vez has disfrutado de una rica tarta de limón y galletas o de un smoothie de limón y kiwi y has aprovechado las cáscaras de este alimento para aromatizar. Pero, la mayor parte de las veces, no les damos un mayor uso.

Debes saber que la cáscara del limón también tiene muchas propiedades beneficiosas para nuestro organismo por lo que es interesante que comencemos a utilizarla para nuestras recetas. Y, para que empieces a hacerlo, hoy te dejamos 4 alimentos que puedes preparar con cáscara de limón.

1. Té aromatizado con cáscara

Uno de los primeros usos que puedes darle a la cáscara del limón es incluyéndola en los tés o infusiones detox que prepares. Si en vez de simplemente aromatizar vas un paso más allá y echas las cáscaras, verás como el sabor es más intenso.

Lo único que debes hacer es hervir 2 cáscaras de limón en un litro de agua y dejarlos a fuego bajo durante unos 15 o 20 minutos. Además, no es necesario que para tomarlo filtres el té o elimines las cáscaras, de esta forma podrás beneficiarte aún más de todas sus propiedades.

Además, si quieres darle aún más sabor, puedes aprovechar e incluir el zumo de un limón.

2. Prepara cáscaras confitadas

Las cáscaras de limón pueden utilizarse para muchas recetas de repostería y una de ellas consiste en hacerlas confitadas. Para llevar a cabo esta receta lo único que tienes que hacer es cortar en tiras las cáscaras de los limones y ponerlas a hervir en una olla con abundante agua a fuego alto durante unos dos minutos.

Una vez se enfríen (a temperatura ambiente) deberás repetir el producto durante dos veces más. Mientras tanto prepararás el almíbar cocinando en una olla unos 100 gramos de azúcar con un poco de agua hasta conseguir una consistencia similar a la miel.

Cuando hayas terminado tendrás que escurrir las tiras y añadirlas en el almíbar de azúcar que habrás realizado previamente. Llegado este punto lo único que tienes que hacer es añadir todo en una olla y dejarlo que se cocine a fuego bajo hasta que se consuma el almíbar y, una vez las saques de la olla, dejarlas secar hasta que estén frías y crujientes.

3. Haz unos cubitos refrescantes para tus bebidas

Si quieres darle un toque distinto a tus cubitos de hielo otra forma de aprovechar las peladuras del limón es incluirlas en el agua que vas a utilizar para realizar los mismos.

Una de las mejores formas de hacerlo es rallando la corteza para que los trozos no sean demasiado grandes. Así podrás darle un toque cítrico a cualquiera de tus bebidas o incluso podrás aprovechar estos cubitos para realizar algún tipo de cóctel.

4. Realiza una rica mermelada con la cáscara

Finalmente, también puedes hacer mermelada con la parte exterior de la cáscara de limón. Lo único que tienes que hacer es ponerla en una olla la cáscara bien lavada y rallada, evitando la parte interna blanca ya que puede amargar demasiado la mermelada.

Puedes combinarla con otro producto como la pulpa de lima, de forma que tendrías que poner aproximadamente un 80% de pulpa y un 20% de la cáscara rallada y dejar hervir a fuego medio.

Una vez tengas todos los ingredientes irás agregando azúcar al gusto y un puto de agua para que la mezcla no quede demasiado espesa. Lo único que queda ya es esperar a que vaya cogiendo la textura típica de la mermelada pues será cuando puedas apartarla del fuego y dejarla enfriar para envasarla más tarde.

 

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