La naranja es un producto muy versátil que podemos utilizar en muchas recetas y además aporta ciertos beneficios a nuestro organismo. Entre ellos, nos ayuda a prevenir la artritis gracias a sus propiedades antiinflamatorias y también a regular la presión arterial gracias a que contiene magnesio.
Por eso es importante incorporarlo a nuestra dieta sea de la forma que sea: en guisos, postres o incluso zumos. Siendo esta última la forma más sencilla de comerlo.
Si quieres hacer el mejor zumo de naranja te aconsejamos que sigas leyendo para descubrir cuáles son los fallos que estás cometiendo y no deberías.
6 cosas que estás haciendo mal cuando preparas zumo de naranja
Como acabas de ver la naranja puede tener muchos beneficios para nuestro cuerpo. Más aún si lo combinamos con otros elementos como, por ejemplo, un zumo de naranja, guayaba y zanahoria.
Pero antes de prepararlo debemos tener en cuenta una serie de pautas importantes que van a influir en la calidad del mismo. Descubre los 6 errores más comunes a la hora de preparar zumo y por qué pueden estropearlo.
1. No lavar bien el producto
Lo primero que debemos tener en cuenta es que es importante que limpiemos bien la fruta antes de elaborar ningún tipo de zumo con ella. De esta forma evitaremos que se cuelen las impurezas y las consumamos.
Además, si queremos evitar que caigan pepitas, también es necesario que colemos el zumo antes de tomarlo.
2. Elegir la variedad de naranja incorrecta
No todas las variedades de naranjas se producen en todas las épocas ni dan la misma cantidad de zumo por lo que es importante que elijamos las más apropiadas para exprimir.
Por eso debemos decantarnos por aquellas que nos pueden proporcionar más zumo como son la navelina, la salustiana o la sanguinelli.
3. Consumir más cantidad de la debida
Muchas veces asociamos el hecho de consumir zumo con el comer fruta y esto realmente no es así. Cuando exprimimos una naranja lo que hacemos es liberar los azucares separándolos de la fibra y convirtiéndolos en azúcares añadidos, con el consecuente problema que puede tener este tipo de productos.
Por eso es importante que no sobrepasemos el límite marcado por la OMS y que se fija en aproximadamente un vaso al día.
4. Dejarlo fuera de la nevera
Dentro del frigorífico el zumo puede conservarse sin problemas durante un par de días sin problemas. No obstante la exposición a la luz o al sol puede provocar la oxidación de este producto, lo que le haría perder sus propiedades.
Por eso es importante que, si no lo vas a consumir al momento, lo guardes en un recipiente oscuro en la nevera.
5. Utilizar un exprimidor inadecuado
También debemos tener en cuenta la variedad de exprimidores que existen en el mercado. Hay muchos modelos con distintas características y tendremos que elegir el que mejor se adapte a nuestras necesidades.
Para ello podemos valorar el número de personas que van a utilizarlo, si el uso va a ser esporádico o no, prestaciones que ofrece e incluso el precio. Con todos estos datos podremos determinar de manera definitiva cuál es el modelo que debemos comprar.
6. Tomarlo en ayunas
Finalmente debemos tener en cuenta el momento en el cual se consume el zumo. Muchas veces se habla de la importancia de tomar zumo de naranja en ayunas aunque esto puede tener más desventajas que ventajas.
El zumo de naranja es muy ácido y si lo tomamos de esta forma puede provocarnos reflujo y problemas de acidez. Por eso es mucho mejor que lo tomemos a media mañana o media tarde, ya que de esa forma evitaremos posibles molestias.