El comienzo de un nuevo año siempre está marcado por las metas y los buenos propósitos a conseguir en los próximos doce meses. Uno de los más repetidos es el perder algo de peso y mejorar nuestra forma física. Es normal después del atracón de las fiestas.
Una de las claves para conseguirlo está en el desayuno. Es frecuente escuchar que se trata de la comida más importante del día. No sabemos si lo es, pero sí que es la primera ingesta después de haber estado varias horas en reposo y sin comer nada. Es la comida que recupera los niveles de azúcares y nutrientes necesarios y hace la primera distribución de estos por el cuerpo. Por ello, saber qué desayuno nos viene mejor para nuestro peso y actividad diaria va a ser clave para conseguir el propósito de este año de perder algunos kilos sobrantes.
El desayuno activa nuestro cuerpo
Cuando desayunamos es como si le diésemos cada mañana al botón de encendido de nuestro organismo. Aunque nos hayamos despertado, lavado la cara, vestido y hasta dado los buenos días, nuestro metabolismo inicia su jornada cuando damos el primer bocado. Es una cuestión pura de supervivencia. Si nuestro cuerpo no recibe alimentos, el metabolismo permanece en un estado de semi reposo para administrar los nutrientes y reservas del organismo. En cuanto ingerimos alimentos, se acelera y nos activa.
Es fundamental elegir alimentos saludables y adecuados a nuestra actividad. Y para un equilibrio perfecto es necesario que el desayuno contenga los macronutrientes básicos: hidratos de carbono, lípidos y proteínas. Un desayuno completo evitará que sintamos la necesidad de picar dulces y otros alimentos de calorías vacías a lo largo del día. Gracias a ello es mucho más fácil no caer en la tentación de comer a deshoras, ya que nuestras necesidades nutritivas estarán cubiertas.
Estos son los desayunos fitness que te ayudarán a mejorar físicamente
Existen varios grupos de alimentos que pueden aportar las cantidades necesarias de cada nutriente para sentirte en plena forma. Un desayuno fitness, debe contener frutas cítricas como la fresa el kiwi o la piña, ricas en agua y fibra y con muy pocas calorías. Cereales como la avena, que aportan una gran fuente de vitaminas, fibra y minerales. O bebidas con base de avena o arroz o leche desnatada en lugar de entera, que aportan calcio sin interrumpir nuestra dieta. Todos estos alimentos pueden estar presentes de varias formas en un desayuno completo y equilibrado. Vamos a darte algunas ideas para que sepas qué alimentos puedes incluir y cómo combinarlos para que además de saludables sean de lo más apetecibles.
Bol de Yogurt y frutas cítricas
Este desayuno tiene un gran aporte en azúcares y nutrientes, y lo mejor es que es muy sencillo y rápido de preparar. Solo necesitas un par de yogures sin calorías, 300 gramos fruta cítrica que más te guste —recomendamos naranja o pomelo—, 20 gramos de semillas de chía o de avena y un par de nueces grandecitas. Tritura las semillas y las nueces y viértelas primero al fondo del bol, luego trocea la fruta y añádela. Finalmente, añade el yougur. Muévelo todo para que quede mezclado y disfruta de un desayuno sano, nutritivo y delicioso.
Pancake de banana
Las tortitas o pancakes son sinónimo de desayuno o merienda de fin de semana. Algo que no puedes tomar en una dieta equilibrada, más bien un capricho. Sin embargo, podemos preparar una pancake saludable y que nos aporte el chute de energía que necesitamos para afrontar nuestras actividades de la mañana. Solo necesitas una banana o dos plátanos si no tienes banana, un huevo, cuatro cucharadas de salvado de avena y una cucharadita caca o canela, según prefieras. Machaca los plátanos y mezclalos con el resto de los ingredientes. Bátelo todo utilizando un tenedor o una espumadera. No utilices aparatos eléctricos como una batidora o una licuadora porque no queremos que la mezcla pierda demasiada densidad. A continuación engrasamos la sartén con aceite de coco, si no tienes utiliza margarina u otra grasa vegetal, pero por sabor y propiedades, recomendamos el aceite de coco. Cuando la sartén esté caliente, vierte la mezcla y dale la vuelta como a una tortilla cuando la parte que da a la sartén esté dorada.
Tostadas de huevo y aguacate
El aguacate tiene fama de ser una fruta con alto contenido graso y, por lo tanto, poco recomendable en una dieta de adelgazamiento. Sin embargo, tiene un gran aporte energético, por lo que si nuestra mañana va a ser ajetreada, es justo lo que necesitamos. A este desayuno para cargarnos de energía vamos a añadir unos huevos duros, pan integral y, de manera opcional, unas rodajas de tomate natural. Puedes añadir un poco de pimienta molida para potenciar el sabor de los ingredientes. Es tan sencillo como tostar las rebanadas de pan y añadirles el aguacate, el huevo y el tomate. Si vas a acompañarlo de un café para terminar de despertarte, elije algún tipo leche vegetal —avena, arroz, almendra…— o desnatada.
Un zumo de lo más completo
Es un hábito bastante común acompañar el desayuno con un zumo de naranja recién exprimida. Ni que decir tiene que nos parece una aportación de lo más acertada para empezar el día. Una buena dosis de vitamina C es justo lo que necesitamos para mantener a raya al resfriado en invierno. Pero podemos hacer de ese zumo, el elemento principal de nuestro desayuno. Prepara un yogur desnatado o bajo en calorías —si es 0% materia grasa, mejor—, dos cucharadas de avena, dos o tres almendras media papaya y dos o tres rodajas de aguacate —más o menos lo que cabe en dos cuchara soperas—. Mézclalo todo en la licuadora. ¡Ya verás qué bien te sienta! Pero también puedes hacer zumos más ligeros utilizando solo frutas y verduras. Por ejemplo mete en la licuadora un cuarto de una piña con una vara de apio. O, si quieres hacerte tu propio smoothy, añade a tu mezcla de frutas, como fresas y plátanos, medio vaso de leche desnatada.