La diferencia entre lo que le pagan a los agricultores y el valor del apio en el mercado, puede llegar a considerarse “abusiva”, puesto que las personas que se encargan de cultivar, cuidar y cosechar el vegetal ganan una cantidad muy baja al compararla con quienes la transportan y venden. Entre otros ejemplos de esta desigualdad entre productores y revendedores, tenemos lo que también sucede con la calabaza, el pollo, la granada, etc…
Entre el precio que percibe un agricultor o ganadero en el campo por sus productos y el que paga el consumidor en la tienda de al lado o en el centro comercial, hay diferencias abusivas e injustificadas que pueden llegar al 1.000 %.
Diferencia entre origen y destino del apio
Según la tabla de precios que elaboran la UPA y la Unión de Consumidores el apio es el producto que tiene una mayor diferencia de precio entre origen y destino, con una diferencia de un 786%. Esto supone que, mientras el agricultor cobra el apio a 0,21 euros por kilo, el consumidor paga 1,65 (más de siete puntos). Mientras que en relación a otros productos, se encuentran diferencias de 556%, 310%, 417%, y más.
Básicamente, cuantos menos intermediarios haya entre el agricultor y el consumidor, más beneficios habrá para ambos.
¿Existe una solución?
La solución parece ubicarse en atender tanto la exportación, así como el mercado interior, en cuanto a concentrar la oferta y operar lo más directamente que se pueda con el consumidor, reduciendo todo lo posible la intermediación. Y que las autoridades controlen adecuadamente las importaciones de países terceros para evitar situaciones de competencia desleal con los productos. Cuestión que además se junta mucho con el tema del comercio de contrabando en fronteras comunes.
Además, los poderes públicos han de establecer condiciones para que los precios de los insumos se mantengan en niveles razonables para reducir costes al agricultor o ganadero.
Por otra parte, la administración habría de facilitar los seguros agrarios, mejorar las infraestructuras marítimas, de carreteras y de ferrocarriles para que los agricultores y ganaderos solos o asociados, puedan poner sus productos en los mercados con el menor coste y llevar al medio rural una fiscalidad acorde con la rentabilidad de las explotaciones.
¿El apio es difícil de cultivar?
La respuesta es sí, pero nunca imposible. El apio es un cultivo que se conserva mejor que las otras hoja, es de mayor rendimiento y muy buscado en épocas del año como Navidad y Fin de Año para hacer las ensaladas Waldorf. Este no se puede cultivar en todo el año, puesto que si se hace en un ambiente de temperaturas muy baja, entonces, no da una buena planta comestible (ya que se vuelve fibrosa) y si se cultiva en invernadero, se utilizan los cultivares amarillos, dorados o autoblanqueantes.
La germinación del apio, es la más complicada de todas las especies, puesto que sus semillas son muy pequeñas, tienen un bajo poder germinativo y requieren de condiciones muy estrictas. Estas condiciones son:
- La temperatura óptima de germinación es de 21ºC, si está por encima de 18ºC requiere luz para germinar, pero con más de 28ºC simplemente no germina.
- Para el cultivo, las temperaturas óptimas son de 15 a 21ºC.
- Necesitan riego permanente.
- Se puede iniciar en verano, pero la temporada ideal es el otoño temprano (hasta la mitad de abril) y la primavera, o después de pasado el invierno (después del 15 o 20 de julio). Con temperaturas de entre 9 y 15 grados, la planta estando pequeña acumulará frío y si llega a la primavera chica, en vez de terminar la planta, florecerá.
El ciclo de cultivo en verano puede ser de 60-75 días, pero en los meses fríos se puede alargar a 130 días o más para poder completar un apio de buen tamaño. La cosecha se realiza desde que las plantas tienen 700g y se corta la planta sin raíz.
No debe faltarle agua, pero hay que evitar los encharcamientos. Es muy sensible al calor, ya que este le provoca marchitamientos, amarillamientos en las hojas y ennegrecimiento de las hojas jóvenes. En verano, es indispensable ubicarlo en lugares muy ventilados.
Este vegetal es uno de los más populares en nuestro país y esto se debe a a que comer apio te aporta estos nutrientes a tu cuerpo.
¿Cómo se transporta?
No es muy difícil ni largo de explicar. El transporte puede realizarse en camiones frigoríficos o no, pero asegurando una buena ventilación, dependiendo de la época y de la distancia al mercado. En cuanto a los efectos del etileno, se sabe que a bajas temperaturas el apio no es muy sensible a niveles reducidos del mismo en el ambiente.
Como hemos visto, en la cadena de producción todos los actores cumplen su función, y en ello tienen mucho que decir los pequeños y medianos productores del campo, quienes a pesar de las disparidades de precios apuestan por seguir cosechando y garantizando du traslado hacia las grandes ciudades.