Las endivias o endivias, con b o con v -ambas formas correctas- son una hortaliza, con unos pequeños cogollos de color blanquecino y de punta entre amarillo o verde, que pertenece a la familia de las asteráceas entre las que hay más de 1.000 géneros y 20.000 especies de las cuales se cultivan solo unas pocas.
Este cultivo, originario de Bélgica, es una variedad de la achicoria que se ha modificado mediante un cultivo forzado o artificial para obtener lo que actualmente conocemos como la endibia. El descubrimiento en concreto de esta especie de planta data del año 1850 cuando los agricultores belgas descubrieron que las raíces de la achicoria ubicadas en un ambiente cálido, húmedo y oscuro contaban con unos brotes muy tiernos y blancos.
Son precisamente esas raíces blandas y frescas, que contaban con un sabor ligeramente amargo, debido a los compuestos químicos como son la lactucina, lactucoprina y la intibina, podría ser un estupendo aperitivo con el que acompañar los entrantes y ensaladas, o una comida completa más que añadir a los menús de sus dietas.
Beneficios de las endibias o endivias
Este cultivo cuenta con multitud de propiedades que nos van a ayudar en ciertos aspectos de nuestro organismo. Aunque, a priori, cabe destacar que es una hortaliza con un bajo aporte energético y nutritivo, sí hay que señalar que aporta hidratos de carbono y proteínas que son imprescindibles para el buen funcionamiento del cuerpo.
A diferencia de otras verduras y hortalizas, las endivias se suelen servir en forma cruda, esto supone que se prevenga la pérdida de nutrientes durante el cocinado. Tal y como han señalado en varias ocasiones desde la Fundación Española de la Nutrición, la temporada de esta planta arranca en los meses de otoño y se prolonga hasta el verano, aunque se recomienda su consumo en los primeros meses de cultivo.
Es un alimento que contiene mucha fibra y previene, por lo tanto, el estreñimiento y favorece el regular tránsito intestinal. También tiene en gran medida potasio, que nos ayuda al correcto funcionamiento del sistema nervioso y de los músculos. Y hierro, una sustancia que previene la aparición de una enfermedad como es la anemia. Otras hortalizas como los cogollos de lechuga, también evitan la aparición de esta enfermedad.
La endibia es un alimento diurético, es decir, previene la retención de líquidos y ayuda a depurarlos. Es destacable esta faceta de la hortaliza porque puede ser muy beneficiosa en dietas destinadas a personas que combaten problemas como la obesidad. Y es que, al adelgazar nuestro flujo de orina aumenta y este cultivo favorece la eliminación de este líquido de nuestro cuerpo.
Tiene un alto contenido en vitaminas, lo que aporta antioxidantes, que permiten regular la circulación sanguínea, previene enfermedades cardiovasculares y mantiene en perfecto estado el sistema inmunológico. Por ejemplo, la vitamina A, ayuda al mantenimiento de nuestra piel, las mucosas y la visión.
Fundamental en el embarazo
¿Y por qué esta hortaliza es muy importante el periodo de gestación de una mujer? Lo cierto es que las endibias o endivias tienen un alto contenido en ácido fólico, una vitamina imprescindible para el correcto desarrollo del feto o embrión. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que las mujeres tomen unos 400 microgramos de esta vitamina todos los días desde al menos un mes antes de quedarse embarazadas. Un déficit de ácido fólico durante el primer mes de gestación del bebé puede favorecer la aparición de espina bífida, un defecto congénito consistente en la falta de cierre total de la columna vertebral del feto y, por lo tanto, puede originar graves enfermedades tras el nacimiento. El consumo de envidias es beneficioso por todos los motivos expuestos siempre y cuando se realice de manera moderada, el exceso puede generan consecuencias negativas.