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Por qué tus hijos detestan el brócoli – Tips de porque los niños lo odian

Por que tus hijos detestan el brocoli - Tips de porque los niños lo odian

El brócoli es una verdura odiada por los niños pese a mantener incontables beneficios nutricionales para el ser humano al ser rico en vitamina A, vitamina C y fibra, ¿pero es posible conseguir una explicación a este problema?. La respuesta es sí y es que el brócoli forma parte de las verduras que carecen de impulsores sensoriales hacia gustos específicos e innatos en los niños entre los que destacan el dulzor y la salinidad. En cambio el brócoli al igual que la coliflor y que el repollo mantienen un gusto amargo.

Las verdaderas razones del odio de los niños hacia el brócoli

Existen ciertos criterios a tener en suma consideración a la hora de conseguir una respuesta factible para este problema y entre los factores que desencadenas este mal gusto y esta enemistad entre el brócoli y los niños se pueden citar:

El brócoli definitivamente es una verdura amarga

Debido a ciertos compuestos presentes de forma natural en el brócoli y que además son los responsables directos de sus propiedades y ventajas nutricionales y de salud como por ejemplo el glucosinolato (GLS) que a su vez se descompone en isotiocianatos (ITC) y que sin lugar a dudas están relacionados a la amargura y a la sensación de pungencia (picor o ardor), siendo particularmente indeseables para los gustos infantiles.

Un olor algo detestable

Para complicar aún más las cosas el brócoli no ayuda en cuanto a la calidad de su olor, esto gracias a un compuesto denominado S-metil-ʟ-cisteína sulfóxido o (SMCSO), que después de su descomposición es capaz de lograr producir elementos muy parecidos al amoniaco, ácido metanosulfénico y el odiado trisulfuro de dimetilo responsables directos de olores con cualidades sulfurosas y sumamente desagradables, especialmente para los niños.

El brócoli y los efectos de las bacterias bucales al masticarlo

Cuando se logra la interacción entre el S-metil-ʟ-cisteína sulfóxido o (SMCSO) y la enzima denominada cisteína sulfóxido liasa o (alinasa). Capaz de desprenderse del tejido de este vegetal mediante rompimiento mecánico, es decir: cuando lo masticas. Dando a entender que el simple hecho de consumirlo permite que al masticarlo se liberen estas desagradables cualidades.

Igualmente la alinasa es producida por muchas bacterias presentes en nuestras bocas, un ejemplo muy común es la Fusobacterium nucleatum la cual se encuentra de forma abundante en la saliva humana formando parte activa del micro bioma oral y que también colabora de forma directa en la producción de compuestos volátiles azufrados responsables de halitosis.

El brócoli como verdura mantiene un sabor de amargura natural, además al masticarlo hay ciertas enzimas que se descomponen y logran producir olores desagradables, lo que evidentemente causa la repulsión habitual de muchas personas (en especial los niños) hacia ellos.

Influencia del olor del brócoli en su sabor

Todos abemos que los sentidos del gusto y del olfato en los seres humanos están perfectamente estrechados y mantienen una interacción de máxima complejidad y unidad. Razón por la cual nuestro cerebro necesita en muchos casos de la información proporcionada por el olfato para conseguir el resultado más óptimo referente al gusto.

Al consumir brócoli las enzimas antes nombradas logran la correcta descomposición de sus compuestos en azufres volátiles dentro de la cavidad bucal, esto sin lugar a dudas afecta de forma increíble el sabor y la percepción que tenemos al momento de consumir este tipo de verduras.

La vista también es responsable

Investigaciones efectuadas por varias universidades de renombre a nivel mundial han logrado confirmar que la vista mantiene una efectiva influencia en los gustos relacionados a lo que consumimos y es que el color verde denota repulsión mientras que el rojo desata una atracción que efectivamente abre el apetito (una evidente opción evolutiva de nuestro cerebro y cuerpo), razón por la cual las verduras de color verde los niños no las consiguen apetitosas mientras que una sandía roja de inmediato llamara su atención y querrán consumirla.

Una aversión por culpa de la saliva con bacterias

Estudios recientes han logrado demostrar y confirmar que muchos niños con bacterias bucales en sus salivas (responsables de producir altas cantidades de compuestos de azufre) son capaces de mantener una mayor tasa de desprecio hacia el consumo de este tipo de verduras (brócoli, coles, coliflor, etc). También es importante mencionar que esta reacción no se logró demostrar en personas adultas, lo que obliga a pensar en un elevado factor de tolerancia en las personas mayores gracias al aprendizaje condicionado.

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