En japonés, Zen se refiere a la meditación, pero no existe un estilo zen, de reglas fijas y un diseño cerrado. Se podría decir que es cm una forma de vida que igual se puede acercar al término del slowlife. Por lo que tú misma puedes darle el toque que quieras, siempre y cuando te haga sentir bien. El tema es crear una atmósfera relajante (igual que cuando entras a un spa, por ejemplo), pero en tu casa.
El estilo zen es más bien una forma de organizar tu casa que sea práctica a la vez que ordenada. Es decir, que el hecho de ponerte a buscar en casa algo que necesites, no te de más estrés, si es que ya no tienes o vienes de fuera con él. Porque recuerda, tu casa es tu templo. Esa debe ser la sensación, y para ello, te vamos a dar algunos tips que te pueden ayudar muchísimo.
5 ideas de decoración zen para tu hogar
Lo primero de todo es reducir al mínimo los accesorios y los elementos decorativos, así como intentar no tener demasiado objeto a la vista . Intenta tener solo lo esencial y necesario. Sea cual sea el espacio que tengas, deberás adecuar tus enseres a él. Moverte bien y con comodidad por tu casa es fundamental. A partir de aquí, además de las plantas y los elementos naturales te proponemos:
1. Optar por colores tierra
Un diseño de inspiración zen tiene que ver con los colores naturales, en tonos suaves, como el blanco, el gris, los tonos beige o el beige rosa, que tienen el poder de inducir una sensación de relajación y calma. La armonía cromática entre los diversos elementos es muy importante, así como la continuidad visual entre las paredes, los muebles y el suelo.
2. Elige tejidos naturales y ligeros
Las telas deben ceñirse a la misma regla de naturalidad, ligereza y comodidad. Uno de los elementos imprescindibles de tu decoración zen son las cortinas que aportan una sensación de intimidad, a la vez que reducen el ruido y bloquean las corrientes de aire. Apuesta por tejidos naturales, como el lino o la lana y combínalos con el resto de la estancia. Para un ambiente más elaborado, asócialos con estores que modulan la luz para conseguir un ambiente diferente.
3. Mejora tu habitación con aromas naturales
Puedes usar, desde velas, a incienso, o spray de lino casero, velas también de soja o cera de abeja y aceites esenciales, de esta forma, dotarás a tu habitación con aromas frescos, que no solo serán relajantes a la hora de dormir, sino también vigorizantes cuando te despiertes (los hay de muchos tipos).
3. Opta por luces suaves y naturales
Para un espacio completamente relajante, reemplace las luces fluorescentes intensas con luces relajantes, inspiradas en la naturaleza o las velas. Coloca diferentes fuentes de luz que te permitirán controlar la intensidad y las zonas a iluminar. Evita proyectar una luz directa y artificial fuerte desde el techo y aprovecha todas las posibilidades para mezclar una lámpara de pie, un conjunto de lámparas y una luz indirecta.
4. Mantén los muebles simples, naturales y sin recargar
Los muebles de estilo zen se caracterizan por líneas simples y claras, evitando los detalles complicados y el exceso de ornamentación. Los muebles deben ser (a poder ser) de alta calidad y estar hechos de materiales naturales, ya que aportan una sensación de calidez y relajación. Las piezas de almacenamiento (armarios, alacenas, cómodas) pueden cobrar vida si se pintan en colores que combinen con el resto del interior.
Recuerda que el estilo zen no tiene reglas fijas ni establecidas, y al final prevalecerá todo lo que te haga sentir relajada y bien ¡ese es el secreto!
