Lo más habitual al momento de comprar una vivienda es acudir a una institución financiera y solicitar la acostumbrada financiación mediante la contratación de una hipoteca. En la actualidad es lo más normal, pero no es la única opción disponible para conseguir los necesarios recursos con los cuales cerrar un trato inmobiliario. Generalmente, se concede el 80 % del valor homologado de la vivienda que en cliente quiere adquirir, por lo que debe costear el restante 20 % con ahorros.
Además, se debe disponer de un 10 % adicional para el pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) o del IVA en dependencia de sí la vivienda es nueva o es de segunda mano, más los gastos de notaría y de registro. Es aquí donde se presentan problemas, ya que muchos clientes no disponen de estos ahorros para cubrir los gastos iniciales no financiados por el banco, por lo que deben recurrir a otras modalidades o alternativas para comprar una vivienda.
Alternativas a las hipotecas bancarias de vivienda
Aunque el cliente tenga y demuestre su plena capacidad para adquirir y pagar las cuotas hipotecarias, es probable que no tenga el 30 % del valor de la vivienda que se requiere (generalmente) para cubrir todos los gastos que el banco no financia al momento de aprobar una hipoteca de vivienda y que se generan por culpa de la compra del inmueble.
Es aquí donde surgen conceptos novedosos para dar solución a este problema y colaborar en la medida de las posibilidades ofreciendo métodos alternativos de financiación a los préstamos hipotecarios convencionales. Muchos de ellos con amplias ventajas para ambas partes (comprador y vendedor) y creando las condiciones necesarias para dar solución a un problema que disminuye las opciones de crecimiento de este sector.
Leasing habitacional o inmobiliario para vivienda
Un método de financiación inmobiliaria que consiste en un contrato de arrendamiento de dicha vivienda enmarcado en un contrato de tiempo fijo y que generalmente se extiende desde los 5 años a los 25 años de duración. Aquí se incluye un compromiso de compra del inmueble por parte del inquilino y que generalmente se lleva a cabo al momento de dar por finalizado el periodo de arrendamiento de la vivienda.
La entidad financiera se quedara con la propiedad del inmueble y será arrendado al inquilino e interesado en la vivienda, quien al finalizar el contrato de arrendamiento podrá cancelar la última cuota y quedarse con el inmueble o en caso contrario desistir de la compra. Esta modalidad tiene ventajas, porque en sí no se constituye una hipoteca como tal, ahorrando los impuestos y evitando cargas en los registros de la propiedad para conseguir una garantía de pago.
El leasing habitacional está catalogado como una alternativa de acceso a vivienda, dirigida a aquellos que no tienen la plena posibilidad de ofrecer una cantidad de dinero para saldar la entrada, pero con la negativa de ser difíciles de aprobar por los bancos. Además, aunque te ahorra la necesidad de disponer de ahorros iniciales, el tipo de interés es más elevado y muchas veces es más sencillo solicitar un préstamo bancario para generar el dinero de la inicial de la casa.
Crowdfunding inmobiliario o de vivienda
El crowdfunding es otra alternativa disponible para acceder a la posibilidad de comprar vivienda, esta modalidad está inclinada al perfil del inversor y es capaz de permitir el acceso a una fuente de financiación colectiva. Este concepto logra, gracias a pequeñas aportaciones (varios inversores), llevar a cabo una inversión inmobiliaria que genere rentabilidad, es decir, poco capital y pequeños desembolsos (aunque muchos inversores) para crear una participación colectiva.
Aquí los intereses suelen ser más elevados que en una hipoteca tradicional, porque es un mecanismo que está destinado a pequeños inversores que quieren diversificar e invertir en el sector inmobiliario. Y aunque los expertos sean categóricos en anunciar que no es un mecanismo propiamente que funcione para la adquisición de una vivienda habitual, está dirigido a la compra de viviendas y por ende a dar un empuje al mercado inmobiliario con generación de rentabilidad.
Crecimiento del mercado inmobiliario español
Ambas formas de financiación para viviendas están iniciando en España, pero considerando las dificultades de posibilidad de ahorro para la gran mayoría de los potenciales clientes, es posible que estas nuevas fuentes de financiamiento y acceso a viviendas tengan un futuro prometedor. Siendo determinantes para su éxito, la aceptación por parte del público y la flexibilidad de las instituciones financieras para competir con las hipotecas tradicionales.