Con la llegada del año nuevo son muchos los propósitos que nos solemos marcar. Muchos tienen que ver con la salud y con los hábitos de vida, otros con los momentos de ocio y las relaciones personales, y también lo hay relacionados con el hogar. ¿Quién no se ha propuesto hacer una reforma en su hogar para empezar el año con aires renovados? Y dentro de las estancias a reformar, las cocinas, y sobre todo los baños, sueñen ser las elegidas, pues el uso y el paso de los años suelen hacer mella, sobre todo si la familia es de varios miembros.
A la hora de reformar un baño, los azulejos que colocamos son fundamentales para definir el estilo decorativo que le queremos dar, ya que cubren una gran parte de la estancia, por lo que su elección es crucial, especialmente si quieres darle un toque de estilo y personalidad. Hoy en día hay tanta variedad en azulejos de diseño que no tendrás problema en encontrar uno que se adapte a lo que quieras. Para elegirlos, o bien puedes ir a las tiendas para verlos en persona u optar por pedirlos por internet, lo que resulta mucho más cómodo, aunque muchos prefieren observarlos in situ.
Cómo elegir el azulejo adecuado
Para saber qué tipo de azulejo es perfecto para ti, primero debes analizar tus gustos, el estilo del resto de la vivienda, las dimensiones del baño, tu presupuesto y tus necesidades, pues, como decíamos antes, la variedad existente en el mercado, afortunadamente, es muy amplia. En este sentido, los distintos materiales tienen características diferentes que pueden ayudarte en la elección, pues los hay más baratos y más caros, que se limpian mejor o peor, los que encajan mejor en estancia pequeñas o en estancias grandes… Los diferentes tipos son los siguientes:
- Mármol. Es un clásico que nunca pasa de moda, símbolo de elegancia y luminosidad. El mármol cuenta con muchos tonos que se pueden adaptar a todos los estilos, aunque últimamente los blancos con una ligera veta gris son los reyes del baño. Además, cada vez hay más imitaciones en porcelánicos o materiales de última generación que consiguen un efecto amarmolado con resultados similares a precios más económicos. Podría decirse que el mármol es una apuesta segura.
- Piedra. Otro clásico con una estética mucho más natural y un cierto toque rústico tradicional que puede combinar muy bien en una sola pared con baños ultramodernos. Sus relieves y texturas aportan mucho, y son perfectos para que incida en ellos la luz, por los juegos de tonos y sombras que se generan. Además, no necesitan mucho mantenimiento, por lo que resultan muy prácticos, aunque son de los menos económicos y en algunos casos, al absorber más la humedad, se suelen estropear antes.
- Cerámicos. Suelen ser los más utilizados (los azulejos de toda la vida), ya que son resistentes, fáciles de limpiar y los más económicos. Están fabricados principalmente con arcilla roja o blanca, arena de cuarzo y agua, con una capa encima que es la que muestra el diseño. Su desventaja principal es que si se cascan en algún punto, queda al descubierto el color de la arcilla de debajo, aunque normalmente se suelen tener algunas piezas de recambio para suplir estas con roturas.
- Porcelánicos. Este tipo de azulejos entran dentro de los cerámicos, pero con técnicas de producción que los hacen mucho más duraderos y resistentes, permitiendo también formatos mayores. El precio es más elevado que el de un azulejo cerámico normal, aunque se contrarresta con la calidad. En cualquier caso, tanto cerámicos como porcelánicos permiten una variedad infinita de colores y diseños. También ofrecen acabados que imitan cemento, piedra, madera, siendo más baratos que los originales.
- Vidriados. Dentro de los azulejos de diseño, los vidriados son una gran opción ya que sus propiedades hacen que sean perfectos para estancias húmedas o que están en contacto directo con el agua. Además, producen un efecto de transparencia y reflexión que multiplica la luz percibida. En el mercado los encontrarás de múltiples patrones y colores y, aunque su precio es mucho más alto que otros tipos de azulejo, aportan mucha elegancia y estilo a los baños contemporáneos.
Un azulejo para cada tipo de baño
A la hora de elegir azulejos de diseño para nuestro baño, es muy importante tener en cuenta el estilo que vas a imprimir al mismo pues, por ejemplo, para baños industriales, lo que se recomienda es jugar con las formas eligiendo azulejos geométricos y piezas que imiten al cemento y tenga un acabado mate. En cuanto a los colores deberán ser principalmente oscuros y en tonos negros, grises y blancos. Asimismo, los hidráulicos también pueden ser un acierto si están bien combinados.
En el caso de los baños de estilo nórdico, lo que debe primar es la luminosidad, por lo que predominará el color blanco (con toques grises) y los revestimientos monocromáticos, así como azulejos geométricos tipo metro o hexagonales. En cambio, si tu baño es rústico, los azulejos deben ser acogedores y cálidos, así que lo recomendable son colores claros y azulejos de piedra o efecto madera, ya que la madera natural no suele funcionar bien con la humedad, excepto algunas como las tropicales. Otra opción es jugar con mosaicos, aunque sin perder el aspecto natural.
Si tu baño es vintage o modernista, los mosaicos son lo que necesitas. Puedes combinarlos con azulejos blancos o claros para no saturar y crear contraste, lo que le dará también un toque moderno, o bien elegir tonos más oscuros si prefieres esa estética. Finalmente, para baños infantiles, lo que hay que conseguir es que sea un baño divertido, por lo que la mejor opción son azulejos de distintos colores y formas. Eso sí, intenta que no quede demasiado infantil para que dure varios años, porque los niños crecen rápido y cambiar un baño no es tarea fácil.
Cómo seleccionar el tamaño y el diseño del azulejo
Otra de las características importantes a tener en cuenta es el tamaño del azulejo. Las dimensiones percibidas de tu baño pueden cambiar según el tamaño de azulejo elegido, ya que podemos jugar con el ojo y hacer que parezca más grande en caso de que tu baño sea pequeño. Si tu baño en cambio es buenas dimensiones, puedes permitirte elegir lo que más te guste. Entre los tamaños de azulejos, al igual que con los diseños, hay mucho donde elegir y cada uno aporta algo. Por ejemplo, los grandes dan sensación de amplitud y continuidad, ya que tienen pocas juntas y casi no se perciben. Además, aportan calidez, siendo una buena opción para baños de pequeñas dimensiones.
Los pequeños, por su parte, son perfectos para combinarlos con otros modelos de diferente estilo y tamaño, y pueden servir para crear contraste y dar protagonismo a algún azulejo en concreto. Estos permiten hacer mosaicos y son más dinámicos, aunque también es cierto que recargan más por sus juntas y volúmenes, y pueden ser menos prácticos por el mismo motivo (con el tiempo las juntas se ensucian), pero bien combinados también pueden dar amplitud. Este tipo son ideales, por ejemplo para resaltar una pared dejando el resto en tonos neutros.
En cuanto a los azulejos de tamaño mediano, es una opción que no se recomienda si lo que buscas son azulejos de diseño que hagan más grande visualmente la estancia. Además, suelen ser menos originales y tienden a crear la sensación de un baño normal o estándar, aunque igual muchos es lo que buscan. Si optas por esta opción, los expertos recomiendan que para darle un toque original juegues con la lechada. Elijas unos u otros, lo importante es que consigas tener el baño que desees.
Y para ello, un papel importante lo juega el diseño de los azulejos. Existen un montón de acabados y formatos entre los que buscar, entre ellos los hidráulicos, que son azulejos decorativos y artesanales que tiene muchos años de antigüedad. Son de cemento pigmentado y se usan en interior y en exterior, aunque hoy en día suele ser porcelánico de imitación. Su característica más definitoria son sus diseños y patrones que recuerdan a la naturaleza y forman un mosaico al combinarlos. Y es que pueden combinarse distintos azulejos formando un patrón (tipo patchwork) o bien elegir el mismo diseño repetido en toda la superficie.
También los hay con relieve, que podrían considerarse como azulejos en tres dimensiones y suelen llevar distintos relieves, ya sea con motivos figurativos (hojas, espigas, etc.) como geométricos (ondas, rayas verticales u horizontales, etc.) Algo interesante de este tipo de azulejos es que los relieves provocan bonitas sombras entre ellos, lo que, tal y como ocurre con los azulejos de piedra, permite crear interesantes juegos de iluminación. Además, muchos de ellos vienen destonificados (distintos tonos de una misma gama), lo que les da mucho juego a la hora de vestir el baño.
Otras opciones son los azulejos de terrazo, que originalmente es un material de construcción compuesto por guijarros de piedra, normalmente de mármol y conglomerado con cemento; o biselados, un tipo de azulejos que tienen detalles en los bordes llamados biseles. En ellos, el borde está cortado oblicuamente en vez de en corterecto. Asimismo, puedes optar por formas diferentes y salir del clásico formato cuadrado o rectangular, lo que convierte de forma automática a cualquier azulejo en uno de diseño. Los hay con forma hexagonal, cuadrada, en estrella, con escamas, pompas, irregulares… También se utilizan azulejos rotos como teselas para hacer mosaicos.