Disponer de un buen sistema de calefacción en nuestra casa es algo totalmente necesario durante los duros meses de invierno. No obstante, con los precios de la luz y el gas disparados, uno de los criterios más importantes a la hora de elegir nuestra caldera es el ahorro que pueda suponernos.
Por eso hoy vamos a hablarte de dos de las alternativas más habituales y cuál es mejor en relación con su consumo energético. Si quieres conocer más detalles, continúa leyendo.
Caldera estanca o de condensación: cuál gasta menos
Elegir un sistema de calefacción para nuestro hogar implica poder elegir entre un amplio abanico de posibilidades cuyo rendimiento energético es distinto.
Por eso, antes de tomar la decisión de incorporar en nuestra vivienda un tipo u otro de caldera, es crucial que las conozcamos un poco mejor para que sepamos cómo funcionan y las ventajas que puede aportarnos cada una de ellas. A continuación te explicamos los factores que debes tener en cuenta.
Funcionamiento de cada tipo de caldera
Lo primero que debemos saber es cómo opera cada una de estas calderas para ofrecernos calefacción en nuestra vivienda, este sería un resumen:
- La caldera estanca es aquella que tiene una cámara completamente sellada en la cual se produce la combustión del gas. De esta forma se evitan posibles riesgos derivados de accidentes, ya que el gas no tiene forma de escapar de la misma.
- Las calderas de condensación son aún más eficientes, puesto que nos permiten aprovechar la condensación formada por el calor de este proceso para convertirla en energía y así mejorar su propia eficiencia energética.
Como ves, el funcionamiento de ambos sistemas es bastante similar, si bien es cierto que las calderas de condensación pueden ofrecernos mayores ventajas. Por eso son una de las alternativas más interesantes si estamos pensando en cambiar el sistema de calefacción que utilizamos en nuestra vivienda y buscamos una opción más eficiente.
Beneficios de la caldera estanca
Con respecto a sus ventajas, vamos a ver de manera diferenciada los de cada una de ellas, estando en primer lugar la caldera estanca. Sus beneficios serían los siguientes:
- Son la alternativa más segura y limpia que podemos encontrar, debido precisamente al sellado de la cámara de combustión de este dispositivo.
- Tienen un mayor rendimiento. Esto se debe a que su proceso de funcionamiento favorece que podamos obtener una alta eficiencia energética.
- Ahorro en su instalación. Las calderas estancas se incluyen dentro de los planes renove de calderas, por lo que podemos ahorrarnos un dinero a la hora de comprar una.
- Emplean aire del exterior. Lo que supone que nunca va a haber contacto con los humos de combustión de la misma.
- Tienen un precio bajo. Podemos encontrar modelos de lo más económicos y con muy buenas características.
Beneficios de las calderas de condensación
Por otro lado, las calderas de condensación también disponen de algunas ventajas que debemos conocer, como son:
- Mayor ahorro. Cambiar nuestra caldera vieja por una de condensación puede suponernos hasta un 15% más de ahorro en nuestra factura energética.
- Menos contaminantes. Consumen menos gas que otros dispositivos, lo que implica una menor emisión de CO₂ al planeta y una mejor conservación del mismo.
- Alto rendimiento. Dado que aprovechan el calor para convertirlo en vapor de agua y así poder recuperar parte de la energía calorífica generada, lo que supone también un importante ahorro en nuestra factura de suministros.
- Eficaces para cualquier tipo de vivienda. Además, pueden instalarse en cualquier tipo de casa en la que necesitemos un sistema de calefacción.
Como ves, las calderas de condensación tienen muchas de las ventajas que ya veíamos en las estancas, pero consiguiendo un ahorro aún mayor del que podríamos obtener con las mismas.
El rendimiento que tiene cada una de ellas
Finalmente, para poder tomar una buena decisión, es clave que conozcamos el rendimiento que tiene cada uno de estos dispositivos y es que, pese a tener un funcionamiento similar, se diferencian por su poder calorífico inferior (PCI), que es el calor generado en la combustión que no se aprovecha en la condensación de agua
El rendimiento del proceso de calefacción en las calderas estancas está próximo al 90-95 % sobre el CPI, mientras que las calderas de condensación son capaces de alcanzar hasta un 105-110%. Todo ello debido al aprovechamiento que hacen las mismas del vapor de agua para reducir su consumo y mantener la temperatura de nuestra vivienda.
Pero no solamente eso, las calderas de condensación también son una alternativa mucho más ecológica y que consume menos combustible, con los beneficios que eso tiene para nuestro bolsillo. Por eso todos los cambios que se están realizando actualmente con respecto a calderas, están incorporando estos dispositivos.
Así que, en resumen, podemos ver que todas las características nos llevan a elegir la caldera de condensación frente a las estancas como la mejor alternativa para instalar dentro de una vivienda.