Las calderas son uno de los elementos que nos permiten proporcionar calor a nuestra vivienda durante el invierno, sobre todo en aquellos momentos en los cuales las temperaturas son más bajas. No obstante, con la reciente crisis económica, ha hecho que tengamos que buscar la manera de ahorrar en calefacción y, una de las formas más sencillas, es utilizar una caldera cuya eficiencia energética sea elevada.
Para ello existen las calderas de condensación, una de las alternativas más modernas y preferidas por muchos usuarios. Pero, ¿cómo funcionan las calderas de condensación? ¿Qué ventajas puede aportarnos este tipo de sistema? Vamos a resolverte todas estas dudas sobre este producto para la calefacción / agua caliente.
Cómo una caldera de condensación puede ahorrarte dinero y energía
Dentro del ámbito de la calefacción podemos encontrar muchos tipos de calderas distintos como son las de gasoil, las de gas y, por supuesto, las de condensación. Estas últimas se han convertido en uno de los tipos de caldera más vendidos durante los últimos años, pero ¿qué son y cómo funcionan las calderas de condensación?
Se trata de un tipo de caldera que tiene mayor eficiencia energética que los modelos que se utilizaban tradicionalmente por un motivo muy sencillo: aprovecha el calor latente de los humos. En los modelos más tradicionales, este calor se suele evacuar con los humos de la caldera, mientras que los modelos que trabajan por condensación suelen recuperar parte del mismo al convertir ese gas en líquido y usarlo para el funcionamiento habitual de la caldera.
Pero no solo eso, la temperatura que suelen alcanzar los modelos de caldera más antiguos durante la combustión puede alcanzar los 120 °C fácilmente, mientras que en las calderas de condensación no ocurre así. Lo que ocurre es que, al recuperar parte de la energía de los gases que produce la caldera, la temperatura de los mismos se reduce, pudiendo bajar a valores que tengan 45 °C o incluso inferiores. Un aspecto que contribuye a emitir muchos menos gases contaminantes a la atmósfera.
Son, por tanto, una alternativa que nos permite cuidar el Medio Ambiente a la vez que conseguimos elevar la eficiencia energética habitual de nuestra casa para calentarla con mucho menos combustible, algo que va a terminar repercutiendo en el importe de nuestra factura de energía.
Ventajas de las calderas de condensación frente a otras
Ya hemos visto el funcionamiento de este tipo de dispositivos, pero ¿cuáles son sus ventajas frente a otros sistemas? ¿Por qué las calderas de condensación se han convertido en una pieza clave? Te explicamos las principales ventajas de este tipo de dispositivo a continuación.
Alta eficiencia energética
Este tipo de calderas son mucho más eficientes que otros modelos más tradicionales, como pueden ser las calderas de gas o de gasoil. Esto se debe precisamente al funcionamiento de las mismas, el cual nos ayuda a conseguir rendimientos cercanos al 100% al aportar el poder calorífico de la condensación.
Más respetuosas con el Medio Ambiente
Si bien es cierto que las calderas de condensación no son tan buenas como las energías renovables, sí que emiten menos gases contaminantes que otros dispositivos de este tipo. Esto es así porque, al recuperar parte de la energía de la condensación, estas calderas trabajan a menor temperatura.
De hecho, se considera que pueden reducir hasta en un 70% las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) y dióxido de carbono (CO2). Por eso existen planes que apoyan el cambio de los modelos de caldera más tradicionales y contaminantes por este otro tipo.
Mejor regulación en función de la demanda
Habitualmente, en las calderas más tradicionales la temperatura de los humos y el agua tiene que estar por encima de la temperatura de rocío de los gases, algo que les impide ajustarse eficazmente a las variaciones de la demanda que tenga la misma. Sin embargo, en las calderas de condensación esto no sucede, ajustándose a cualquier rango de funcionamiento que sea necesario en la vivienda.
Ahorro en la factura del gas
El hecho de que estas calderas funcionen a menos temperatura no solamente es beneficioso para el Medio Ambiente, sino también para nuestro bolsillo, de hecho, se calcula que pueden proporcionarnos un ahorro en la factura energética que está entre el 25 y el 30%. Algo que, por su parte, hace que amorticemos la compra de la caldera muy rápidamente.
Más silenciosas
Finalmente, es importante también destacar el hecho de que estas calderas funcionan sin realizar paradas, por lo que se evitan esos ruidos de encendido y apagado tan característicos en las calderas más antiguas. Algo que se agradece, sobre todo si están funcionando durante la noche, momento en el cual los ruidos se perciben mucho más fácilmente.
Así que, como puedes ver, este tipo de calderas tienen muchos más beneficios que los modelos tradicionales y pueden ayudarnos a cuidar de manera más eficiente nuestro planeta. Esperamos que este artículo te haya servido para conocerlas un poco mejor.