La crisis energética generada por el conflicto de Ucrania ha provocado claros cambios en el paradigma del consumo y venta de energía. Tanto es así que, las tarifas libres, han pasado de ser la mejor alternativa a ser un gran gasto en la mayor parte de los hogares.
Pero el cambio a la tarifa TUR no es tan sencillo como parece. Existe una gran traba que está afectando a muchas comunidades de vecinos que funcionan con calefacción central. Sigue leyendo para descubrir el problema.
El cambio a la tarifa TUR 4, un problema para muchos vecinos
Las tarifas energéticas han sido uno de los temas más controvertidos durante los últimos meses, sobre todo las de libre comercio. Su precio elevado en exceso ha hecho que sea más rentable pasarse a la tarifa TUR, al menos momentáneamente.
En el caso de las comunidades de vecinos que operaban con calderas comunitarias hace unos meses, no era posible acogerse a la misma. Por eso, el Gobierno creó la nueva tarifa TUR 4, la cual está específicamente destinada a aquellos hogares cuyo consumo anual es superior a los 50.000 kWh.
Esto supondría un ahorro para muchas comunidades de vecinos que podría llegar hasta el 50%, un desahogo bastante importante para los consumidores. De manera que se reduciría, ligeramente, el problema económico que estamos sufriendo desde mediados de año. No obstante, no es oro todo lo que reluce y son muchas las comunidades de vecinos que se están encontrando con un problema fundamental a la hora de tratar de contratar su tarifa. Te explicamos cuál es a continuación.
El requisito para solicitar la tarifa TUR que está suponiendo un problema
La tarifa TUR 4 fue diseñada con el objetivo de reducir los problemas económicos que están derivando de la subida de precios y la crisis energética. Para acceder a ella, el Gobierno marcó 3 requisitos a cumplir, los cuales te recordamos a continuación.
- Tener un consumo comprendido entre los 50.000 kWh y los 50.000.000 kWh y que la comunidad de vecinos esté al corriente del pago de todas las obligaciones económicas contraídas con su comercializadora.
- Que los usuarios dispongan de contadores individuales de calefacción en su vivienda para así evitar los posibles fraudes.
- Que los vecinos dispongan de un certificado de eficiencia energética con un saldo positivo. Este último es, precisamente, el que está generando problemas.
No obstante, uno de estos 3 requisitos es precisamente el que está suponiendo un problema a los usuarios a la hora de acceder a esta tarifa. Y es que, la avalancha de peticiones para obtener el certificado energético, ha hecho que las instituciones se colapsen y no tengan tiempo para cubrir toda esta demanda a tiempo.
El principal problema es, además, encontrar instaladores oficiales cualificados que cuenten con ese certificado energético, ya que no es un perfil que abunde. Una situación que preocupa a los consumidores, los cuales se temen que el cambio no vaya a poder realizarse a tiempo y tengan que enfrentar las temperaturas más frías con su tarifa tradicional. No obstante, al parecer, ya se están tomando medidas que tratan de paliar esta situación para que así todos los consumidores que la han solicitado puedan disfrutar de su tarifa correcta.
Las consecuencias negativas de la guerra de Ucrania
El conflicto entre Ucrania y Rusia, como hemos visto a lo largo del artículo, ha tenido consecuencias bastante negativas más allá de sus fronteras. No solo hablamos del cambio forzado de tarifa que han tenido que llevar a cabo los vecinos, sino también de que el suministro de alimentos se ha interrumpido, afectando así a unas 1.500 millones de personas en todo el mundo. Además, la guerra ha golpeado económicamente sobre todo a los países que más han sufrido la crisis provocada por la pandemia de la Covid-19.