Más allá del talento y de la inteligencia innata de los japoneses, está el hecho fundamental de la disciplina y esta característica junto a otras dos claves han logrado que ellos de manera individual y colectiva sean reconocidos a nivel mundial por generar orden con una excelente calidad organizativa. Marie Kondo también ha revolucionado la manera en la que el orden se adueña de los hogares para generar felicidad y armonía, pero siempre basada en estos tres principios.
La enseñanza y transmisión de estos conocimientos desde la niñez es un aspecto fundamental para que el sentido de la integridad se una al sentido del orden, creando un eficiente clima organizacional en todos los estratos (personal, doméstico, social, educacional y empresarial). Esta doctrina logra la eficacia que caracteriza a los japoneses y por ende a Marie Kondo quien la integra de forma magistral en su método KonMari.
La cultura japonesa como modelo de Marie Kondo
La constancia supera al talento y occidente aún se asombra y se rinde a los pies de lo que ha logrado conseguir la doctrina japonesa como generadora de disciplina y excelencia desde los diversos ámbitos. Además de los refinados modales, la precisa corrección y un amor incondicional hacia el orden y la limpieza que sin dudas pueden pareces fuera de lugar, pero que en la práctica demuestran su elevada efectividad.
Su capacidad para reponerse ante la adversidad ha sido punto de partida que demuestra su extrema persistencia, disciplina y amor a la resistencia, con unas sólidas raíces donde la tradición ha creado figuras míticas como por ejemplo los samuráis o los monjes Zen. La eficiencia en todo lo que hacen, su actitud, disponibilidad y cortesía hacia el bien común deja perplejos a todos, pero siempre con un nivel de exigencia altísimo que sobrepasa a los más jóvenes.
Alcanzando la disciplina a lo Marie Kondo
La disciplina está signada por un trío de características que permiten que sea posible alcanzarla con éxito, de allí que Marie Kondo mire a la disciplina como la fase final o a la raíz que es capaz de nutrirlo todo y que permite expandirse hacia todos los contextos. De allí que la propia Marie Kondo nos explica cuáles son estas tres claves que en conjunto permiten que la disciplina diga presente para conseguir el orden.
La deseada organización
Una adecuada organización es capaz de ahorrar tiempo y ganar en eficiencia, por lo que es esencial en cualquier contexto y lugar donde quieras que el orden se instaure. Un hogar organizado siempre será un hogar en armonía y esta premisa aplica para cualquier empresa o escuela; donde jefes, maestros, personal y alumnos tienen sus funciones con la máxima claridad posible para lograr un panorama cristalino del trabajo personal y en conjunto.
La organización además optimiza las tareas del hogar y del trabajo, ya sea a pequeña o a gran escala y en cualquier ambiente con resultados donde se evidencia la correcta optimización de las tareas con actuaciones rápidas y ajustadas a las circunstancias, donde predomina un excelente nivel de detalle de todas las tareas diarias, demostrando un estricto control de las acciones y de las programaciones establecidas.
La oportuna limpieza
Es importante entender que la limpieza va más allá de la simple eliminación de la suciedad de los espacios gracias a que es capaz de entregar un óptimo equilibrio a muchas facetas de la vida y en generar altas dosis de salud. Aquí dice presente Marie Kondo con la firmeza y éxito de su método KonMari para ordenar los espacios de los hogares con grandes resultados, afectando de un modo positivo el bienestar físico y mental.
La infaltable puntualidad
La clave faltante es la puntualidad, una dimensión japonesa destacada más allá de lo que puedas pensar y en un término que necesariamente es mucho más profundo que simplemente cumplir con el exacto cumplimiento de los horarios y con las citas establecidas con anterioridad. Esta puntualidad permite establecer metas y cumplirlas a cabalidad por sobre todas las posibles restricciones, cumpliendo con los objetivos trazados con altas dosis de presteza y eficacia.