El hierro es un metal ornamental muy duradero, ampliamente usado para la fabricación de diversas piezas y objetos del hogar, entre ellos es frecuente ver muebles de jardín, rejas, espejos, planchas de cocina, pomos o manillas de puertas, estanterías, candelabros y diversos elementos decorativos tanto en el interior como en el exterior del hogar. Sin embargo, son más comunes en áreas al aire libre, razón por la que es inevitable que, con el paso del tiempo, la intemperie cause estragos y lo termine oxidando, haciendo de su limpieza una necesidad.
Asimismo, su textura áspera atrae más partículas de polvo y adhiere suciedad fácilmente, por lo que, a pesar de ser robusto y resistente, tiende a cambiar de aspecto si se deja fuera durante periodos prolongados de tiempo. Si este es tu caso y quieres darle nueva vida o mantener en buen estado tus objetos elaborados en este material, sigue leyendo y aprende cómo limpiar hierro de forma casera, económica, segura y muy sencilla.
¿Cómo limpiar el hierro viejo y con óxido en casa?
Es esencial que antes de dar inicio a este proceso evalúes el estado del hierro para saber si realmente es posible remover la suciedad y el óxido o si ya ha podrido el material. Puedes probar frotando con una lija o estropajo de alambre la superficie; si notas que la capa que recubre este metal se desprende en trozos, entonces ya es muy tarde y no será posible devolver su aspecto cuidado e impecable. Si, por el contrario, al frotar no se rompe ni se desase el objeto, entonces si puedes salvarlo y quitarle esa apariencia marrón y devolviéndoles su valiosa funcionalidad.
- Los primeros pasos son desmontar cualquier otro material que no sea hierro, por ejemplo, fundas, cojines o accesorios decorativos. Si no se pueden remover, debes limpiar con precaución para no estropearlos.
- Luego, pasa un trapo seco y frótalo haciendo un poco de presión para sacar las capas superficiales de óxido. Si tienes una pulidora en casa ¡Mucho mejor! Pues hará este trabajo por ti y sin necesidad que te esfuerces demasiado.
- Hecho eso, aplica cualquiera de los métodos para limpiar y quitar el óxido del hierro en casa que te explicamos a continuación.
¿Cómo limpiar hierro pintado?
En el caso de la limpieza del hierro forjado pintado como los muebles o rejas esmaltadas, la mejor opción es la lejía:
- Mezcla agua con un poco de cloro o lejía.
- Limpia frotando con una esponja dura, nunca con un estropajo de metal o un papel de lija, pues podría arañarlo y dañar la pintura.
- Enjuaga con abundante agua tibia y deja secar al aire libre.
- Puedes añadir un chorrito de vinagre para intensificar su poder.
Cómo limpiar hierro oxidado con vinagre
El ácido acético que contiene el vinagre blanco de limpieza funciona como un detergente que ayuda a despegar y disolver la suciedad, lo cual le ha dado un lugar protagónico en esta guía para eliminar el óxido del hierro, y si se mezcla con limón se intensifica su efecto, además, es barato y no tóxico, por lo que podrás emplearlo para desmanchar otras superficies en donde haya manchas difíciles, grasa rebelde o suciedad de mascotas.
- Sumerge en un recipiente lleno de vinagre blanco por 8 horas el objeto que se desea limpiar (ideal en caso de tuercas, tornillos y herramientas). En caso de que sea grande y sea imposible introducirlo (como las rejas, una mesa, silla o parte de la decoración), empápalo y deja que actúe por varias horas (preferiblemente toda una noche).
- Pasado este tiempo, cepilla el material y notarás como en cuestión de segundos el color del óxido se va desvaneciendo.
- Otra alternativa es que, en vez de cepillar, mojar un trozo de papel aluminio en vinagre y frotar con fuerza la zona oxidada.
Cómo quitar el óxido del hierro con bicarbonato
Al igual que el vinagre, el bicarbonato de sodio es un gran aliado para asear y desinfectar diversas áreas de la casa como las encimeras, los quemadores de la cocina e incluso desengrasar superficies. En este caso, es un eficaz producto indicado para limpiar hierro fundido o forjado sin verter químicos nocivos. Fíjate en el proceso:
- En un recipiente humedece bicarbonato de sodio en agua con unas gotas de limón.
- Aplica esta mezcla en el objeto oxidado de metal.
- Deja que repose durante toda la noche.
- Al día siguiente, frota con ayuda de un cepillo para despegar los residuos oxidados.
- Aclara con abundante agua la pieza con agua tibia para deshacerte de los residuos del limpiador y del óxido.
Nota: Aunque parezca increíble, esta es la forma perfecta de quitar manchas de óxido de la ropa de manera natural.
¿Cómo limpiar hierro fundido oxidado con Salfumán?
También conocido como “aguafuerte”, es un producto químico que contiene ácido clorhídrico, un excelente componente capaz de higienizar, blanquear y remover suciedad, grasa y sarro pegada de zonas difíciles como suelos, inodoros y bañeras. No obstante, es un ácido tóxico y agresivo. Úsalo de la siguiente manera para rejuvenecer piezas de hierro viejo y muy oxidado:
- Debido a la poderosa acción del Salfumán, debes mezclarlo en un recipiente con agua a partes iguales y un poco de detergente lavavajillas para que no corroa el hierro.
- Luego, sumerge los objetos o piezas. Podrás notar como se producen burbujas sobre la herrumbre y luego de unos minutos el óxido comienza a salir.
- Deja que haga su efecto durante 3 horas.
- Pasado este tiempo, sácalos del recipiente (recuerda que debes usar guantes para que no cause irritación al entrar en contacto con la piel) y lávalos con agua templada y frota con un cepillo de cerdas duras para eliminar los restos del limpiador y el óxido.
Cómo limpiar hierro fundido con Coca Cola
¿Sabías que esta bebida contiene ácido fosfórico? Se trata de un líquido espeso y transparente utilizado para proteger metales contra la corrosión (que, por cierto, no es exactamente saludable para el organismo). Es muy empleado para quitar óxido de enrejados, verjas y diversas superficies de hierro.
- Si son objetos pequeños, déjalos en remojo en un bol o vaso todo un día.
- Sácalos del recipiente al día siguiente y frota el óxido con una esponja dura o de metal.
- Si son piezas de hierro más grandes como una bicicleta, una moto o una mesa, empapa completamente unas toallas viejas en coca cola.
- Cubre la totalidad del objeto oxidado con las toallas y déjalo actuar por toda una noche.
- Al día siguiente, quita las toallas y remueve el óxido con una manguera a presión o frotando con papel aluminio para un acabado más impecable.
Ya sabes como mantener como el primer día las piezas de hierro con productos económicos y procesos muy prácticos. Basta con que encuentres un rato libre en tu día, las juntes todas y le digas adiós de una buena vez por todas al detestable óxido.