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Aprende a plantar esta hortaliza que fortalece el sistema inmunológico

El ajo aporta bastantes beneficios a la salud, y lo puedes plantar y cultivar tú mismo de forma sencilla.

Sembrar o plantar ajos en una maceta o en un huerto casero no es excesivamente complejo: cualquiera lo puede hacer. Siguiendo una serie de pautas, puedes cultivar tú misma o tú mismo esta hortaliza tan versátil, que te puede servir para preparar muchos platos diferentes.

Además, el ajo aporta muchos beneficios a la salud, por lo que los expertos recomiendan su consumo frecuente. Entre otras cosas, fortalece el sistema inmunológico y es capaz de reducir el colesterol. ¡Aprende a plantarlo y cultivarlo!

Las claves para plantar ajos

Para plantarlos, debes disponer de una jardinera o un espacio no muy grande en tu huerta, un poco de sustrato para las macetas y una cabeza de ajo: así de simple. Puedes elegir el tipo de ajo que quieras: el blanco o el morado. Desmonta su cabeza, saca todos sus dientes y procede a preparar la maceta llenándola prácticamente hasta el tope con tierra o sustrato. Después, introduce los dientes de ajo, siempre con la punta más fina boca arriba.

plantar ajos

Cuando metas los dientes de ajo en los surcos que formes en la tierra, asegúrate de que haya una separación de entre 10 y 15 centímetros entre cada uno. Asegúrate de colocar la maceta en un lugar donde de la luz del sol si la vas a tener en el exterior y, si la vas a instalar en el interior de tu hogar, cerciórate de que la colocas en un lugar luminoso. Riega la zona abundantemente para que los ajos se humedezcan y ya habrías completado todos los pasos importantes.

En tan solo unas semanas, tendrás listas las plantas de ajos, cuyos frutos podrás consumir frescos o dejar que se sequen. En este último caso, habrás obtenido las clásicas cabezas de ajo. La temporada de cultivo y cuánto tarda en crecer una planta de ajo depende mucho del clima. Si vives en zonas frías, plántala al final del invierno, ya que, de lo contrario, podría helarse. Si vives en una zona más templada, lo puedes plantar desde que arranca el invierno hasta llegar casi a la entrada de la primavera.

El ajo no suele necesitar riegos, ya que se cultiva en una temporada fría donde la lluvia es abundante. Sin embargo, en inviernos y primaveras muy secos, es recomendable regarlos un poco, dependiendo de lo grave que sea la sequía. Si tienes la maceta de ajos en el interior de tu hogar, riégala hasta humedecer un poco la tierra. No la riegues demasiado, ya que el bulbo correría el riesgo de pudrirse.

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