La estrella de los jardines es el césped, porque es fácil de plantar y de cuidar, pues basta con recortarlo de cuando en cuando, normalmente con el cortacésped. Además, es la base necesaria para que crezcan flores y otras plantas que puedan darle otro toque al terreno.
Si estás pensando en plantar césped, has llegado al sitio correcto, pues en este artículo te daremos todas las claves para que aprendas a hacerlo de la mejor manera. ¡Dale color y vida a tu jardín!
Claves para plantar césped natural
La época en la que lo plantes va a determinar su desarrollo de manera significativa, ya que no se puede hacer en cualquier momento del año. Al igual que las flores, los árboles y otras plantas, el césped también requiere de unas condiciones específicas de siembra. La mejor época para plantar el césped es en otoño, porque es la época más húmeda en España, y la humedad ayuda a que el césped arraigue debidamente. Sin embargo, también puedes plantarlo en primavera por sus lluvias constantes o habituales.
Plantar césped en el jardín se puede hacer con semillas o mediante el uso de tepes, que son trozos de césped y suelo que se mantienen unidos por las raíces. La segunda es la opción más rápida y sencilla, y se suele utilizar para renovar o cubrir estadios, prados y campos de golf. No obstante, el césped no es más que un conjunto de semillas que, dependiendo del tipo que sean y de su porcentaje, crecerá un tipo de hierba u otro. Como plantar tepes no tiene mucha complicación, vamos a centrarnos en la siembra tradicional, con semillas.
Cómo sembrar césped con semillas
La siembra se puede hacer con máquina o a mano, pero en ambos casos debes asegurarte de que no haga viento, ya que éste podría arrastrar las semillas y dar lugar a siembras desiguales. Si lo haces con una sembradora, realiza dos pasadas sobre el mismo terreno, una de atrás hacia adelante y otra de izquierda a derecha, es decir, creando una cuadrícula, y si se hace a mano lo más recomendable es dividir las semillas en dos partes iguales, e ir repartiendo a un lado y a otro de la línea que sigamos, para asegurar que queden bien diseminadas.
Justo después de dejar caer las semillas, debes compactar el suelo con un rastrillo o un instrumento similar y procederse a un primer riego, excepto si se trata de un suelo que ya está muy húmedo, en cuyo caso el primer riesgo deberá hacerse en cuanto la tierra comience a secarse. Si todo va bien, el césped va a arraigar y crecer en unas tres semanas, siempre y cuando mantengas alejadas a las aves que se alimentan de las semillas y no camines sobre el sembrado.
Durante la primera semana, debes regar el césped a menudo, incluso tres o cuatro veces al día. Después, se puede disminuir la frecuencia de riego, a 1 o 2 veces al día. Para que el césped se mantenga sano y fuerte, es más recomendable regarlo siempre en horas de poco calor para que no se seque demasiado deprisa. Antes de proceder al primer corte, debes esperar a que alcance una altura mínima de 10 centímetros.
Los tepes de césped
Se colocan muy fácilmente, el efecto visual es inmediato y su mantenimiento es casi nulo, ya que está tratado por las empresas proveedoras (con mantenimiento nos referimos a fertilizantes, abonados…) y, por tanto, hay un menor riesgo de que aparezcan hongos o que crezcan malas hierbas. No obstante, tienen un pero: son productos perecederos que debes instalar inmediatamente, el mismo día que los adquieras.
Lo más importante es que tengas clara la opción que escojas, teniendo en cuenta el tiempo del que dispongas y el espacio que tengas en tu jardín. Sean semillas o tepes, te deseamos mucha suerte. ¡A plantar!