¿Quién no se ha planteado alguna vez cultivar y cuidar la menta para tener siempre disponible en nuestro hogar? En el caso de que tengas un espacio exterior en tu hogar, ya sea en jardín o en terraza, puedes plantearte tener una menta fresca que te salve de muchas situaciones.
Y es que la menta no solamente sirve para que nuestra casa huela increíblemente bien. También la podemos usar para infusiones y para refrescar algunos cócteles cuando llegan las altas temperaturas. Y además tiene increíbles propiedades para la salud del estómago, por lo que tener y cuidar la menta en tu casa siempre va a ser una gran idea.
Pero… ¿Es complicado mantener menta en casa? ¿Qué cosas pueden hacer que se estropee o no crezca lo suficiente una vez cultivada? Como con todas las plantas, es realmente importante saber bien qué necesidades tiene la menta para que esté sana. Vamos a contártelas.
Cosas que debes saber para cuidar bien la hiervabuena
Hay un detalle realmente importante, y que debes conocer antes de empezar a cultivar la menta. Se trata de una especie invasora, y tiene tendencia a usar todos los nutrientes de un jardín y acabar con el resto de especies de plantas que tengas. Así pues, siempre es recomendable cultivarla en una maceta, aunque tengas jardín, o bien en un sitio que asegures que está completamente aislado del resto.
Y además de este pequeño detalle, también tienes que saber otros detalles de las necesidades de la menta para que te crezca sana y sin dificultades:
- Contra lo que muchos piensan, la menta se cuida mejor en un espacio interior. Parece que debido a su frescor le va a venir bien el espacio externo, pero esto es solamente así cuando vives en un sitio con temperaturas muy equilibradas. Las altas temperaturas, y también las heladas, matarán tu menta sin miramientos.
- Así mismo, las hojas de la menta son delicadas y no pueden recibir la luz del sol directa durante horas. Si sitúas tu menta en un lugar exterior donde recibe directamente los rayos del sol, probablemente la planta resista pero sus hojas estén siempre marchitas y estropeadas.
- Por tanto, lo mejor para ella es estar en un lugar interno pero pegada a una ventana con mucha luz. La luz es muy buena para la menta, pero siempre indirecta.
- Con respecto al riego, debe de ser frecuente y bastante abundante. Para hacerte una idea de cómo debes cuidar la menta, te recomendamos que siempre compruebes que la tierra está húmeda, aunque no encharcada. Siempre que esté seca, debes regarla, por lo que puedes establecer más o menos una estimación de regarla todos los días en verano, y durante el otoño o el invierno ir comprobando el estado de la tierra.
- Hay algo que percibirás enseguida y debes tener en cuenta, y es que la mente crece muy rápido. No debes tener miedo a podarla para que no se descontrole y se mantenga siempre sana con los nutrientes que la tierra le da. Así pues, es bueno para ella cortar algunas hojas para usarlas en la cocina, por ejemplo, y también eliminar todas las hojas que vayan marchitándose.
En definitiva, la menta es una planta muy fácil, que no necesita más que un poco de atención al riego y a la luz solar que no sea directa para crecer en abundancia y durarte mucho tiempo. En el invierno, lo más recomendable es que la tengas dentro de casa y pegada a una ventana, como te hemos mencionado antes. Y en el verano, dejar que transpire pero siempre alejada del sol directo.