Cuando hay niños pequeños en casa, siempre es complicado no solo decorar el salón y el comedor, sino también mantenerlos en buen estado. Para muchos padres y madres, saber qué objetos poner y cuáles mejor no supone un auténtico quebradero de cabeza, por ello vamos a darles una pequeña lista de cosas que deben evitar a la hora de montarlo y poder contar con un espacio funcional, con estilo y, sobre todo, a prueba de niños y niñas.
Adaptar la decoración del salón- comedor cuando hay niños en casa permite vivir mucho más tranquilo, ya que te quita preocupaciones como las manchas o derrames de comida y líquidos que se pueden producir de manera involuntaria. Y es que es una realidad: los niños y niñas más pequeños, en el aprendizaje relacionado con la comida y manejo de cubiertos, así como dando rienda suelta as imaginación, ensucian. Y no sólo eso. ¿Cuántos padres han visto cómo, en esta vuelta al cole, su salón- comedor se ha convertido en zona de juegos o manualidades, con todo lo que ello conlleva?
Cómo debe ser la decoración del salón cuando hay niños
El salón, junto con la cocina, es el epicentro de una casa, el lugar en el que después de un largo día de trabajo o colegio o durante el fin de semana toda la familia se reúne para disfrutar de unos momentos de relax, tarde de manualidades, maratón de series o para ponerse al día sobre lo acontecido en la jornada. Los más pequeños de la casa, incluso cuando tienen una habitación infantil amplia, suelen trasladarse e «invadir» el espacio con pinturas, peluches o juguetes, que muy pocas veces vuelven al lugar del que proceden.
Por ello, si quieres estar tranquilo mientras tus hijos ocupan el salón- comedor con sus juguetes no es necesario cambiar la decoración de interiores de arriba a abajo, sino de hacer que sus cosas formen parte de ella, bien integrándose en el conjunto bien destacando con su propia personalidad. Para ello, debes limitar el número de muebles y apostar por un mobiliario cómodo, seguro y versátil, especialmente cuando se trata de la zona del comedor. No tengas miedo de incluir una trona en la decoración, cada vez tienen diseños más bonitos que encajan en todo tipo de salón- comedor.
Sillas funcionales
Es importante que dejes a un lado, aunque sea por unos años, la posibilidad de vestir tu comedor con sillas de diseño pues, aunque sean vistosas y llamativas, quizá sean sillas donde se puede enganchar fácilmente el pie de uno de los pequeños, algo inestables o demasiado pesadas para que puedan moverse con comodidad. Las sillas de plástico o de polipiel son las más sencillas de limpiar pero, si prefieres unas tapizadas, elige tapicerías antimanchas, a poder ser desenfundables y lavables en lavadora e intenta evitar los colores más delicados como el blanco o los neutros más claros. Las plegables, descartadas 100%.
Alfombras todoterreno y olvida las obras de arte
Por el mismo motivo que las tapicerías de las sillas, las alfombras que decoren el comedor han de ser resistentes. Evita los diseños más delicados. Una alfombra vinílica o de polipropileno es todoterreno a la hora de aspirar y fregar. Asimismo, si es posible, no cuelgues cerca de la mesa de comedor cuando hay niños pequeños, obras de arte de valor. Menos aún cuadros de gran tamaño apoyados en el suelo. Es un riesgo innecesario. Es preferible que optes por láminas protegidas con cristal, colgadas en la pared.
Mesa resistente
En cuanto a las mesas, cada vez se recurre más a las de sobre porcelánico, que son como una encimera de cocina, muy resistentes y lavables. y además, no necesitas ni colocar mantel sobre ella para comer. No se estropea si se derrama agua. Es un tipo de mesa que cada vez se ve más en interiorismo y que resulta muy práctica cuando hay niños en casa. Puede usarse como espacio para pintar, colorear, hacer manualidades, puzzles, jugar… Si no te convence, la madera es buena opción, aunque mejor una que no se marque demasiado. El cristal, olvídate.
Evita revestimientos delicados en las paredes
Tanto en un comedor ubicado en una estancia principal, como en una zona de la cocina, las paredes pueden sufrir daños colaterales al aprendizaje de un niño pequeño a la hora de comer o pintar. Así que evita revestimientos delicados en las paredes. Los azulejos se limpian perfectamente sea la mancha que sea que caiga. El papel pintado, mejor vinílico para que pueda lavarse. La pintura, siempre plástica. Incluso la esmaltada es más resistente a la limpieza. Una buena idea es revestir con planchas de materiales tecnológicos o plaquetas vinílicas, incluso crear zócalos o frisos que protegen la zona baja de la pared.
En resumen, para decorar tu comedor cuando tienes niños en casa «sin morir en el intento» opta por una mesa resistente a las manchas y protégela cuando se use para hacer manualidades; elige sillas cómodas, que no entrañen peligro para los más pequeños, que se puedan lavar fácilmente; si vas a poner alfombra, mejor vinílica o de polipropileno, lavable; las paredes de alrededor de la mesa, protegidas, lo mismo que si tienes una ventana cerca: siempre con cortinas que puedas lavar en la lavadora o estores de screen.
