Calentar una vivienda con un sistema tradicional de calefacción siempre ha sido lo más habitual, pero con los cambios de que estamos sufriendo los últimos meses en lo que se refiere a consumo energético, hay una alternativa que cada día está cobrando más importancia: el suelo radiante.
Este sistema nos permite distribuir el calor de manera más homogénea, generando así un gran confort. Pero, además, existen una serie de elementos que nos ayudan a mejorar aún más su eficiencia y hoy venimos a hablarte de uno de ellos. Continúa leyendo para saber más.
Depósitos de inercia: por qué te interesa conocerlos
El suelo radiante es un sistema de calefacción que tiene múltiples ventajas, pero también un problema: su tiempo de respuesta es mayor que el de otros dispositivos. No obstante, hoy te traemos un elemento que te ayudará a mitigar este problema.
Hablamos, en concreto, de los depósitos de inercia. Son unos tanques que se utilizan en este tipo de sistemas con el objetivo de almacenar agua caliente durante aquellos periodos en los que la producción ha sido excesiva para utilizarla posteriormente.
Esto lo que hace es mejorar la eficiencia energética del sistema y a reducir la dependencia de la energía de la red. Además de reducir el tiempo de respuesta del suelo radiante a la hora de calentar una estancia.
Ventajas de los depósitos de inercia para suelo radiante
Como acabamos de ver, el objetivo de este tipo de sistemas es el de almacenar más energía para emplearla cuando lo necesitemos. Pero, además, tiene otra serie de ventajas que debemos conocer:
- Mejora la eficiencia energética. Al almacenar el agua caliente durante períodos de producción excesiva, podemos usar la misma en momentos de mayor demanda, lo que reduce la dependencia de la energía de la red y también puede ayudarnos a reducir nuestra factura energética.
- Aporta mayor confort térmico. Este tipo de sistemas proporcionan una distribución uniforme del calor a través del suelo, lo cual puede mejorar el confort en comparación con los sistemas de radiadores tradicionales.
- Necesitan poco mantenimiento. Debemos llevar a cabo una revisión y limpieza cada 2 años, aproximadamente, pero no requieren ningún mantenimiento adicional.
- Nos permite ahorrar espacio. Los radiadores ocupan espacio en las paredes, mientras que los sistemas de suelo radiante se instalan bajo el suelo por lo que no requieren espacio adicional.
Inconvenientes de los depósitos de inercia
Pero, por otro lado, también existen una serie de limitaciones que debemos tener en cuenta antes de llevar a cabo la instalación de un dispositivo de este tipo. Toma nota:
- Precio de los dispositivos. El suelo radiante es, de por sí, un sistema cuyo precio es elevado. Por lo que, si lo combinamos además con otros elementos, veremos como nuestra inversión se incrementa de manera considerable.
- Requisitos de construcción. Para instalar un sistema de suelo radiante o un depósito de inercia, puede ser necesario realizar cambios en la construcción existente, como la colocación de tuberías debajo del suelo. Esto implica que son sistemas que deben colocarse en viviendas de nueva construcción o cuando vayamos a realizar alguna obra.
En resumidas cuentas, podemos decir que los depósitos de inercia son una excelente opción para mejorar el funcionamiento de nuestro sistema de suelo radiante, pero su precio es elevado. No obstante, debemos considerarlos como una inversión de la cual recuperaremos el dinero a corto-medio plazo.