Un desengrasante es un poderoso ingrediente de limpieza que se puede usar en cualquier habitación. Sobre todo, en la cocina, ya que su único propósito es eliminar grasas, aceites y otras suciedades. A diferencia de un limpiador multiuso, que se reconoce como un producto para la limpieza de superficies polvorientas o ligeramente sucias, los desengrasantes pueden eliminar la suciedad más apelmazada.
Los desengrasantes suelen estar formulados con productos químicos agresivos, lo que hace que crear los tuyos propios con ingredientes naturales e inocuos para la salud sea una buena idea. Uno de los ingredientes que no puede faltar en un desengrasante casero es el bicarbonato de sodio. Este ingrediente, tan económico y fácil de conseguir, tiene propiedades químicas extraordinarias que te ayudarán a conseguir el resultado que necesitas sin contaminar el ambiente o poner en riesgo tu salud, la de tu familia y mascotas.
¿Por qué se recomienda hacer un desengrasante casero?
Las fórmulas desengrasantes suelen contener ingredientes como las etanolaminas que son surfactantes relacionados con el asma ocupacional, pueden ser irritantes y/o corrosivos para la piel y pueden causar problemas respiratorios como tos y sibilancias. También, incluyen cloruro de alquil C12-16 dimetilbencilamonio y se ha demostrado que este compuesto desencadena síntomas en personas con asma y causa síntomas similares en personas sin diagnóstico previo. También puede resultar irritante para la piel y los ojos.
Por otro lado, el éter butílico de propilenglicol es otro irritante para la piel y los ojos común en los desengrasantes comerciales, estos solventes también pueden causar dificultad para respirar y tos. No podemos olvidarnos de las fragancias, los productos que están perfumados, aunque no son más peligrosos, contienen más productos químicos que pueden esconderse bajo el término fragancia e incluir alérgenos, irritantes respiratorios, disruptores hormonales y sustancias químicas dañinas para el sistema nervioso.
Hacer sus propios desengrasantes en casa no solo puede reducir su exposición general a productos químicos nocivos, sino que también es más económico. Solo requiere dos ingredientes simples que probablemente ya tengas en tu despensa, como el vinagre blanco y bicarbonato de sodio.
¿Cómo prepara un desengrasante casero efectivo?
Para preparar tu propio desengrasante, debes conseguir 1 taza de vinagre blanco, 2 cucharadas de bicarbonato de sodio, Aceite esencial de naranja o limón y jabón de Castilla.
Si lo vas a utilizar en áreas rebeldes, combina 2 cucharadas de bicarbonato de sodio y 1 cucharadita de agua en un tazón pequeño. Revuelve para hacer una pasta. Para un poder desengrasante extra, añade unas gotas de aceite esencial de naranja o limón. Extiende la pasta sobre la superficie sucia. Déjalo reposar unos minutos, hasta que se seque.
Rocía ligeramente vinagre sobre la pasta para hacerla burbujear, lo que facilitará aún más su limpieza. Frota con una esponja suave, ten cuidado para no rayar la superficie.
Si necesitas un desengrasante para áreas más fáciles, es decir una limpieza más ligera, simplemente rocía vinagre blanco en el área sucia y déjalo reposar durante varios minutos. El ácido acético del vinagre eliminará la grasa y la suciedad fácilmente. Limpia con un paño de microfibra o una esponja suave.
No te preocupes por el olor a vinagre se desvanece rápidamente. Pero si quieres disminuir el olor, puedes diluir el vinagre con una combinación 50/50 de vinagre blanco y agua destilada en una botella con atomizador. También puedes agregar de 8 a 10 gotas de aceite esencial de naranja, limón o tu cítrico favorito para ayudar a cubrir el
Desengrasante para utensilios de cocina y superficies de aluminio
- Cubre el área sucia con jabón de Castilla líquido. Déjalo reposar por un minuto y luego límpielo con un paño tibio.
- Para la suciedad más difícil, combina el jabón de Castilla y el bicarbonato de sodio en un recipiente hasta que alcance una consistencia pastosa. Aplícalo en el área y luego frote suavemente con una esponja suave o un paño.
Utilice únicamente vinagre blanco como desengrasante en encimeras selladas y superficies no porosas, como metal o vidrio. No utilices vinagre en encimeras de granito, ya que puede grabarse. También debes evitar las superficies de aluminio, ya que el vinagre puede manchar y puede tener el mismo efecto en ciertos utensilios de acero inoxidable, como los cuchillos de cocina. Para estas áreas, usa la receta de jabón líquido de Castilla que te explicamos antes.
Consejos de limpieza adicionales
Asegúrate de guardar el vinagre blanco y el bicarbonato de sodio por separado y combínalos solo según sea necesario. No intentes mezclarlos y guardarlos para uso futuro. Solo harás espuma y burbujeará, perdiendo su efecto limpiador a largo plazo. Guárdalos en sus envases originales.
Independientemente de si preparaste un festín o una comida rápida, limpiar con un desengrasante asegurará que se elimine toda la grasa, la arena y el aceite de las superficies. Y hacer tu propio desengrasante evitará que los químicos no deseados permanezcan en las superficies recién limpiadas.