Es evidente que las puertas son indispensables dentro de un hogar, puesto que ofrecen intimidad y sirven para distribuir los diferentes espacios de este. No solo eso, sino que además pueden servir como aislantes térmicos y acústicos.
Como existe una gran cantidad de modelos diferentes en el mercado, muchas veces se torna difícil elegir las puertas más idóneas para nuestra vivienda. Si es tu caso, has llegado al lugar correcto. En este artículo, te daremos una serie de consejos muy valiosos para que des en el clavo con tu elección.
Claves para elegir las mejores puertas de interior
Existen varios criterios de selección a la hora de escoger una puerta de interior, y en esta sección te citaremos los más importantes. Al final, elegir un modelo u otro depende única y exclusivamente de las preferencias y necesidades de cada uno, pero igualmente conviene conocer los diferentes tipos de puertas y lo que les caracteriza.
Tipos de apertura
No todas las puertas se abren y se cierran de la misma manera, y para elegir una teniendo en cuenta este criterio, debes considerar el espacio que tienes. Las más habituales son las puertas abatibles: las que se empujan para abrir y se tiran para cerrar; pero también puedes optar por otros dos tipos.
Una de ellas es la puerta corredera, que es ideal para espacios pequeños, ya que se desliza sobre una guía instalada en la pared o en el techo (o en ambas partes) tanto para abrirse como para cerrarse. La otra es la puerta plegable, cuya apertura y cierre son de tipo fuelle. En cuanto a este criterio de selección, nosotros te recomendamos que, si tienes poco espacio en tu domicilio, optes por una corredera o una plegable.
Materiales de fabricación
En cuanto a los materiales, podemos encontrar puertas de todo tipo: chapadas, de madera maciza, huecas, de acero… Por lo general, es más recomendable adquirir las macizas, porque las huecas suelen ser de menor calidad y duración.
La puerta más estética y atemporal que puedes escoger es la de madera, por lo que es la que más te recomendamos. Debes asegurarte, eso sí, de que sea una de buena calidad, tanto técnica como estética. Por ejemplo, buenas maderas que puedes escoger son la de roble, la de nogal, la de haya…
Acabados y decorados
La estética, aunque sea de los factores menos importantes, también tiene su relevancia, ya que debe ir acorde con el estilo de la casa. Puedes optar por una pintura lisa de cualquier tonalidad o que imite el dibujo de la madera, una pintura satinada y lacada con más volumen, una chapa barnizada…
Esta decisión es puramente personal, pues no hay una fórmula que defina la estética perfecta para todos los casos. Depende del gusto de cada uno. Sin embargo, debes asegurarte de que vaya en consonancia con el estilo de tu vivienda, para que no resalte en exceso.