Las babosas son la ruina de la vida de los jardineros, y regularmente encabezan las encuestas sobre plagas de jardines y huertos. Mastican el nuevo crecimiento de tus preciosas plantas, demuelen las plántulas durante la noche y se comen las hojas, tallos, flores, tubérculos, bulbos, frutos, semillas y raíces, dejando atrás sus rastros de baba plateada a lo largo de toda tu siembra.
Las babosas están activas la mayor parte del año, pero son un problema particular en la primavera, cuando hay mucho crecimiento joven de las plantas que decidiste plantar, lo cual es ideal para que se alimenten. En su mayoría son activos después del anochecer, especialmente cuando hace calor y humedad. En clima cálido y seco, se entierran en el suelo o se esconden en lugares frescos y oscuros para evitar la deshidratación. Como aficionado de la jardinería debes asegurarte de priorizar la protección de las plantas más vulnerables y si estás cultivando plantas en macetas, asegúrate seguir nuestros consejos para mantenerlas lejos.
Mejores formas de controlar las babosas
Comienza creando un ecosistema saludable
Lo mejor que puedes hacer para controlar las babosas en tu jardín es crear un ecosistema saludable, es decir, que te favorezca. Crea muchos hábitats para los depredadores de babosas, incluyendo en tu siembra setos, arbustos (especialmente aquellos con bayas) y árboles que atraerán aves como mirlos y zorzales, que comen babosas. Si tienes espacio, un estanque de vida silvestre es algo genial en tu jardín: los tritones, ranas y sapos que lo usan también devorarán babosas.
Además, el suelo saludable produce plantas saludables que son mucho más capaces de resistir el daño de las babosas. Esos animales tienden a atacar las plantas que ya están debilitadas de alguna manera. Así que cubre tu jardín con abono casero, desechos verdes abonados o estiércol bien descompuesto para mantener un suelo saludable.
Crear una zona libre de babosas
Es imposible eliminar las babosas de todo tu jardín, pero puedes crear una pequeña zona que quieras mantener libre de babosas. Las plántulas y las plantas jóvenes son, con mucho, las más vulnerables al ataque de las babosas, así que prioriza el área donde crecen, como el área dentro y alrededor de un marco frío o una cama elevada. Coloca tela o malla en la base de tus macetas antes de llenarlas con compost, para que las babosas no puedan entrar por debajo de ellas.
Prueba con el cobre
Los anillos de cobre pueden ser efectivos para disuadir a las babosas: si una babosa intenta cruzar una, recibe una «descarga eléctrica» y la obliga a retroceder. Coloque anillos alrededor de las plantas vulnerables, entiérrelos profundamente, ya que las babosas pueden llegar a la planta desde abajo.
Construye una trampa con frutas
La próxima vez que comas una fruta cítrica como la toronja o la naranja, retire la cáscara con cuidado para que pueda mantener intacta la mitad en forma de tazón. Haz un agujero que sea lo suficientemente grande para que entre una babosa y luego coloque la fruta boca abajo como una cúpula en su jardín. El dulce aroma atraerá a las babosas y las distraerá de su comida habitual: tus plantas. Si un depredador no los alcanza primero, recolecta los restos de fruta a la mañana siguiente y elimina las babosas vivas arrojándolas en un recipiente con agua jabonosa.
Usa un poco de cerveza
A las babosas les gusta la cerveza tanto como les gustan las hojas verdes de las plantas de tu jardín. Abre una cerveza y viértala en unos cuantos recipientes, luego distribúyelos en varios lugares alrededor del jardín, enterrándolos de modo que quede aproximadamente a 2 centímetros sobre el suelo. Las babosas se sentirán atraídas por el olor, se arrastrarán a las tinas y se ahogarán durante la noche. Deseche los contenedores a la mañana siguiente en su basura o contenedor de compost.