La crisis energética está más presente que nunca y es que la coyuntura de la geopolítica actual está jugando una mala pasada a las decisiones europeas de haber apostado todo al gas ruso y al mismo tiempo descuidar de forma alarmante el impulso a las energías renovables. Por lo que el presidente del Foro Nuclear es enfático al considerar que las miradas hacia esta fuente de energía nuclear comienzan a cambiar y ahora es vista con ojos menos juiciosos.
Y es que la sociedad ha comenzado a ver la parte buena de la energía nuclear de cara a un obligado replanteamiento del cierre o desmantelamiento de las centrales nucleares, porque si bien el carbón podría solventar algo de la crisis, es una medida que necesita de una logística monstruosa y costosa, sin considerar la cuota de contaminación para con el medio ambiente.
La necesidad de usar la energía nuclear durante la transición energética
Esto deja solamente a dos luchadores en pie y es que los países deberán decidir si generar electricidad mediante un gas escaso y muy caro, que está manchado de sangre por la guerra o activar de momento la producción eléctrica mediante la generación por energía nuclear, la cual en lo que va de año ya representa para España una producción del 20 % de la generación eléctrica nacional. Lo que permite inferir que posiblemente el gobierno tendrá que tomar decisiones basadas en la crudeza del invierno que se avecina y en las posibles decisiones con relación al rumbo del conflicto bélico.
La energía nuclear de cara al cierre del 2027
Sin dudas se avecina un plan de contingencia energética porque la demanda está superando con creces a la oferta y se agota el margen de emergencia que evidentemente se debe de tener a modo de resguardo energético. Pero las conversaciones con el gobierno no se han suscitado, por lo que se mantiene en pie el acuerdo con las centrales nucleares españolas referentes a su futuro desmantelamiento, el cual evidentemente cuenta con el auspicio gubernamental y está dentro de los protocolos establecidos.
Si bien toda la planificación se mantiene de cara a un cierre técnico establecido para el año 2027, es importante aclarar que se llevara a cabo una revisión en el año 2023, en la que definitivamente se verán las correcciones y definiciones que tomara la parte gubernamental en concordancia de que las políticas energéticas y nucleares son decisiones del gobierno. La revisión llegará en un momento de crisis energética, por lo que no se descarta ningún tipo de salida consensuada o la posible ayuda que podría ofrecer la energía nuclear en la generación de electricidad.
Un parque nuclear disponible para ofrecer energía barata de inmediato
España dispone de las centrales nucleares para ofrecer electricidad de un modo casi inmediato, contrastando con el caso de Francia, cuya problemática va más allá de la simple reactivación y es que los galos descuidaron el mantenimiento de sus centrales en los tiempos de pandemia y con los ojos puestos en su cierre y desmantelamiento estas centrales no están en disponibilidad de generar una producción estable de electricidad de un modo que pueda garantizar cierta seguridad.
La transición energética tiene que dar la bienvenida a todas aquellas energías que sean fuentes seguras de generación eléctrica y que además ofrezcan la necesaria estabilidad y cuota de ser predecibles. Esto no debe de interferir con el auge de las energías renovables y con el apoyo que debe asumirse para el futuro de estas energías con la firme intención de conseguir las cuotas establecidas de descarbonización y de emisiones de CO2 y allí la energía nuclear al igual que las renovables puede conseguir ofrecer una inmensa ayuda en el ahorro de emisiones hacia el medio ambiente donde solamente en España la reducción es de 20 millones de toneladas anuales.