El mundo financiero está plagado de trampas por doquier, unas podrían catalogarse de piadosas, mientras que otras mantienen toda la mala intención de dañar la economía y las buenas costumbres relacionadas con los negocios. Un mercado que siempre está en la mira es el de los seguros de vivienda y es que la experiencia común ha creado una especie de tabú financiero con relación a este sector, debido a muchas quejas y acusaciones por parte de los consumidores.
Siniestros sin resolver, precios de contratos fuera de contexto, cláusulas de la póliza que no concuerdan con lo ofrecido de modo online y una lista de otras variables que podría ser interminable. Una situación que se ha convertido en una constante para una buena cantidad de potenciales clientes, quienes se han visto decepcionados por las trampas en los seguros de hogar y de vivienda utilizadas por las aseguradoras actuales.
Los seguros de vivienda: Trampas comunes
La mayoría del universo de público y consumidores de pólizas de seguros de hogar se consideran “decepcionados y desilusionados” por culpa de las trampas de estas pólizas y por ende de las aseguradoras, quienes se aprovechan de la letra pequeña de los contratos y de los artilugios narrativos para no hacerse cargo de muchas cláusulas. Esto genera una gran incertidumbre y la negativa del público consumidor a confiar en este tipo de empresas y sus servicios ofrecidos.
Si bien la redacción de las pólizas generalmente no es un problema y es una situación que los clientes agradecen, si lo es el hecho de los trucos que utilizan las aseguradoras para deslindarse o hacerse la vista gorda ante innumerables situaciones de responsabilidad. Es decir, las compañías aseguradoras han aprendido a jugar con el tema de las exclusiones “lo que no se cubre en la póliza” y los usuarios abogan por el simple hecho de que si no lo cubrirán, por lo menos que lo digan con la máxima claridad posible.
Poca claridad en los seguros de vivienda
Las losas sanitarias: Aquí las aseguradoras aplican la terminología de exclusión de la cobertura para salirse con la suya, y es que los juegos de palabras son perfectos para evadir responsabilidades, porque muchos sanitarios en la actualidad no están hechos a partir de losas, sino que están elaborados con fibras sintéticas. Esto es un problema de cobertura y apenas puedes darte cuenta cuando el perito te lo explica, una cuestión de matices que deja en ridículo al cliente.
El problema de los límites: Una problemática que apenas descubres cuando se presenta un infortunio o un siniestro, un claro ejemplo son los daños estéticos, los cuales están plenamente diferenciados en un par de límites “lo que te cubre y cuanto te cubre”. Con una gran posibilidad de que esta trampa se cuele mediante las conocidas exclusiones y es que las cifras son categóricas al conocerse que menos de un 40 % de la póliza va dirigida a la cobertura de los posibles siniestros.
Los cristales y las ventanas: Otro excelente ejemplo de las trampas de las pólizas de seguros del hogar lo representan los cristales y las ventanas, generalmente los seguros incluyen a los espejos, pero dejan fuera de cobertura a las ventanas. Es decir, una ventana rota o dañada solo representa un desembolso para el seguro de los cristales, mientras que la ventana no estará cubierta por la aseguradora, por lo que tendrás que colocar los cristales a la misma ventana.
Otros engaños de los seguros de vivienda y la posible solución
La problemática de darte de baja: Un caso muy común se presenta cuando quieres darte de baja de una póliza de seguros de vivienda, por ley tienes que comunicarlo con un mes de anticipación, antes del vencimiento del seguro y en muchas ocasiones no se deja una perfecta claridad cuál es el proceso a seguir para lograr darte de baja. Cosas que, aunque parecen minúsculas, son determinantes y constituyen una piedra en el zapato que afecta de modo directo la credibilidad de las aseguradoras.
El mundo de las startups está desarrollando empresas que verdaderamente ofrecen soluciones a problemáticas puntuales y perfectamente definidas y una de ellas podrían constituirlas las empresas aseguradoras del hogar y sus nefastos seguros de vivienda. Aquí la idea principal es la de crear las condiciones para generar contratos vía online, involucrando a las partes en común, ya sea en línea o mediante App y con suscripciones que se renueven mensualmente.