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Te enseñamos a plantar guisantes en tu jardín

Cultivar guisantes en tu huerto o en maceta es realmente sencillo y disfrutarás de todo su sabor

Los guisantes (Pisum sativum)  se conocen también con nombres como alverja, chícharo o arjeva. Son una legumbre muy apreciada tanto por su sabor como por sus propiedades. Son muy ricos en proteínas, motivo por el que las personas vegetarianas o quienes apuestan por reducir el consumo de proteína animal, suelen incluirlos en su dieta. Otra de las cuestiones por las que puede resultarte interesante esta planta es que tienen una flor muy decorativa y de agradable olor.

Plantar guisantes es sencillo, puedes hacerlo directamente en el suelo de tu huerto o jardín. O en maceta si eres de los que apuesta por tener un huerto urbano en tu terraza o balcón. Una de las grandes ventajas de cultivar guisantes por ti mismo es que podrás disfrutar al máximo de su sabor y de sus propiedades. Además, son una planta que contribuye a mejorar el suelo porque sus raíces fijan el nitrógeno a la tierra.

Cuál es la mejor época de siembra

Dentro de los guisantes encontramos diferentes variedades, pero prácticamente todas tienen en común que la mejor época para su siembra son los meses otoñales. Esto se debe a que ya se han pasado los máximos calores estivales, pero las heladas del invierno aún tardarán en hacer acto de presencia. Dependiendo de la zona en la que vivas, especialmente si no hace un calor excesivo, puedes adelantar la siembra a finales del verano.

flor y vaina del guisante

Para empezar con la recolección habremos de esperar una media de entre 12 y 14 semanas. La cosecha se dará de manera escalonada, lo que implica que tendrás que revisar las plantas de manera regular. Debes tener en cuenta que no debes recoger las vainas hasta que se vean rellenas, lo detectarás por su forma abultada y cilíndrica. Pero tampoco debes esperar a que se hagan demasiado grandes.

Cómo plantar los guisantes directamente en el suelo

En primer lugar, tendremos que poner las semillas de los guisantes a remojo durante toda una noche. En cuanto al suelo en el que vamos a sembrar los guisantes, debe estar bien removido y también es conveniente que lo abones con humus de lombriz o compost para favorecer el desarrollo de las plantitas. Debes realizar surcos, no muy profundos, unos 5 cm serán suficientes. Y espaciar unos de otros entre 40 y 50 cm.

Las semillas se siembran en montoncitos de 3 o 4, y entre cada gripo tienes que dejar una separación de unos 15 o 20 cm. Aquí deberás tener en cuenta la clase de guisante que estás plantando, si hace una mata más densa tendrás que ampliar el espacio para permitir el desarrollo completo de la planta. Una vez que hayas colocado las semillas tienes que taparlas con la tierra y regarlas abundantemente, pero teniendo cuidado de que no queden encharcadas.

Las plantas de los guisantes cuando crecen requieren del uso de tutores. En este caso lo mejor es colocar una maya sujeta con varas para permitir que las plantas vayan enganchando sus zarcillos a la par que se desarrollan. Tú mismo puedes ayudarlas manejando las ramas con mucha delicadeza.

Cómo plantar los guisantes en maceta

El mecanismo no es demasiado diferente al anterior. El mismo modo tendremos que poner las semillas en remojo la noche anterior. Es bueno que, en este caso, selecciones guisante de mata baja. El sustrato debe estar enriquecido y drenar bien, por lo que podemos hacer una mezcla de fibra de coco, turba y humus de lombriz añadiendo un poco de vermiculita y perlita.

En cuanto a la maceta, debe tener al menos unos 15 cm de profundidad. Debes hacer en la tierra un agujero de 2 o 3 cm e introducir unas tres semillas. Si la maceta lo permite a una distancia de 20 cm, puedes plantar otro grupo de semillas de guisante. Después tienes que regar abundantemente, pero debes emplear un chorro fino o agua pulverizada. En un plazo de 10 o 20 días verás cómo germinan tus guisantes.

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