La creencia de que lavar los platos es lo más fácil del mundo y que cualquiera puede hacerlo sin esfuerzo alguno es errónea. Lo cierto es que es una tarea de limpieza más profunda de lo que se piensa y si requiere atención, productos idóneos, tiempo y métodos adecuados para obtener óptimos resultados.
No, no basta con abrir el grifo y restregar los utensilios sucios para eliminar la mugre y las bacterias. Además de eso, es esencial no seguir cometiendo estos 7 errores más comunes al lavar los platos, que no solo dejan suciedad a su paso, sino que también contribuyen a la propagación de microorganismos responsables de problemas en la salud. ¡Entérate cuáles son!
Lavar los platos: 7 errores que debes evitar si no quieres propagar gérmenes
Tras diversos estudios científicos se comprobó que más del 50% de las enfermedades infecciosas y gastroenteritis son provocadas por alimentos contaminados dentro de casa. Esto se debe a ciertas malas prácticas que, a pesar de que parecen inofensivas, son bastante contraproducentes. Fíjate cuáles son:
- Usar mal el jabón: Esta es una grave equivocación que puede ocurrir por aplicar demasiada cantidad, muy poco o por escoger el detergente incorrecto (muy suave o demasiado fuerte). Lo único que necesitas es agua caliente (ayuda a ablandar la grasa y restos de alimentos) y la dosis recomendada de jabón que indica la etiqueta del fabricante.
- No botar los restos antes de empezar: ¿El resultado? Un desagüe tapado, un fregadero sucio y esfuerzo duplicado.
- Posponer la limpieza de los platos sucios: Si eres de los que no lava lo que va usando al momento ¡Te tengo malas noticias! Al secarse, los residuos se endurecen y eliminarlos es más difícil. Por eso, dedica unos minutos inmediatamente después de comer para fregar los platos, enjuagarlos con calma y evitar trabajar el doble en el futuro.
- Desperdiciar agua: Una buena forma de evitar este error es dejar los platos, ollas, sartenes y utensilios en remojo en una palangana llena con agua caliente por 5 minutos, así la grasa será más fácil de remover y los platos se secarán más rápido.
Nota: No olvides cerrar el grifo mientras lavas cada utensilio para no derrochar el agua.
- No lavar la esponja: Bacterias nocivas como la Salmonella y la E. Coli habitan en sitios constantemente húmedos y con residuos de comida, por ejemplo: las esponjas y estropajos. Lávalos todos los días, no los dejes en remojo una vez hayas terminado y reemplázalos cada 10 días.
- Olvidar limpiar el fregadero: Aunque parezca una exageración, esta zona podría tener más gérmenes y hongos que el inodoro, así que lávalo a diario (de preferencia antes de ir a dormir) con un limpiador casero hecho con vinagre y bicarbonato.
- No desinfectar las tablas de cortar: Este es uno de los utensilios de cocina que más acumula bacterias, por lo que no basta con agua y jabón. Adicional a eso, se deben lavar con agua caliente o con un producto desinfectante como la lejía o limón con un poco de sal.
Ten presente que todos los utensilios que hayan tocado carnes rojas o blancas crudas deben lavarse el final para evitar contaminación cruzada. Igualmente, siempre que puedas usar agua caliente (con guantes) y si no necesitas usar los platos con urgencia, déjalos secar al aire libre.