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Errores que cometemos al lavar los platos a mano: descubre cómo dejarlos relucientes sin esfuerzo

Desperdiciar agua, verter demasiado detergente o uno no adecuado, no cambiar la esponja y otras metidas de pata que debes dejar de repetir.

Existe una tarea en el hogar que no nos entusiasma demasiado y a la cual miramos casi siempre con recelo y molestia, pero que debemos realizar, queramos o no. Para algunos es planchar la ropa, pasar la fregona o lavar el baño ¡La mía es la limpieza de la vajilla y el menaje después de cocinar y comer!

Si también es la tuya, debes saber que, aunque creas que haces todo bien y a pesar de no ser tan complicada como preparar una receta gourmet o la reparación de un electrodoméstico, existen ciertos deslices cometidos que repercuten en los resultados relucientes e impolutos de los platos, vasos, ollas y demás utensilios ¿Tienes idea de cuáles son? Si la respuesta es un no, sigue leyendo y conoce cuáles son los errores más comunes que se cometen al lavar los platos a mano.

Cosas que estás haciendo mal al lavar los platos

Es posible que te estés equivocando a la hora de llevar a cabo esta tarea doméstica tan sencilla y tediosa al mismo tiempo. Esto puede suceder por la costumbre, flojera o simplemente por las ansias de terminar rápido y dedicarte a otro quehacer. Malgastar agua, usar detergentes no adecuados o verter demasiado jabón son los traspiés más frecuentes, pero existen otros que quizás estés pasando por alto.

errores fregar platos ollas

No descartar restos de alimentos

Antes de comenzar a fregar, lo primero que debes hacer es desechar los residuos, bien sea que los guardes para las mascotas o los tires en la basura. De lo contrario, si los dejas en los platos y los dejas caer en el fregadero, pueden tapar el desagüe y descomponerse ahí dentro, ocasionando que se emanen olores desagradables en toda la cocina.

No utilizar agua caliente

Es fundamental acudir al agua caliente para eliminar con mayor facilidad los restos de alimentos, suciedad, grasa y cualquier microorganismo adherido al material, cosa que no ocurre si lo haces con agua fría, pues tardarás mucho más tiempo y no garantiza la eliminación total de las bacterias.

Nota: Si no quieres elevar la factura, puedes optar por calentar agua, verterla en un recipiente amplio y sumergir los utensilios en él ¡Lavarlos será pan comido!

Malgastar agua inconscientemente

Aunque lo intentes y seas ahorrativo, al lavar los platos a mano se desperdician más de 100 litros de agua, por lo tanto, es vital cuidar este recurso tan valioso instalando grifos de bajo caudal, cerrando el grifo mientras se enjabonan los utensilios y aclarándolos en un recipiente lleno de agua y no directamente bajo el grifo (reemplazando el agua cuando sea necesario).

No tener orden al lavar los platos

Sea lo que sea que hagas, la organización es la clave. Ordena todo lo que hayas empleado acuerdo a la cantidad de suciedad e inicia dejando en remojo las ollas y sartenes (si están quemados, añade vinagre), continúa lavando lo menos sucio o los cristales más delicados (vasos, platos, bandejas y cubiertos) y finaliza con el menaje con más residuos y grasa (lo que dejaste en remojo), de esta forma evitas que la mugre de la esponja o estropajo pase a los utensilios que no estén tan sucios.

Aplicar el jabón equivocado

No todos los anuncios que ves en TV o en redes sociales dicen la verdad, así que evita los que contengan antisépticos severos o productos químicos muy nocivos para tus manos y para el medio ambiente. Por el contrario, elige un jabón base y añade vinagre, bicarbonato, limón o un poco de ácido cítrico y notarás resultados igual de eficaces.

Abusar del detergente

Este error va de la mano con el anterior y es uno de los más repetitivos. No, no siempre más es mejor, en especial si se trata del derroche de jabón, pues el exceso de espuma no permitirá observar si la suciedad se desprende correctamente y al final, el gasto será mayor.

Dejar el fregadero sucio al terminar

La humedad y el calor crean un ambiente propicio para el nacimiento y desarrollo de microorganismos, por lo tanto, es esencial prevenir que bacterias y los gérmenes se reproduzcan limpiando bien el fregadero con jabón y agua caliente y desinfectándolo con vinagre y bicarbonato de sodio (incluyendo el drenaje para que no aparezcan malos olores).

No lavar regularmente la esponja de fregar

Aunque sea utilizado para limpiar, si no lavas, desinfectas con lejía diluida al 10% y dejas secar la esponja o estropajo tras cada uso, se volverá un nido de bacterias —incluyendo la salmonella y la E.coli—. Por otro lado, este utensilio de limpieza no tiene una vida útil infinita, en realidad se recomienda descartarla cada 15 días si cocinas a diario en casa o mensualmente si no la usas diariamente.

Vamos, que más allá de volverte un especialista en lavado de platos, seguir estas recomendaciones te ayudará a ahorrar unos cuantos euros en productos químicos, agua ¡Y electricidad! Modifica tus hábitos y logra lavar tus ollas, sartenes y platos de la mejor manera posible. ¡Tú puedes!

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