Para nadie es una sorpresa la cantidad de beneficios que ofrece la limpieza con aspirador sobre la tradicional forma de barrer con escoba, entre ellos, recoger hasta un 99% de polvo e impurezas. De hecho, es una de las mejores alternativas para agilizar y lograr mejores resultados en las tareas domésticas de cualquier tipo, desde el aseo del suelo, alfombras, muebles e incluso el interior de la despensa y el armario, ¡sirve para todo!
Y a pesar de ser tan importante en el hogar y aunque su vida útil ronda los 6 a 8 años, ciertos descuidos al limpiar hacen que no prestemos atención a los malos hábitos que acortan la vida útil del aspirador y afectan su funcionamiento, ¿no sabes cuáles son estos errores frecuentes? ¡Sigue leyendo, aquí te contaremos!
Descuidos que acortan la vida útil de tu aspirador
El paso del tiempo y el nulo o deficiente mantenimiento de los aparatos conlleva a un daño irreversible. Así que, si estás aquí en la búsqueda de información relevante y consejos para cuidar tu aspirador, toma nota de estos descuidos habituales y logra que te acompañe por años:
No quitar los atascos
Es vital que después de cada uso revises la manguera y la varilla para comprobar que no haya obstrucciones en el interior, así te aseguras de un buen rendimiento en la succión y previenes que el motor falle de manera prematura.
No vaciar ni reemplazar el depósito de polvo
Otro grave error es no limpiar la bolsa, recipiente o compartimento que almacena todo lo que el aspirador va recogiendo. Recuerda que, si está sobrellenada de sucio, polvo y pelusas, su eficacia en la succión se verá notablemente reducida.
No cambiar ni limpiar los filtros
Generalmente, el manual de instrucciones indica la forma y el momento adecuado en el que se deben limpiar (si es lavable) o reemplazar los filtros (si son desechables). Si se acumulan partículas de polvo en ellos, se bloquean, filtran mal y pueden ocasionar daños en el motor aspirador. La frecuencia en la que se cambian y lavan dependerá de qué tanto aspires y de la magnitud de suciedad de la superficie.
No limpiar los cepillos
Si tu aparato incluye cepillos giratorios para limpiar alfombras, moquetas, suelos duros o parqué, debes remover la suciedad, pelos de mascotas, cabellos sueltos y restos de polvo atascado en las cerdas de vez en cuando para que sigan funcionando con eficacia.
No enrollar ni guardar el cable
Lo sé, da un poco de pereza, pero dejarlo suelto y desconectado es un riesgo, pues otras personas pueden pisarlo e incluso las mascotas jugar con él (si tienes o has tenido cachorros, sabes de lo que hablo).
No cambiar a tiempo la correa de transmisión
Esta pieza hace que gire el cepillo batidor correctamente, por lo que, si se está floja, agrietada o con rasgaduras y no se reemplaza, no cumplirá su función y básicamente la suciedad quedará en la superficie como antes.
Aspirar suciedad de gran tamaño
Antes de pasar el aspirador, revisa el sitio. Evita accidentes aspirando piedras, vidrios, comida caída como galletas o patatas fritas o pequeños juguetes, como comúnmente sucede con los legos. Igualmente, fíjate bien en que no haya objetos atravesados que entorpezcan la tarea, se enrollen con el cable al momento de aspirar, causen un accidente y acorten la vida útil de tu electrodoméstico.
No configurarlo como se debe
Hoy en día —y gracias al avance de la tecnología— estos aparatos se pueden configurar de acuerdo a la superficie que se limpia. Por ejemplo, necesitarás baja potencia si aspiras tapicerías, cortinas o superficies delicadas, media si es una limpieza diaria del suelo con poca suciedad o un poco más alta para un mayor flujo de aire y mejor succión en el aseo profundo de suelos duros y moquetas.
No parar cuando se sobrecalienta
En ocasiones el trabajo asiduo no nos permite darnos cuenta cuando el aparato está en su límite, incluso cuando olemos a “quemado”. Apenas notes un ligero olor a humo, es hora de detenerte. Espera que el motor descanse de la tensión generada, verifica el problema y luego podrás continuar con las labores.
Ten presente que usarlo a diario e incluso varias veces al día también es otro de los motivos por los que se desgasta más rápido, así que, en estos casos, la prevención es la solución. Hábitos como dejar los zapatos en la entrada de casa al llegar de la calle, no comer bocadillos que dejen migas en el sillón y cepillar a tus mascotas al aire libre con regularidad harán la diferencia. ¡Tu aspirador lo agradecerá!