Vender una vivienda es un arte que está basado en variables científicamente estudiadas y donde el azar o la suerte pocas veces tienen algún tipo de influencia. En el mercado inmobiliario el par de semanas iniciales son cruciales y determinantes para la venta de una vivienda y es que aquí se determina si la propiedad ha despertado el suficiente interés por parte de los potenciales compradores, por lo que las inmobiliarias están muy atentas a este preciso dato.
La tasa de gusto por la vivienda entre los posibles clientes es un indicador de que el precio de la vivienda es acorde o podría indicar que está fuera de contexto. Hoy día, con el uso de muchas herramientas digitales, las inmobiliarias han quedado relegadas a la evaluación y realización de trámites complejos, los usuarios pueden llevar a cabo una enorme cantidad de actuaciones por sus propios medios, pero siempre es importante consultarlas gracias a sus grandes conocimientos.
Cuando la vivienda no despierta interés en venderse
Cuando la venta de una propiedad inmobiliaria lleva cierto tiempo estancada y no se vislumbra un panorama alentador con relación a su exitosa venta, entonces comienza a utilizarse el término “piso quemado”. Es decir, un vocablo que goza de cierta controversia y que en muchas oportunidades es tildado de tabú, pero que aún se utiliza en el argot de las agencias inmobiliarias, con las evidentes restricciones para no llamar la atención del público en general.

Aunque a rasgos generales, la terminología “piso quemado” suele referirse a una vivienda que tiene tiempo de sobra en el mercado y que ha estado publicada en variados portales inmobiliarios sin despertar ningún tipo de interés de parte de los compradores. Esto se evidencia cuando no se reciben llamadas ni solicitudes de visitas o preguntas relacionadas con una petición de información adicional sobre el inmueble ofrecido.
La vivienda denominada “piso quemado”
El problema radica en que la denominación de “piso quemado” se establece a criterio de la agencia inmobiliaria o del agente inmobiliario y para ello no existe una regla que pueda aplicarse en todos los casos. Esto depende de muchos otros factores y variables: La ubicación, las dimensiones, el precio, el tipo de propiedad, etc. y que afectan de un modo directo en establecer si la vivienda está o no “quemada” para el mercado inmobiliario.

Una problemática que según los expertos se debe a razones de peso como por ejemplo un precio de lanzamiento elevado, una desastrosa gestión publicitaria, una ubicación poco agradable o simplemente muchas otras variables que de una u otra manera influyen en la pérdida o el poco interés de los potenciales clientes compradores en el inmueble.
La imagen de la vivienda y la captación inmobiliaria
Las inmobiliarias profesionales evitan llegar a esta situación, por lo que siempre establecen una absoluta planificación de las estrategias y de las variables de la vivienda y una excelente captación es primordial para evitar esta situación. Pero siempre manteniendo la atención de que existen viviendas que cuestan para venderse, como suele suceder con aquellas que están ubicadas en pisos altos sin ascensor o en pisos bajos poco iluminados.

La imagen que ofrece la vivienda es primordial, por lo que las agencias inmobiliarias y los dueños invierten en la mejora sustancial de la estética de la casa, con soluciones novedosas como el Home Staging para mejorar el potencial de sus aspectos positivos y minimizar las condiciones negativas, mientras se les otorga el requerido impulso de venta que necesitan.
Si quieres vender tu propiedad, tienes que evaluar a cabalidad cada una de las opciones de venta disponibles y tomar en plena consideración el hecho de entregar la negociación a una inmobiliaria profesional y de renombre. Que pueda efectuar las necesarias actuaciones para minimizar el riesgo siempre latente de que tu vivienda o propiedad inmobiliaria se convierta en un “piso quemado”.