Las hipotecas ofrecen un servicio de gran valor como instrumento financiero al permitir que las personas accedan a los beneficios de una vivienda propia. Estas van dirigidas a los diversos estratos poblacionales y están constituidas por 2 grandes grupos que dominan la escena financiera. Las hipotecas fijas y las hipotecas variables tienen variaciones y profundas diferencias que evidentemente son importantes conocer al detalle, para tomar la mejor decisión.
Las hipotecas han sufrido variaciones en los últimos años que se catalogan como una evolución de este recurso financiero, adaptándose a la realidad económica cambiante y por supuesto con los escenarios externos; que sin dudas crean una presión sobre ellas y sobre todo el sistema financiero y en este caso sobre el sector de los bienes raíces y de las propiedades inmobiliarias, siendo una excelente oportunidad para que los jóvenes logren acceder a una vivienda.
Hipoteca fija o variable ¿Cuál es mejor?
Escoger entre una hipoteca fija y una variable es una decisión con repercusiones económicas de importancia sobre las finanzas personales, el hecho de que una de ellas pueda ser mejor que otra dependerá exclusivamente de los parámetros a evaluar y de las necesidades particulares de cada caso específico y personal, por lo que se necesita conocerlas a ambas y evaluarlas en dependencia de las necesidades.
Para aquellos que mantienen un perfil conservador y gustan de tener un perfecto control sobre sus gastos, la solución posiblemente sea la de una hipoteca fija, donde no haya sorpresas en las cuotas a pagar. Ahora bien, si no existe temor a subidas o bajadas en las cuotas y a la posibilidad de asumir riesgos en el mercado financiero a largo plazo (hasta 30 años y anclados al valor del euribor) es posible que una hipoteca variable sea la alternativa más indicada.
Eligiendo la mejor hipoteca basándose en el panorama actual
El panorama económico actual es uno de los indicadores a tener en consideración al momento de decidir cuál de las dos opciones de hipotecas es mejor, con las tasas de interés subiendo y el índice de referencia incrementándose se avecina un panorama donde básicamente los que tienen hipotecas variables les costara más dinero que el que le han prestado y obviamente destinarán un mayor porcentaje de sus ingresos para cumplir con las obligaciones hipotecarias.
Pero este problema del incremento de las tasas tiene otras repercusiones, porque afectará de forma directa a todos aquellos que deseen vender su casa, y es que al estar las hipotecas más caras se producirá de inmediato una reducción de la demanda y en consecuencia una caída de los precios de los inmuebles. Afectando a toda la cadena económica del sector inmobiliario y de los bienes raíces, con grandes implicaciones económicas y de crecimiento.
Identificando las cualidades de las hipotecas fijas y variables
Aparte del tipo de interés (fijo o variable) se debe contar con otras variables de importancia para determinar cuál de los dos tipos de soluciones hipotecarias es mejor. Dentro de estas variables es importante mencionar los plazos de la hipoteca, el índice del Euribor, las condiciones de la hipoteca y la estabilidad económica del hipotecario a largo plazo.
El diferencial clave: el Euribor
El Euribor afecta directamente a todos los préstamos, incluidas por supuesto a las hipotecas variables, esta referencia para los intereses de los prestamistas no ha dejado de subir, afectando de un modo negativo a los usuarios con incrementos que han ido avanzando desde el 0 % hasta lograr superar el 2 %. Además, se espera que siga subiendo hasta un 3 % por ser sumamente susceptible y dependiente de la salud económica de la zona euro.
El tipo de amortización y el plazo hipotecario
El sistema francés es el que domina los escenarios en la mayoría de los préstamos hipotecarios de España, esto quiere decir que los intereses de la hipoteca son pagados en el primer tercio del plazo establecido para la amortización. Mientras que el capital se abonará durante el último tercio, por lo que si el plazo de amortización es de 15 años te conviene una fija, mientras que si es mayor a 20 años sería una variable, con la esperanza de que el interés baje con el tiempo.
Las condiciones propias de cada hipoteca
Las condiciones de un préstamo hipotecario son definitorias para escoger cuál es mejor; y es que el cálculo de los intereses totales, las comisiones y la valoración del capital son puntos de máxima importancia al momento de establecer con cuál de ellas quedarte. También es importante verificar que la hipoteca no tenga productos vinculados que solo lograrán que el costo final se incremente, aunque por norma general las hipotecas variables siempre ofrecen las mejores condiciones.