Bajo condiciones normales, las personas que quieren comprar una nueva casa recurren a vender la que tienen y con el dinero obtenido pueden cancelar la hipoteca que tenías pendiente y acceder a recursos para una nueva. Pero ¿es posible conseguir una opción para cuando no quieres deshacerte de tu vivienda actual? ¡Claro que sí! Y las hipotecas puentes representan un producto financiero que ofrece una solución ideal para este tipo específico de casos.
Las hipotecas de vivienda ofrecen una clara y evidente alternativa con ventajas de gran nivel para satisfacer las diversas necesidades de soluciones habitacionales y financieras con la simple finalidad de acceder a una vivienda propia. Las alternativas son variadas, con grandes posibilidades para ofrecer una increíble ayuda financiera ajustada a las diferentes necesidades de las personas y en general para proveer recursos financieros para el sector inmobiliario.
Conociendo a las hipotecas puentes de vivienda
Las hipotecas puentes gozan de ofrecer la posibilidad de comprar una nueva vivienda sin la imperiosa necesidad de vender la actual. Aquí el banco entrega increíbles facilidades al cliente para que acceda a cuotas mucho más bajas que las tradicionales, mientras se consolida el proceso de venta de su actual propiedad, pero sin las pérdidas de tiempo, porque ambos procesos se harán en simultáneo.
En resumidas cuentas, solicitar una hipoteca o un préstamo puente es una opción perfecta para cuando tienes una casa con hipoteca pendiente, o que en su defecto no quieras venderla aún y tengas en planes adquirir una segunda vivienda. Claro está, con sus ventajas y sus claros inconvenientes que generalmente acompañan a cualquier solución financiera existente.
Cambiando de vivienda con una hipoteca puente
La contratación de la hipoteca puente sucede cuando el banco te concede un préstamo hipotecario sobre las dos viviendas (la que comprarás y la que no puedes o no quieres vender). Es decir, tendrás un par de casas hipotecadas ancladas a un mismo crédito, de allí que el dinero prestado lo usarás para pagar el nuevo inmueble y para cancelar la deuda hipotecaria que tenías contratada con la otra vivienda.
Una solución financiera que te ofrece la posibilidad de liquidar el préstamo existente sobre la propiedad que no puedes o no quieres vender y conseguir financiar en un buen porcentaje (80% o más) la compra de la nueva vivienda. Generalmente con plazos máximos de devolución de unos 30 años y con unas condiciones que dependerán de cada institución financiera y de las negociaciones que se puedan lograr.
Cuotas hipotecarias mucho más bajas
Las hipotecas puente generalmente están acompañadas de un margen de tiempo para lograr la venta del inmueble antiguo, este tiempo puede ir desde los seis meses hasta los cinco años y dependerá de las negociaciones entre las partes. Este tiempo estará signado por una carencia de capital, porque las cuotas solo serán de intereses, lo que implica mensualidades mucho más baratas mientras consigues vender tu casa antigua.
La venta de la vivienda anterior
El dinero de la venta de la casa anterior se utilizará para pagar parte de la deuda (la hipoteca antigua) y conseguir liberar de cargas a la propiedad. Por lo que una vez completado este trámite pasaras a tener una hipoteca convencional sobre tu nueva vivienda y comenzarás a pagar cuotas normales, compuestas por el acostumbrado capital y los intereses.
Una alternativa con grandes ventajas de financiación de vivienda
Las hipotecas puentes significan una salvación para muchos casos y situaciones particulares, donde es posible tener acceso pleno a recursos destinados a una nueva vivienda y a la vez disfrutar de un tiempo prudencial mientras logras vender tu vivienda antigua. Disfrutando de cuotas muy bajas (solo intereses) mientras vendes tu propiedad antigua y accediendo a increíbles facilidades de pago.