Las hipotecas se mantienen como una de las opciones de mayor envergadura y calidad para acceder a los recursos necesarios para adquirir una vivienda, pero en muchos casos los consumidores temen a la posible volatilidad de los indicadores que rigen las tasas de interés de estos préstamos. El indicador que mayor relevancia tiene a la hora de cuantificar la cuota a pagar para las hipotecas variables es el euríbor, quien además no ha parado de subir en valor.
En la actualidad el euríbor ha mantenido una subida tan espeluznante que para compararla debes remontarte a fechas como el 2008, con un análisis que determina la deprimente situación económica de las instituciones bancarias, con un pronóstico que es aún más desalentador. La previsión a futuro es que se mantenga el aumento de este indicador y el respectivo endurecimiento de las condiciones para los créditos hipotecarios de vivienda.
El mercado de la vivienda a merced del Euríbor
Aunque el euribor se ha disparado en la eurozona hasta el 3,914% se espera que por lo menos la ralentización de las subidas para los endeudados se mantenga en descenso, con un panorama que implica una caída hasta los 3,61 %. Con la consecuencia de crear un incremento en la adjudicación de préstamos a tipo fijo, un tipo de hipotecas de vivienda que actualmente está en el orden del 67% en promedio.
El impacto directo se verá de inmediato y es que la afectación actual ha visto incrementos de 200 euros por cada 100.000 de préstamo hipotecario, según cifras establecidas y recogidas por la Asociación de Usuarios Financieros. Lo que a la larga también supone una reducción de las ganancias de las instituciones financieras, quienes de una u otra manera tienen que ofrecer préstamos a tasa fija de interés por 30 años, con consecuencias como la depreciación del capital.
Las hipotecas de vivienda atadas a un indicador que no para de subir
La aceleración del último par de meses tiene como motivo principal las crecientes dudas de los mercados con respecto a las elevadas presiones que desata la subida de los tipos de interés por culpa del euríbor. Una situación que los bancos manejan como una de las únicas medidas para luchar contra la inflación y contra la pérdida de sus capitales a largo plazo. Por lo que evidentemente las actuaciones dentro del marco de la Unión Europa tienen repercusión directa en el mercado inmobiliario y por consiguiente en las viviendas de España.
El mercado se perfila con una mayor incertidumbre que la actual y es que se está descontando actualmente una tasa de depósito del Banco Central Europeo (BCE) que ronda el 3,25%, por lo que el euríbor mantiene la posibilidad de moverse a sus anchas en esta banda de porcentajes para el mes de septiembre próximo. Generando un futuro todavía peor para las hipotecas de vivienda de tipo variables, quienes son las que cargan con la mayor cuota de obligación financiera.
Un índice donde si el euríbor como indicador financiero de interés hipotecario sube, crea incertidumbre en todos los consumidores que tienen deudas pendientes por la contratación de una hipoteca y además de ello frena los pensamientos a futuro de todos los potenciales clientes que están pensando en adquirir un compromiso hipotecario para una vivienda con los bancos, debido a la volatilidad de una tasa de referencia que está generando que los clientes paguen mucho más por cada préstamo.