Las instalaciones de energía solar se multiplican a nivel mundial y España no es ajena a esta corriente, evidenciando un impacto genial de las energías renovables en los presupuestos de los hogares y en el ambiente al sustituir a los combustibles fósiles tradicionales. Estas instalaciones gozan de elementos de gran importancia y uno de ellos es el inversor, encargado de transformar la corriente continua creada por el sistema solar en corriente alterna para lograr ser utilizada.
Por lo que representa un elemento imprescindible para que la electricidad creada a partir de la radiación solar pueda ser empleada de forma eficiente por los diversos electrodomésticos del hogar (corriente alterna senoidal). Estos son perfectamente capaces de abarcar tensiones en diversos rangos de entrada desde los 12 hasta los 48 voltios y más y convertirla a 220 V de salida para que los equipos eléctricos funcionen gracias a la energía solar.
Los inversores solares y sus tipos
Los inversores solares son parte fundamental de toda instalación eléctrica para convertir la corriente eléctrica continua en corriente eléctrica alterna y son utilizados tanto para las instalaciones aisladas como para las instalaciones solares conectadas a la red eléctrica externa. Son abundantes los tipos y sus características, por lo que a continuación podrás dar una mirada a los tipos de mayor importancia y su uso.
- Inversores solares de diversos rangos de voltaje: 12, 24, 48 y otros.
- Inversores cargadores: incorporan un cargador el cual es capaz de activarse automáticamente cuando sea necesario enviar carga a las baterías.
- Inversores híbridos: estos permiten ser utilizados tanto con la red eléctrica externa como con las baterías de almacenamiento.
Las diversas características de los inversores
La potencia: Esta es la potencia nominal máxima que ofrece el inversor y puede expresarse en un par de unidades (voltio-amperios VA o vatios W), evidentemente ambas unidades hacen referencia a la potencia, pero claramente diferenciadas porque las resistencias y las bombillas incandescentes demandan una potencia que se expresa en vatios (W) debido a que la tensión y la intensidad no está desfasada. Mientras que los motores, los fluorescentes y todos aquellos equipos que usan transformadores consumen voltio-amperios (VA) gracias a que tanto su tensión como la intensidad están desfasadas entre sí.
La potencia máxima: Esta potencia generalmente es el doble de la potencia nominal y solamente es posible conseguirla por unos instantes, es perfecta para responder de un modo eficiente ante picos de consumo, como por ejemplo en el arranque de los motores.
La temperatura: Es la responsable de que la potencia entregada por el inversor se mantenga en los niveles óptimos, esto ocurre por regla general a los 25 grados, de allí que si la temperatura aumenta la potencia entregada será menor, afectando el correcto rendimiento del inversor.
La tensión: Se encuentra definida por el banco de baterías que sin dudas debe estar conectado al inversor para que este haga su trabajo, mientras más elevado sea el voltaje, evidentemente más alta será la potencia. Logrando la necesaria conversión de la corriente continua en corriente alterna y tomando en consideración la intensidad que fluye por la línea de la batería hacia el inversor.
Un inversor de calidad garantiza el mejor rendimiento
Es importante que logres adquirir un inversor que sea de alta calidad para garantizar que la eficacia de toda la instalación de energía solar pueda suplir las necesidades de tu hogar, alcanzando además precios que sean competitivos y una larga vida útil, por lo que la recomendación más acertada es la de contar con los servicios de un técnico especialista que pueda ofrecerte una solución de energía solar acorde a tus necesidades.