Los españoles siempre han mantenido un encanto hacia las inversiones en ladrillo, que no son más que las desarrolladas con la intervención del sector inmobiliario y de los bienes raíces. Los datos y las estadísticas reflejan y certifican esta constante ampliamente valorada gracias a la seguridad ofrecida, los márgenes de ganancia y la estabilidad que siempre ha denominado al sector de la vivienda como una clara opción para asegurar el dinero o los ahorros.
Los españoles por regla general han logrado escalar de la barrera de “estar ahorrando para comprar una vivienda” al hecho de situarse en los puestos de honor de toda la comunidad europea con respecto a las inversiones en vivienda. Ya sea para tener casa propia en la cual vivir o para disfrutar de una inversión que genere recursos constantes o que por lo menos permita el sueño de no permitir que ante una crisis se deprecie el capital invertido.
Invirtiendo en vivienda en España
En la actualidad el 76% de la población española disfruta de mantener propiedad de la vivienda, lo que claramente puede evidenciar una genial superioridad sobre todos los demás integrantes de la zona euro, los cuales en conjunto a duras penas logran acercarse al 69% y muy por sobre países como Alemania con solo el 49%; pero aún muy detrás de Croacia o Rumania quienes ostentan las mejores cifras con 95% y 90% respectivamente.
Lo cierto es que este porcentaje va en una franca caída, la cual podría deberse principalmente a la elevada tendencia de los jóvenes a vivir más bajo la condición de alquiler o a la incesante búsqueda de nuevas alternativas, como el simple hecho del “coliving”, una variable que ha ganado fuerza y relevancia dentro del sector joven de la población y para los mayores de 65 años con una inversión en vivienda, pero desde un punto de vista completamente diferente.
El sector vivienda y sus constantes aumentos
Aunque los precios están sujetos a la incesante y elevada inflación, es importante mencionar que la moderación está reinando desde ciertos puntos de vista, pero evidentemente influenciada por las subidas de los tipos de interés y de los índices como el euríbor. Lo que repercute en que los precios de vivienda y de alquileres sigan una tendencia alcista y donde se manejan cifras que pueden catalogarse de escandalosas, con escaladas de 6% en lo que va de año.
Tanto los alquileres como los metros cuadrados han crecido en precios y las estadísticas de los últimos doce meses lo certifican, en la rama de los arrendamientos estos han sufrido incrementos de un 9% mientras que el precio promedio del metro cuadrado de construcción ha logrado escalar 12 euros. Con una tendencia homogénea para toda la geografía española y con las regiones costeras y turísticas como las dominantes en esta subida de precios.
Qué considerar antes de invertir en vivienda
Analizando los datos ya mencionados es posible verificar que del 76% de españoles que ya tienen vivienda propia, un 17% de ellos mantienen propiedades de al menos un par de viviendas. Por lo que siempre es importante verificar si es un buen momento para llevar a cabo una inversión en vivienda y preguntarse si es conveniente la inversión en vivienda o simplemente alquilarla.
Según los entendidos, actualmente se dan todas las condiciones necesarias para invertir en vivienda en España y es que simplemente con mirar el comportamiento de la economía se puede inferir que las mejoras han sido sustanciales con respecto a los años anteriores. La crisis energética, la pandemia y la real posibilidad de estar cerca del fin de un ciclo de subida de tipos logran una mezcla perfecta para aconsejar invertir en inmuebles.
Además de los beneficios inherentes a España como un país ampliamente beneficiado por el turismo y que en definitiva es una condición que generalmente va de la mano con las inversiones inmobiliarias. En definitiva, un balance que en lo macro es positivo, generando las mejores expectativas para propiciar un buen desempeño de las inversiones de bienes raíces y por ende de vivienda.
Comprando una segunda vivienda para alquilarla
Un planteamiento válido para todos aquellos que ya disponen de una vivienda principal como residencia habitual y que están pensando en conseguir una inversión estable a largo plazo. Pero con factores a tomar en consideración, como por ejemplo los gastos asociados, las condiciones del inmueble y las expectativas reales de la demanda, con la intención de lograr las mayores ventajas tácticas y técnicas al invertir en una solución habitacional que sea la de mayor demanda.