El cuidado de las rosas es más fácil de lo que piensas, cualquier aficionado a la jardinería puede sembrarlas con éxito. Planta tus rosas en un lugar soleado con buen drenaje, fertilícelas regularmente para obtener flores impresionantes, riégalas uniformemente para mantener la tierra húmeda en tu jardín, poda los rosales establecidos a principios de la primavera y mantente atento a enfermedades como el mildiu polvoriento o la mancha negra, es esto puede resumirse todo el proceso.
Si hasta ahora tuviste miedo de comenzar a plantar un jardín de rosas, la verdad es que debes saber que las rosas no son más difíciles de cuidar que otros arbustos de flores. Sigue los pasos esenciales que te ofrecemos a continuación y aprende a cultivar rosas como un experto.
Como cuidar una plantación de rosas
Puedes comprar rosas ya en macetas o como plantas latentes a raíz desnuda, cada tipo tiene sus ventajas:
- Rosas en macetas: las rosas en contenedor son excelentes para los jardineros novatos porque son fáciles de incluir en cualquier siembra y se establecen rápidamente. También se pueden comprar en los viveros locales durante la temporada de crecimiento. Esto te permite plantarlos cuando las condiciones climáticas son ideales, preferiblemente en un día fresco y nublado.
- Rosales a raíz desnuda: Una de las ventajas de los rosales a raíz desnuda es la mayor selección de variedades disponibles. Además, son económicos y se pueden pedir en línea. Sin embargo, a diferencia de las rosas en maceta, las plantas de raíces desnudas necesitan remojar sus raíces en agua durante la noche antes de plantarlas. Además, las raíces deben mantenerse húmedas durante los primeros meses después de la siembra.
Elige sabiamente tus rosas
Existen numerosas clases de rosas, que van desde microminiaturas hasta grandifloras, y desde cubiertas vegetales hasta rosas trepadoras, y algunas clases contienen cientos de variedades. Si bien puede ser tentador llenar tu jardín de rosas con una gran variedad, es probable que termines con un jardín o huerto desordenado con demasiadas plantas para el espacio. Unas pocas variedades bien elegidas te darán más satisfacción que docenas de plantas que no se vean bien.
Encuentra el sitio correcto para tus plantas
Para el mejor espectáculo de flores y las plantas más saludables, los rosales deben recibir de seis a ocho horas de luz solar al día. También deben plantarse en un suelo bien drenado que sea rico en materia orgánica. En climas especialmente cálidos, las rosas crecen mejor cuando están protegidas del sol de la tarde. En climas fríos, planta tu rosal junto a una pared orientada para ayudar a minimizar los daños que pueden ocasionar las heladas.
Siembra en el momento adecuado
Las rosas se plantan mejor en primavera, una vez que ha pasado la última helada, o en otoño, al menos seis semanas antes de la primera helada. Plantar lo suficientemente temprano en el otoño les da a las raíces suficiente tiempo para establecerse antes de que las plantas entren en estado latente durante el invierno.
Planta tu rosal de manera adecuadamente
Plantar correctamente tus rosas, ya sean de raíz desnuda o en macetas, asegurará que tengan un buen comienzo. El hoyo de plantación debe ser lo suficientemente profundo y ancho para acomodar las raíces de la planta. El área debe tener un buen drenaje, ya que a las rosas no le gustan las raíces húmedas constantemente.
Mezcla una cantidad generosa de compost de jardín, turba u otra materia orgánica con la tierra que retiraste el hoyo de plantación. Usa un poco de esta mezcla en el fondo del hoyo y coloca el rosal. La corona de la planta debe estar al nivel del suelo en climas templados y de alrededor de 10 centímetros por debajo del nivel del suelo para climas fríos. Llena el hoyo parcialmente con la mezcla de tierra y para mejores resultados, agregue un fertilizante de liberación lenta.
Fertiliza regularmente y riega sabiamente
Para un impresionante espectáculo de flores, un rosal necesita ser fertilizado regularmente. Los métodos orgánicos proporcionan un suministro lento y constante de nutrientes. Las aplicaciones mensuales de compost, estiércol compostado y otros fertilizantes orgánicos y naturales, funcionan bien.
El suelo debe mantenerse uniformemente húmedo durante la temporada de crecimiento. La cantidad y la frecuencia de riego dependerán de su tipo de suelo y clima. Las rosas crecen mejor con el equivalente a 2 centímetros de lluvia por semana durante la temporada de crecimiento. Las rosas que crecen en suelos arenosos necesitarán más riego que las que crecen en suelos arcillosos más pesados. Las condiciones cálidas, secas y ventosas también secarán las rosas rápidamente.