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Guía para lavar un abrigo correctamente en casa, que no se deforme y quede impecable

¿Preparado para el invierno? No dejes que las bajas temperatura te agarren desprevenido/a y mantén limpios y cuidados tus abrigos.

El frío intenso ya se siente en España ¡Y con cuánta intensidad ha llegado el descenso de la temperatura! Si aún no has sacado tu ropa de invierno, lo más probable es que estés analizando la manera adecuada de desempolvar y realizar la limpieza de las chaquetas, chalecos y abrigos sin estropearlos. ¿Te sientes identificado? Entonces este artículo te interesa.

Si buscas información específica acerca de cómo lavar abrigos en casa correctamente, deshacerte de las pelusas, olor a “guardado” y conservarlos en buen estado, sigue leyendo. Te enseñamos los trucos y métodos más eficaces para el lavado profundo, secado y cuidado ideal de estas prendas que nos mantienen calentito/a en los días más helados.

¿Se puede lavar un abrigo en la lavadora?

Esta es la pregunta más frecuente cuando se trata de este tipo de ropa, y la respuesta es: depende. Sí, lo principal es leer la etiqueta con las indicaciones del fabricante, en ella se encuentran las recomendaciones para darle un trato idóneo tejido, es decir, si se puede o no lavar a máquina, la temperatura máxima, si admite blanqueadores e incluso si es posible plancharla.lavar abrigo lavadora

Por otro lado, si la etiqueta indica que lo recomendable es lavar el abrigo en seco, entonces hazlo de esta manera. Si está demasiado sucia, lo más inteligente es llevarlo a una tintorería para no estropear las fibras.

Cómo lavar abrigos de invierno en lavadora

  1. Selecciona un programa de lavado suave o específico para la tela que vas a tratar. Asegúrate que sea con agua templada que no supere los 30° C.
  2. Agrega un poco de detergente para telas delicadas o con pH neutro para que no afecte la tela.
    Antes de introducir la prenda, revisa los bolsillos, cierra las cremalleras y dale vuelta para lavarlo al revés.
  3. Hecho esto, colócalo dentro del tambor y añade también un par de piezas para que hagan algo de peso (2 vaqueros, por ejemplo), esto le dará estabilidad a la lavadora y ayudará a que salga la suciedad.
  4. Finalizado el lavado, es momento de secarlo. De ser posible, introdúcelo en la secadora junto a un par de paños secos para que absorban la humedad.
  5. Una vez seco totalmente, saca el abrigo de la secadora y tiéndelo en una percha en un área ventilada para que expulse la humedad en su totalidad.

Ahora bien, en caso de lavar un abrigo de plumas, aplican mismas condiciones, es decir, agua fría, añadir peso al tambor para equilibrar la carga (3 o 4 pelotas de tenis son ideales), centrifugado suave y secado a temperatura media para prevenir humedad. No obstante, se recomienda el programa de lavado más delicado para que no sea agresivo con las plumas y no se deformen.

Nota: este procedimiento sirve de igual forma para lavar abrigos de lana y de paño. En el caso de tejidos sintéticos, no los metas en la secadora o se encogerán.

Cómo lavar abrigos a mano paso a paso

Aunque no hay ningún problema en lavar estas prendas en lavadora, la verdad es que el lavado a mano es lo más adecuado para darle un trato delicado y no correr riesgo de estropearlo. Tienes dos alternativas, sumergiéndolo en agua o si quieres, puedes lavar un abrigo en seco. Fíjate como:

Sumergiéndolo en agua

  1. Llena un barreño con agua tibia y agrega un chorrito de detergente no abrasivo para tejidos delicados.
  2. Sumérgelo y espera unos minutos que el jabón penetre en las fibras.
  3. Luego, frota suavemente con un cepillo de cerdas suaves, en especial en lugares con manchas o mugre por el uso.
  4. Aclara con agua fría y recoge la humedad extendiéndolo sobre una toalla limpia.
  5. Finalmente, déjalo secar en un área donde circule el aire y en tendedero horizontal para que no pierda su forma.

En seco

  1. Extiende el abrigo en una superficie plana (una mesa estaría bien) y pasa un cepillo seco para quitar el exceso de polvo y pelusas.
  2. Hecho esto, humedece este mismo cepillo en una mezcla de agua tibia y amoniaco, con especial insistencia en zonas donde se acumula mugre, es decir, los puños, mangas y cuello.
  3. Luego, pasa una bayeta impregnada en esta solución para desinfectar y limpiar las fibras.
  4. Al finalizar, cuélgalo en una percha y deja que se ventile en una zona aireada, pero sin contacto directo con el sol.

Si lo deseas, puedes realizar este proceso reemplazando el amoniaco por jabón, sin embargo, el amoniaco funciona como desinfectante y neutralizador de malos olores.

Recuerda que por más sucio que esté, no cualquier abrigo puede lavarse en lavadora o sumergiéndolo en agua jabonosa, de lo contrario podría estropearse por completo. Por ejemplo, telas como el cuero, ante y la piel requieren lavado en seco, tratamientos específicos y acondicionadores para que no aparezcan grietas y pierdan su aspecto tan elegante.

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